'La fiesta del Chivo' aviva un debate sobre el poder entre Vargas Llosa y Felipe Gonz¨¢lez
El escritor y el pol¨ªtico charlan sobre literatura y pol¨ªtica en el primer aniversario de la novela
Una hora antes del inicio del acto ya hab¨ªa gente haciendo cola en los jardines de Casa de Am¨¦rica. Se encontraban dos pesos pesados. A Vargas Llosa siempre le ha interesado la pol¨ªtica y a Felipe Gonz¨¢lez, las novelas sobre tiranos. Llegaron juntos en medio de una lluvia de flashes. Empez¨® Gonz¨¢lez, que se calific¨® como un lector compulsivo -'si no leo, no duermo'-, y felicit¨® al narrador por la novela, la mejor de las suyas. 'El ¨¦xito de La fiesta del Chivo es que est¨¢ escrita con pasi¨®n y que descubre la esencia de la dictadura. La novela es m¨¢s verdad que la verdad. Un relato documentado sobre la dictadura de Trujillo nunca nos dar¨ªa una visi¨®n tan clara', dijo Gonz¨¢lez.
Vargas Llosa respondi¨® que el lector se impresiona con una novela cuando cree que cuenta la verdad y las novelas tienen una verdad que nace de la propia obra, de sus recursos y de sus t¨¦cnicas. 'Si hiciera una estad¨ªstica entre lo inventado y lo hist¨®rico, ganar¨ªa la ficci¨®n', apunt¨® Vargas Llosa, quien aprovech¨® la oportunidad de enfrentarse a alguien que ha ejercido el poder para hacerle unas cuantas preguntas que Gonz¨¢lez contest¨® en un principio al estilo caribe?o: 'Regular pa'l tiempo'. ?Fue Balaguer positivo o negativo para la Rep¨²blica Dominicana tras el asesinato de Trujillo? ?Hasta qu¨¦ punto el halago y el servilismo de que son objeto los pol¨ªticos democr¨¢ticos no socavan la visi¨®n que tienen los estadistas de lo que es la sociedad y el ser humano? El dirigente del PSOE le devolvi¨® la pelota a?adiendo que eso no s¨®lo pasaba en pol¨ªtica, sino tambi¨¦n en econom¨ªa y en literatura. 'La virtualidad de la democracia es tirar de los pies para que la gente no pierda estatura. Todo poder tiende a la concentraci¨®n de poder', dijo Gonz¨¢lez. Fue el punto en el que en el debate perdi¨® terreno la literatura para entrar en la arena pol¨ªtica. Vargas Llosa cambi¨® las tornas y fue el escritor quien decidi¨® entrevistar al ex presidente del Gobierno.
Franco, que fue modelo para los dictadores latinoamericanos, ocup¨® tambi¨¦n una parte del debate. Su sobriedad, como la de Hitler y Mussolini, se compar¨® con el machismo y la demostraci¨®n del poder sexual de los latinoamericanos: 'El poder sexual significa en sus c¨®digos poder pol¨ªtico', apunt¨® Gonz¨¢lez. Otra de las preguntas de Vargas Llosa fue por qu¨¦ en los pa¨ªses anglosajones no ha habido nunca esos dictadores. Gonz¨¢lez dijo no encontrar la explicaci¨®n, pero aventur¨® que en esos pa¨ªses se act¨²a sobre una democracia local m¨¢s que global y Vargas a?adi¨® que tambi¨¦n hay una fe inquebrantable en las instituciones civiles. 'Nosotros, por el contrario, tenemos una desconfianza natural hacia nuestras instituciones'.
La fragilidad de la ciudadan¨ªa espa?ola provoc¨® uno de los pocos desencuentros entre ambos. El dirigente del PSOE insist¨ªa en esa debilidad y Vargas Llosa se mostraba en desacuerdo. 'Una cosa notabil¨ªsima en Espa?a es la medida en que ha calado la democracia. Yo llegu¨¦ a este pa¨ªs en 1958 y no exist¨ªa la tolerancia hacia las ideas diferentes. Hoy, la fuerza de la democracia es una realidad y el respeto a las ideas del contrario tambi¨¦n, cosa que no ha sucedido en Am¨¦rica Latina'.
Las preguntas de Vargas Llosa continuaron. Una vieja inquietud, el papel de los intelectuales en el mundo de la pol¨ªtica, fue el siguiente tema propuesto. Despu¨¦s de mostrarse ambos de acuerdo en la devaluaci¨®n actual de los t¨¦rminos intelectual y pol¨ªtico, el ex presidente afirm¨® que s¨®lo muy pocos intelectuales son ¨²tiles a los pol¨ªticos. 'S¨®lo los que son capaces de decir d¨®nde estamos respecto al pasado y al futuro, situ¨¢ndonos en un tempo hist¨®rico, hacen un favor para el an¨¢lisis de la realidad', dijo.
La crisis de las ideas pol¨ªticas en favor de cierto pragmatismo fue la siguiente interrogante. '?Crees que eso banaliza la pol¨ªtica acutual?'. Gonz¨¢lez lo admiti¨® sin reservas. 'S¨ª, se est¨¢ banalizando la pol¨ªtica. La pol¨ªtica es cada vez m¨¢s inmedi¨¢tica. En la agenda de los pol¨ªticos mandan los periodistas, lo que se dice d¨ªa a d¨ªa'. El escritor se acerc¨® a un terreno m¨¢s pantanoso con su siguiente pregunta. 'Las democracias parecen aburridas a muchas personas', dijo, llega un momento en que ya no encandilan y llevan a admirar a figuras como Fidel Castro o el subcomandante Marcos. '?Crees que eso es peligroso?'. Gonz¨¢lez no fue categ¨®rico de inmediato. 'No es peligroso', dijo. 'Los europeos son amigos de las revoluciones lejanas. Hay una especie de turismo revolucionario'. La discusi¨®n entre ambos subi¨® de tono y por primera vez se oyeron murmullos entre el p¨²blico a favor de uno u otro. Gonz¨¢lez defendi¨® la revoluci¨®n con 'pistolas virtuales' de Marcos, mientras Vargas Llosa afirm¨® que la actitud del mexicano deval¨²a la democracia. El acto, seguido con silencioso inter¨¦s por ciento de personas, concluy¨® con un aplauso para los dos participantes.
Piratas y supermercados
Un a?o en la existencia de un libro es muy poco tiempo, pero La fiesta del Chivo, que sigue ocupando un lugar en los escaparates de las librer¨ªas de medio mundo, tiene ya una historia que contar. Una peque?a exposici¨®n en Casa de Am¨¦rica repasa la vida de una novela a partir del momento en que deja de pertenecer a su autor. Fotograf¨ªas, portadas de peri¨®dicos, suplementos culturales y literarios y un v¨ªdeo con la vida del autor contada por el propio Mario Vargas Llosa dan forma a la muestra. Las galeradas con las correcciones a mano del autor ('el Caribe no va en cursiva') inician el recorrido. Recortes de prensa nacional y extranjera dan cuenta de la repercusi¨®n internacional de la novela y su valoraci¨®n cr¨ªtica en importantes suplementos, que la consideran una de las grandes obras publicadas en 2000, ofrecen una visi¨®n de su trayectoria en estos 12 meses. Hasta ah¨ª todo es previsible para una novela de ¨¦xito. Pero el ¨¦xito es un arma de doble filo en los pa¨ªses pobres. Las ediciones piratas de la novela, que se llegaron a vender hasta en los sem¨¢foros de algunos pa¨ªses latinoamericanos, provocaron que el propio narrador encabezara una campa?a en contra de la venta ilegal. Pero la venta de literatura no est¨¢ re?ida con lo comercial. En la Rep¨²blica Dominicana, un supermercado lleg¨® a promocionar La fiesta del Chivo regalando una botella de vino espa?ol.
Babelia
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