La pol¨¦mica Savater-Haro Tecglen
Es comprensible que Haro Tecglen respondiera al magn¨ªfico art¨ªculo de Fernando Savater, It (EL PA?S, 25 de marzo), porque Savater se?ala lo que m¨¢s puede herir a un periodista como Haro: su inutilidad y fatuidad. La respuesta de Haro, Savaterismo, es tan irresponsable como la mayor¨ªa de sus art¨ªculos e intervenciones radiof¨®nicas. Situado m¨¢s all¨¢ de la historia, ejerce una cr¨ªtica radical -hecha de lugares comunes y maximalismos- de todo salvo de s¨ª mismo.
En cuanto se siente refutado, Haro tiende a acusar de derechismo o de extremoderechismo; de esta manera, el otro es neutralizado, pero no discutido. Haro atribuye a Savater 'intemperancia', 'bravura patri¨®tica', actitudes 'c¨®mplices de la tragedia de dejar de pensar por miedo, por venganza, por vasquismo de otro polo'.
Si Haro ha le¨ªdo a Savater, lo ha le¨ªdo mal, lo cual no es nada extra?o; lo raro ser¨ªa encontrar algo que hubiera le¨ªdo bien. Cualquier lector de Savater sabe que es un hombre dialogante (salvo con las piedras y las balas, con las cuales parece dialogar Haro), que carece de patrioterismo, sea peninsular o vasco, y que, si tiene miedo de algo, no le ha impedido nunca decir lo que piensa, y menos a¨²n pensar.
Savater no puede salir cada ma?ana a la calle a pasear, como lo hace Haro, acompa?ado de sus perros; vive, como tantos ciudadanos, mermado de sus libertades gracias a ETA y sus c¨®mplices. Estoy seguro de que el se?or Haro Tecglen, que tanto habla de pol¨ªtica, no est¨¢ en ninguna lista etarra, y me alegro por ello, pero que no venga a acusar a una de las mentes m¨¢s l¨²cidas y valientes de este pa¨ªs con sandeces semejantes. Haro tiene pocas lecciones que dar, y deber¨ªa explicar alguna vez por qu¨¦ ha sido exaltador de Jos¨¦ Antonio y de Franco, y luego de todas las dictaduras comunistas, sin ser comunista, claro, porque nunca ha sido nada, nunca rompi¨® un vaso, siempre fueron los otros, los que viven en el terreno de la pol¨ªtica, mientras ¨¦l se erige en el Acusador Supremo. Es vergonzoso que acuse a Savater y a M¨²gica de ser de extrema derecha, pero ¨¦se es el mon¨®tono oficio y beneficio de Haro Tecglen: la acusaci¨®n irresponsable.
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