Aulas en pie de guerra
En los institutos de Ceuta se han abierto 3.500 partes disciplinarios en este curso y se ha expulsado a m¨¢s de 300 alumnos
'Me apuntaron con una pistola y delante de unos 40 alumnos me dijeron: 'profesor, pum pum', explica el profesor Luis J. O., que ense?a franc¨¦s en el instituto Abyla de Ceuta. Desde entonces, vive la situaci¨®n con resignaci¨®n, aunque asegura que no tiene miedo. Con frecuencia ha recibido escupitajos y pedradas, aunque el susto de su vida se lo llev¨® en abril del a?o pasado, cuando vigilaba los pasillos del centro e impidi¨® que dos j¨®venes de unos 20 a?os, entre los que hab¨ªa un antiguo alumno, entraran en una clase. 'Les pregunt¨¦ qu¨¦ hac¨ªan dentro del instituto. Uno se llev¨® la mano al bolsillo y sac¨® una pistola de peque?o calibre, nunca sabr¨¦ si era un arma simulada', explica Luis, que lleva 22 a?os como profesor.
Este profesor evita salir por la puerta principal del instituto. 'Siempre voy en guardia', dice. Conduce un coche 'viej¨ªsimo' y nunca lo aparca cerca del centro: 'Es por precauci¨®n. Aqu¨ª es frecuente que te rajen las ruedas y rompan los cristales'. Asegura que la tensi¨®n que se vive en algunos institutos y colegios de la ciudad est¨¢ al rojo vivo y que estos episodios de violencia en el entorno educativo 'son mucho m¨¢s frecuentes de lo que reconocen las autoridades'. 'Me considero el prototipo de profesor quemado. Tengo una gastritis cr¨®nica y lucho por no entrar en una depresi¨®n', aclara.
La queja de Luis J. O. es generalizada y lleg¨® a su punto m¨¢s ¨¢lgido hace menos de una semana, cuando los docentes de educaci¨®n secundaria suspendieron las clases para protestar p¨²blicamente por la ¨²ltima agresi¨®n sufrida por un compa?ero, Manuel C., que fue pateado en el est¨®mago por un alumno de 14 a?os, expulsado por su comportamiento violento.
La protesta fue un¨¢nime, de los 800 profesores que componen la plantilla que el Ministerio de Educaci¨®n, que tiene competencias educativas en Ceuta y Melilla, tiene distribuidos en los 21 centros p¨²blicos de primaria y secundaria de la ciudad aut¨®noma. 'En Ceuta es muy dif¨ªcil dar clase', matiza el presidente de la junta de personal docente, Juan Luis Ar¨®stegui.
Con una poblaci¨®n de 75.000 habitantes, Ceuta tiene s¨®lo cinco institutos, que se encuentran altamente saturados. De hecho, algunos de ellos superan los mil alumnos, repartidos en turnos de ma?ana, tarde y noche. Esta falta de espacio es una de las razones por las que el 87% de los colegios de primaria sigue impartiendo los dos primeros cursos de la ESO. El profesorado demanda la construcci¨®n de al menos dos nuevos centros de secundaria para poder descongestionar el resto y bajar la elevada ratio: 28 alumnos.
Son m¨²ltiples los casos de docentes que han sufrido la violencia escolar: 'Me agredi¨® un alumno de 17 a?os a la salida del instituto. El chico hab¨ªa sido expulsado de un examen por amenazar e insultar a la profesora. Yo era entonces jefe de estudios y me ocup¨¦ de echarlo del centro. Le advert¨ª que llamar¨ªa a sus padres y que se le abrir¨ªa un expediente disciplinario por su conducta. Al terminar las clases del mediod¨ªa me esperaba en la puerta y me arre¨® un cabezazo. Todav¨ªa estamos de juicio y lo peor es que s¨®lo le expulsaron cinco d¨ªas', explica otro docente, que ha tenido incluso que solicitar el traslado de centro.
Su caso, ocurrido el pasado a?o, provoc¨® una airada reacci¨®n en el resto de profesores. Se exigi¨® al ministerio que pusiera en marcha medidas para contrarrestar la creciente agresividad de los m¨¢s j¨®venes. 'Ninguna de las promesas se ha cumplido. Frente a la preocupante situaci¨®n, la respuesta del ministerio ha estado orientada m¨¢s a apaciguar los ¨¢nimos que a poner en marcha medidas efectivas', se lee en la carta enviada la semana pasada a la Direcci¨®n Provincial de Educaci¨®n por los sindicatos.
Los datos corroboran las palabras del profesorado. Desde que comenz¨® el curso, a finales de septiembre, los cinco institutos de Ceuta han abierto 3.495 partes disciplinarios que han derivado en 347 suspensiones de asistencia entre uno y tres d¨ªas y en 54 expulsiones definitivas, con expediente instruido por el consejo escolar de cada centro.
La mayor¨ªa de estas sanciones se han impuesto a un grupo de estudiantes de unos 400 adolescentes, que tienen entre 14 y 16 a?os y suponen el 20% de la poblaci¨®n escolar del primer ciclo de secundaria. En Ceuta hay unos 4.200 estudiantes matriculados en ESO y bachillerato.
Ar¨®stegui explica el perfil de los violentos: 'Se trata de chicos con muchos rasgos comunes, como su alta conflictividad, fracaso prematuro en los estudios, procedencia de entornos socioecon¨®micos deprimidos, sobre todo de familias desestructuradas. Los alumnos violentos pretenden ser l¨ªderes juveniles y para ellos, cualquier sanci¨®n disciplinaria es motivo de orgullo. Lo peor es que consiguen sus prop¨®sitos'.
Pero para entender la conflictividad de las aulas ceut¨ªes hay que tener en cuenta otros factores. Por ejemplo, que hay otro importante porcentaje de adolescentes que ni siquiera va a clase. Suelen estar matriculados hasta los 16 a?os, como dicta la LOGSE, aunque de hecho no pisan las aulas 'pero s¨ª merodean en los alrededores de los institutos', matiza el portavoz del profesorado. Este grupo est¨¢ a su vez formado por otros 200 j¨®venes, que seg¨²n la junta de personal, 'suelen hacer ya sus primeros pinitos en el narcotr¨¢fico y hacer sus trapicheos en las inmediaciones de los institutos para sus trapicheos'.
Los docentes exigen protecci¨®n policial, la apertura de aulas de modificaci¨®n de conducta, m¨¢s programas de garant¨ªa social y de educaci¨®n compensatoria y m¨¢s ordenanzas, cuidadores y asistentes sociales.
El profesorado del institutto Abyla comienza hoy un curso sobre t¨¦cnicas de resoluci¨®n de situaciones de tensi¨®n en el aula. Es la primera medida que toma el ministerio. Y los docentes han dado un plazo a la Administraci¨®n para comenzar las movilizaciones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.