Los socialistas serbios quedan a la deriva tras el arresto de Milosevic
El SPS anuncia protestas para el s¨¢bado
El Partido Socialista de Serbia (SPS), que todav¨ªa preside el encarcelado ex presidente Slobodan Milosevic, ha perdido de momento a su l¨ªder, pero trata de hacer de la necesidad virtud. Afirma el SPS que los ¨²ltimos sucesos servir¨¢n para hacer m¨¢s prietas sus filas, y advierte de que iniciar¨¢ protestas este s¨¢bado si Milosevic no recibe la oportunidad de defenderse en libertad. El presidente de Serbia, Milan Milutinovic, vicepresidente del SPS, ha dimitido de todos los cargos directivos en el partido por no estar de acuerdo con la l¨ªnea de actuaci¨®n.
La p¨¦rdida del padre, encarcelado en la prisi¨®n central de Belgrado, ha dejado al SPS m¨¢s a la deriva de lo que se encontraba tras el desastre sufrido en las elecciones de Serbia el pasado diciembre, cuando s¨®lo consigui¨® 37 de los 250 esca?os del Parlamento. En una reuni¨®n de la comisi¨®n ejecutiva del SPS, la direcci¨®n ac¨¦fala ha escogido a siete miembros que actuar¨¢n como una especie de gestora. El n¨²mero de gestores ha provocado de forma casi inevitable el mote de 'los siete enanitos'.
El SPS trata de salvar los restos del naufragio. Para ello no se les ha ocurrido nada mejor que recurrir a la movilizaci¨®n de sus militantes a base de esgrimir el efecto compasi¨®n con su l¨ªder encarcelado. Exige el SPS que se ponga en libertad a Milosevic hasta ma?ana viernes para poder defenderse como hombre libre. Si no liberan a Milosevic, el SPS amenaza con iniciar las movilizaciones populares este s¨¢bado. As¨ª lo declar¨® uno de los siete enanitos, el vicepresidente y jefe del grupo parlamentario Branislav Ivkovic, quien tuvo una intervenci¨®n muy importante en las negociaciones para convencer a Milosevic de que deb¨ªa entregarse a las autoridades.
Parece como si Ivkovic no estuviese del todo convencido de la capacidad de convocatoria del SPS en estos momentos. As¨ª se desprende de la caracterizaci¨®n que hizo de los afiliados a su partido: 'El problema con los miembros del SPS es que son gente de familia, que no sabe pelear'. No obstante, Ivkovic asegura: 'Nuestros miembros quieren pasar el d¨ªa y la noche delante de la prisi¨®n central hasta que se le posibilite a Slobodan Milosevic defenderse en libertad. Si eso no ocurre, iniciaremos las concentraciones'.
El SPS podr¨ªa aprovechar ahora la oportunidad para purgar sus filas de los elementos m¨¢s comprometidos con el r¨¦gimen de Milosevic y convertirse al fin en un partido socialista o incluso socialdem¨®crata similar a los surgidos en los pa¨ªses vecinos tras la ca¨ªda del comunismo. Algunos de ellos han llegado incluso al poder. La confusi¨®n reinante en sus filas no parece que vaya a hacer viable este proyecto. El semanario Vreme resum¨ªa con precisi¨®n la situaci¨®n que atraviesa el SPS: 'En el primer momento Milosevic ayudar¨¢ al SPS a hacerse emocionalmente m¨¢s homog¨¦neo y a engancharse a ¨¦l como a un m¨¢rtir y v¨ªctima de las nuevas autoridades y la comunidad internacional. Con el paso del tiempo se abrir¨¢ la cuesti¨®n de su herencia, sobre la cual Milosevic podr¨¢ influir cada vez menos'.
Dos miembros destacados han causado baja en el SPS: uno dimiti¨® de la direcci¨®n y se queda en militante de base y a otro lo expulsaron. A Dragan Tomic, que fue presidente del Parlamento serbio hasta el pasado diciembre, le expulsaron por haber dejado al SPS sumido en deudas. El presidente de Serbia y vicepresidente del SPS, Milan Milutinovic, dimiti¨® de todos sus cargos directivos en el partido. Milutinovic declar¨® que no pod¨ªa soportar por m¨¢s tiempo las presiones que ejerc¨ªa sobre ¨¦l su propio partido, el SPS. Afirm¨® Milutinovic que ¨¦l esperaba que en el SPS 'prevaleciera el esp¨ªritu de la tolerancia y apertura, que se convirtiera en un verdadero partido de oposici¨®n moderno con una fuerza creciente en el escenario pol¨ªtico de Serbia'. Seg¨²n Milutinovic, el SPS act¨²a en contra de sus intereses y se ha convertido en algo en lo que no quiere participar.
Abucheos para Mira
Para Mirjana Markovic, Mira, las visitas a su marido en la c¨¢rcel empiezan a convertirse en un via crucis. La negativa de los guardias de la puerta a permitir a Markovic entrar en el patio de la c¨¢rcel a bordo de un lujoso BMW negro y con cristales opacos la obliga a echar pie a tierra. Esto deja a la esposa de Milosevic sometida a la befa y escarnio de los transe¨²ntes.Unos j¨®venes se percataron de la presencia de la otrora todopoderosa Markovic y la insultaron. La mujer, que un d¨ªa se gan¨® el mote de la bruja roja de Dedinje, respondi¨® con una mirada altanera y llena de desprecio. Markovic ha tenido que procurar un ch¨¢ndal para su amado Slobo. A Milosevic, como a cualquier recluso, le quitaron el cintur¨®n para impedir cualquier intento de suicidio. Como se le ca¨ªan los pantalones, Milosevic se lament¨® de ello y su esposa le llev¨® un ch¨¢ndal. En la c¨¢rcel, Milosevic fuma tabaco marca Drina, una popular marca serbia. Un equipo de la televisi¨®n p¨²blica alemana ARD pudo grabar la indignaci¨®n de unas amas de casa, que no se recataban en declarar: 'Esta noche s¨®lo tengo para cenar un huevo y un pimiento. Pasamos hambre y ¨¦se de ah¨ª seguro que come mejor que todas nosotras'.
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