Ordeno y mando

Dec¨ªa un emblem¨¢tico l¨ªder mexicano: 'El poder es siempre una disputa entre dos hegemon¨ªas. Hay uno, desde arriba, que decide por la sociedad, y hay otro, el alcanzado por un grupo de iluminados, que, a veces, desplaza al primero, toma el poder y tambi¨¦n decide por la sociedad. En esta lucha de hegemon¨ªas siempre hay una buena, la que gana, y otra mala, la que pierde. Pero para el resto de la sociedad esa lucha no es fundamental'.

Si trasladamos lo arriba expuesto a las democracias establecidas, puede decirse que el que gana unas elecciones siempre tiene raz¨®n, y a los que han perdido, mejor no hacerles caso, pues han perdido toda credibilidad por el camino. Contemplando el panorama nacional vemos que resulta pol¨ªticamente incorrecto oponerse a la pol¨ªtica gubernamental contra el terrorismo, pues levantar¨ªas sospechas; discrepar de la iniciativa del Gobierno que va en contra de una resoluci¨®n judicial, poner peros a una ley de inmigraci¨®n que vulnera ciertos principios constitucionales, tener una posici¨®n cr¨ªtica en un Plan Hidrol¨®gico que provoca el rechazo de mucha gente afectada, y as¨ª un largo etc¨¦tera. Son programas y leyes que intentan imponerse con la fuerza de unos votos que entra en conflicto con la fuerza de la raz¨®n. Ciertamente es del todo impresentable ningunear la discrepancia haci¨¦ndola pasar por el aro del ordeno y mando.