Anagrama edita en castellano toda la producci¨®n breve de Quim Monz¨®
El escritor catal¨¢n se declara deudor del 'realismo m¨¢gico'
El escritor catal¨¢n Quim Monz¨® (Barcelona, 1952) acaba de reunir toda su narrativa breve en el volumen 86 cuentos (Anagrama), traducci¨®n del original en catal¨¢n aparecido el a?o pasado. Con este volumen, la totalidad de la obra de ficci¨®n de Monz¨® ya est¨¢ traducida al castellano a excepci¨®n del ¨²ltimo libro, El millor dels m¨®ns (El mejor de los mundos), que lo estar¨¢ a finales de este a?o, traducido por el propio autor.
En realidad, en 86 cuentos faltan tres para que la edici¨®n sea ¨ªntegra, pero ha sido el propio autor quien los ha eliminado. Seg¨²n explic¨® ayer en la presentaci¨®n en Barcelona del libro, 'llevo 25 a?os escribiendo, y en ese tiempo he aprendido alguna cosa, como por ejemplo a reconocer cu¨¢ndo una obra m¨ªa no vale la pena'. M¨¢s all¨¢ de esas tres excepciones, lo que le ha preocupado a Monz¨® ha sido la caducidad del lenguaje: 'Cuando yo empec¨¦ a escribir, a mediados de los a?os setenta, hab¨ªa que ser experimental por fuerza; por poco que se entendiese algo de lo que escrib¨ªa, ya eras un facha, y, al contrario, cuanto m¨¢s abstruso y enrevesado, m¨¢s antifranquista. L¨®gicamente, termin¨¦ por cansarme de eso y me fui aproximando al modelo Ch¨¦jov, eso de que cada palabra tenga un significado'. De ah¨ª, pues, que la traducci¨®n de los primeros cuentos fuese una tarea dura, especialmente para despojarlos de adjetivos -'hab¨ªa algunos que parec¨ªan literatura vegetal, de tan floridos como estaban'-, aunque Monz¨® se muestra encantado del resultado final, que firma el escritor gerundense Javier Cercas.
De todos modos, Monz¨® ha decidido probar la experiencia de traducirse a s¨ª mismo precisamente con El millor dels m¨®ns, aunque s¨®lo como experimento: 'No es nada f¨¢cil eso de sentirse a la vez traidor y traicionado, ya que no puedes evitar la tentaci¨®n de mejorarte. De hecho, el traductor es el mejor lector de una obra literaria, el m¨¢s atento, e incluso corre el riesgo de que alg¨²n autor que aprecia le caiga del pedestal, como me ocurri¨® a m¨ª, por ejemplo, con Hemingway. En cambio, tanto Salinger como Capote siguieron encaramados a ¨¦l'.
'El mejor cuentista'
Monz¨®, calificado sin ning¨²n empacho por el editor de Anagrama, Jorge Herralde, como 'el mejor cuentista europeo actual', sigue sin estar muy de acuerdo con la distinci¨®n entre g¨¦neros, en especial entre novela y cuento, 'porque en el fondo de lo que se trata es de contar historias'. El autor de t¨ªtulos como La magnitud de la tragedia, Gasolina, El porqu¨¦ de las cosas o Guadalajara se declara deudor del realismo m¨¢gico suramericano, que es lo que ley¨® en sus a?os de formaci¨®n ('sobre todo Cort¨¢zar, Borges, Casares y Garc¨ªa M¨¢rquez'), y m¨¢s adelante de los italianos Dino Buzzati y Giorgio Manganelli y el franc¨¦s Raymond Queneau, 'aunque no s¨¦ por qu¨¦ todos mis referentes ya son difuntos'. Cuando se le pregunta por sus contempor¨¢neos, le vienen enseguida a la cabeza el gallego Manuel Rivas y el vasco Bernardo Atxaga, pero enseguida puntualiza: 'Debe ser por culpa de la visi¨®n centralista madrile?a, que nos asimila a la literatura perif¨¦rica. Yo estoy hasta el gorro de que cada vez que un diario de Madrid haga un reportaje sobre la actualidad literaria espa?ola, nos junten a los tres en la cafeter¨ªa para retratarnos como ejemplo de lo perif¨¦rico. Yo soy mi propio centro y no me siento periferia de nada. Recientemente, por ejemplo, he estado en Granada y he descubierto un gran n¨²mero de fans que desmienten lo de que los escritores catalanes no funcionan en Espa?a'.
A prop¨®sito de la evoluci¨®n de la literatura catalana en estos 25 a?os, Monz¨® la considera muy positiva: 'Hay gente que hace s¨®lo literatura de consumo, en los premios hay las mismas corruptelas que en todas partes y las envidias y pu?aladas est¨¢n a la orden del d¨ªa. Por lo tanto, estamos hablando de una literatura normalizada'.
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