Alimentos sanos

En las p¨¢ginas de Sociedad de la edici¨®n del 25 de marzo, EL PA?S public¨® un extenso reportaje sobre la comida verde con un titular: M¨¢s caros, m¨¢s feos, m¨¢s sanos, cuya ¨²ltima afirmaci¨®n no est¨¢ justificada ni se ajusta a la realidad. Sus lectores deber¨ªan conocer que el Reglamento CEE n¨²mero 2092/91 sobre la producci¨®n ecol¨®gica, aplicable en toda la Uni¨®n Europea, indica claramente en su art¨ªculo 10.2 que no podr¨¢ figurar en el etiquetado ni en la publicidad ninguna menci¨®n que sugiera al comprador una calidad nutritiva o sanitaria superior. Porque no hay ninguna evidencia cient¨ªfica que lo justifique.

Tambi¨¦n sorprende que se presente a Espa?a en una posici¨®n de retraso frente al crecimiento de la agricultura ecol¨®gica en Alemania, cuando hace 50 a?os la proporci¨®n de cultivos en Espa?a que no usaban fertilizantes o fitosanitarios era muy superior a la actual. Es opinable si vamos o no por el buen camino, pero no olvidemos que con el salario m¨ªnimo (un jornal) hace 50 a?os se pod¨ªan comprar tres kilos de trigo, y hoy podemos adquirir m¨¢s de 200 kilos. Toda actividad humana -incluyendo la producci¨®n de alimentos- es mejorable. Pero es dif¨ªcil hacerlo con una denominaci¨®n de origen excluyente respecto a ciertos medios de producci¨®n autorizados como es la agricultura ecol¨®gica.

Por otra parte, en una ¨¦poca donde no se puede reducir la producci¨®n de alimentos y a la vez hay que reducir al m¨ªnimo el impacto ecol¨®gico de cada kilo producido, es cuestionable recurrir a sistemas menos eficientes en la producci¨®n de alimentos. Si vemos con satisfacci¨®n que los coches modernos necesitan menos combustible para recorrer 100 kil¨®metros, tambi¨¦n deber¨ªamos congratularnos cuando la agricultura cada vez necesita menos superficie para producir una determinada cantidad de alimentos.-