Argentina se prepara para vivir una semana de huelgas contra la pol¨ªtica econ¨®mica ultraliberal
El presidente De la R¨²a trata de recomponer su Gobierno tras dimitir la mitad de su equipo por las radicales medidas econ¨®micas del nuevo ministro, L¨®pez Murphy
El pa¨ªs estaba ayer tranquilo, pero se trata s¨®lo de una tregua de fin de semana; Buenos Aires respira una calma extra?a, previa al estallido social que se prev¨¦ en los pr¨®ximos d¨ªas. Los dirigentes sindicales compiten entre s¨ª para ver qui¨¦n va a responder con mayor dureza al plan econ¨®mico del Gobierno; los estudiantes anuncian la toma de las facultades en la Universidad de Buenos Aires y en las principales capitales de provincias; los maestros votaron ir a la huelga el martes y el mi¨¦rcoles; los dos sectores de la Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT) estudian unirse a la convocatoria del paro general de dos d¨ªas y proyectan marchas de trabajadores hacia la plaza de Mayo, a la que se unir¨ªa el Congreso de los Trabajadores Argentinos (CTA).
El martes es el d¨ªa D. En ¨¦l se desplazar¨¢n hacia el centro de la ciudad las columnas de parados del gran Buenos Aires y la semana se cierra con los actos recordatorios por el 25? aniversario del golpe de Estado de 1976. El viernes, por la noche, en un campo de f¨²tbol del barrio c¨¦ntrico de Caballito, habr¨¢ un gran concierto con artistas como Joan Manuel Serrat y Pablo Milan¨¦s. Las 40.000 localidades est¨¢n agotadas y se anuncian adem¨¢s actos multitudinarios de repudio a los militares y a la doctrina econ¨®mica ultraliberal asociada con ellos desde que Jos¨¦ Alfredo Mart¨ªnez de Hoz ocupara el Ministerio de Econom¨ªa de la dictadura.
Concierto contra el pasado
La coincidencia de fechas y personajes en el tiempo no parece casual. El actual secretario designado para iniciar la reforma del Estado por el actual equipo econ¨®mico, Manuel Solanet, era el secretario de Hacienda (virtual viceministro) cuando el general Leopoldo Galtieri sucedi¨® a los generales Videla y Viola al frente de la dictadura. Otros funcionarios, entonces m¨¢s j¨®venes, reaparecen ahora en cargos m¨¢s altos.
Argentina se prepara para vivir bajo las leyes del nuevo ministro de Econom¨ªa, Ricardo L¨®pez Murphy. El paquete de medidas econ¨®micas anunciado el viernes por la noche, con las que el nuevo ministro se propone reducir en 2.000 millones de d¨®lares los gastos de la Administraci¨®n p¨²blica, son el origen de esta crisis pol¨ªtica y social. La respuesta inmediata fue la dimisi¨®n de la mitad el equipo de Gobierno. El presidente Fernando de la R¨²a debe ahora recomponer en tiempo r¨¦cord el Gobierno de coalici¨®n, al que han renunciado todos los ministros, secretarios y funcionarios que pertenec¨ªan al Frepaso, una de las dos fuerzas que integran la Alianza en el poder y tambi¨¦n el ala progresista de la Uni¨®n C¨ªvica Radical, liderada por Ra¨²l Alfons¨ªn. De la R¨²a se propone alcanzar un acuerdo con los sectores menemistas del peronismo y al partido Acci¨®n por la Rep¨²blica del ex superministro Domingo Cavallo.
El nuevo viceministro de Hacienda, Daniel Artana, uno de los talib¨¢n liberales del nuevo equipo econ¨®mico, como se los llama en los pasillos de la Casa Rosada, admit¨ªa ayer que 'si el Congreso no aprueba las leyes, ni este plan ni ning¨²n otro ser¨ªa viable'. El ministro Murphy hab¨ªa advertido al presidente De la R¨²a sobre las reacciones que provocar¨ªan las medidas y reclam¨® el compromiso de un blindaje pol¨ªtico para el plan.
La incorporaci¨®n de Cavallo en el Gabinete o en la presidencia del Banco Central completar¨ªa la nueva f¨®rmula de un pacto basado en los sectores delarruistas m¨¢s conservadores de la Uni¨®n C¨ªvica, con un toque de la minor¨ªa de partidarios del ex presidente Carlos Menem dentro del peronismo.
El pacto de gobernabilidad que De la R¨²a ofreci¨® a los gobernadores peronistas, entre ellos a los tres que administran C¨®rdoba, Buenos Aires y Santa Fe, las provincias m¨¢s importantes del pa¨ªs, fue rechazado. Carlos Ruckauf, gobernador de Buenos Aires y primer candidato lanzado para las elecciones generales de 2003, dijo: 'Ya no tiene sentido' reunirse con el presidente. Los caudillos provinciales estiman que las medidas econ¨®micas que afectan a sus administraciones van a provocar una 'sucesi¨®n de estallidos sociales'.
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