Francia bloquea la liberalizaci¨®n de la energ¨ªa en la cumbre de la UE

El principal objetivo de la cumbre es lanzar un mensaje que convenza a los mercados de la voluntad reformista de la Uni¨®n, de que el giro liberal dado hace ahora un a?o en Lisboa, el vigoroso abrazo a la nueva econom¨ªa, se va a ir cumpliendo con hechos concretos. ?sa es la receta que quiere emplear el Consejo Europeo de Estocolmo para romper la desconfianza de los mercados en la econom¨ªa europea y en su moneda ¨²nica.

Y acuerdos no van a faltar hoy en Estocolmo, aunque algunos de los m¨¢s significativos corren el riesgo de quedarse a medias. Es, sobre todo, el caso de la liberalizaci¨®n de los mercados del gas y la electricidad. Francia reafirm¨® ayer su oposici¨®n a la propuesta de la Comisi¨®n Europea de que queden totalmente abiertos a la competencia en 2005. Para el Gobierno de Lionel Jospin, esa apertura 'no puede ser un fin en s¨ª mismo'. 'Es un instrumento que s¨®lo tiene un objetivo: servicios m¨¢s eficaces y m¨¢s cercanos a los usuarios', afirm¨® ante sus colegas. Jospin puso el ejemplo de la ineficacia de la liberalizaci¨®n en EE UU, donde California sufre cortes diarios de suministro el¨¦ctrico. Jospin se refiri¨® tambi¨¦n a los problemas que ha vivido 'cierto pa¨ªs europeo' por privatizar su red de ferrocarriles, aunque no lleg¨® a citar al Reino Unido.

El empe?o franc¨¦s por preservar el servicio universal y asegurar el suministro energ¨¦tico a sus ciudadanos choca con las exigencias aperturistas de Espa?a, que busca en ello potenciar la presencia de sus compa?¨ªas el¨¦ctricas en el mercado interior comunitario y, sobre todo, asegurarse la interconexi¨®n con el resto de Europa, bloqueada ahora por el monopolio franc¨¦s.

El ministro espa?ol de Econom¨ªa, Rodrigo Rato, exigi¨® que la liberalizaci¨®n se complete en 2003, dos a?os antes de lo que propone la Comisi¨®n Europea, y pretende impedir que las el¨¦ctricas francesas operen en el mercado espa?ol hasta que no abran el suyo. 'La posici¨®n francesa originar¨¢ indudables reacciones en la legislaci¨®n de otros Estados para buscar reciprocidad, y debido a eso no podr¨¢ haber un calendario que favorezca la competitividad europea en el mercado interior', se quej¨®.

Pero no parece que la sangre vaya a llegar al r¨ªo por este asunto. Alemania ya anunci¨® ayer que no quiere obligar a Francia a comprometerse con una posici¨®n que pone en aprietos internos a su Gobierno. Por eso, los Quince buscaban ayer una f¨®rmula que permita dejar claro el compromiso de todos a favor de la apertura de los mercados energ¨¦ticos, pero sin precisar fecha alguna.

De hecho, no es ning¨²n requisito imprescindible que el Consejo Europeo fije ninguna fecha, porque ya la Comisi¨®n Europea ha hecho una propuesta formal de liberalizaci¨®n que culminar¨ªa en 2005. Con la ventaja de que esa propuesta podr¨ªa ser aprobada sin apoyo franc¨¦s, porque bastar¨ªa que tuviera el voto en el Consejo de Ministros de una mayor¨ªa cualificada de Estados, mientras que las conclusiones del Consejo Europeo se aprueban por unanimidad. Las querellas entre Espa?a y el Reino Unido por el istmo de Gibraltar tambi¨¦n imped¨ªan anoche un acuerdo que d¨¦ v¨ªa libre al proyecto de gestionar todo el tr¨¢fico a¨¦reo europeo en com¨²n. Pese a estos lamparones, la cumbre cumplir¨¢ con m¨¢s o menos brillo sus objetivos. El acuerdo del jueves para llevar adelante la propuesta de integrar los mercados financieros era en realidad el principal envite del Consejo Europeo. Los dem¨¢s asuntos se han ido acordando sin grandes discusiones, quiz¨¢ porque la presidencia sueca llen¨® la agenda con tantas visitas de mandatarios extranjeros, desde el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, hasta el macedonio, Bor¨ªs Trajkovski, que apenas qued¨® tiempo para el debate. Por ejemplo, el delicado asunto de la fiebre aftosa y las vacas locas se despach¨® en un cuarto de hora y sin ninguna novedad espectacular.