Pedro Ferreras D¨ªez
Tras una primera fase de exitosas privatizaciones, las dificultades para vender Iberia pasan
factura al presidente de SEPI, un abogado llegado a Madrid de la mano del 'clan Piqu¨¦'.
El pasado martes 3, el presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) debi¨® tragarse uno de esos sapos ma?aneros que se supone atraviesan de vez en cuando los es¨®fagos de los hombres dedicados a la cosa p¨²blica. Y lo hizo en p¨²blico. Mientras Iberia se estrenaba en Bolsa por debajo del precio de colocaci¨®n y se deslizaba por la 'senda bajista' en el mercado de valores, Pedro Ferreras -traje de raya diplom¨¢tica y corbata de lunares-, atento al panel en la Bolsa de Madrid, cruzaba las manos, compon¨ªa el gesto... y se tragaba el sapo. Los problemas de la colocaci¨®n de Iberia, su bajo precio y el mal arranque en el parqu¨¦ chafaron el broche de lo que hasta hace poco hab¨ªa sido una brillante carrera privatizadora. Bajo su lema personal de 'sanear, consolidar y privatizar', en apenas cinco a?os Ferreras ha vendido nada menos que 35 empresas, por las que el Estado ha ingresado casi tres billones de pesetas.
Pedro Ferreras lleg¨® a Madrid siendo un perfecto desconocido en el mundo pol¨ªtico y empresarial. Y lo cierto es que, en cuanto a proyecci¨®n p¨²blica se refiere, mantiene un bajo perfil. Apenas hace declaraciones, no concede casi entrevistas, no le gusta dar cuentas en el Congreso y siempre ha vestido su gesti¨®n como absolutamente t¨¦cnica y al margen de la pol¨ªtica. 'Aqu¨ª no hacemos pol¨ªtica, hacemos empresas', ha dicho. Pero eso no ha sido obst¨¢culo para que en el transcurso de varias negociaciones no haya tenido ning¨²n empacho en recordar a sus oponentes -a veces importantes compa?¨ªas o instituciones financieras- que tras de s¨ª ten¨ªa la fuerza y el apoyo del Gobierno, a quien no conviene disgustar.
Seg¨²n unos, negocia casi a cara de perro, con soberbia; seg¨²n otros, mantiene en todo momento una 'fr¨ªa afabilidad' y defiende con firmeza sus puntos de vista, aunque termine mostrando 'cierta flexibilidad'. Todos coinciden al afirmar que es una persona 'muy lista'. Y discreta. Apasionado de su familia -que le mira desde una gran foto sobre la mesa de su despacho-, fuma un pitillo tras otro y le gusta la ¨®pera, navegar y el esqu¨ª. Con una vida repartida entre Madrid y Barcelona, donde vive su familia y donde abri¨® un pr¨®spero despacho, es reh¨¦n del puente a¨¦reo.
Aunque naci¨® en Le¨®n hace 46 a?os, a Ferreras en Madrid se le toma por catal¨¢n. De hecho, el presidente de SEPI ha realizado en Barcelona gran parte de su vida profesional. Licenciado en Derecho por la Universidad de Oviedo, en 1984 ingresa en el Cuerpo de Abogados del Estado y ejerce como tal en Barcelona hasta 1989. Ese a?o solicita la excedencia y se centra en el despacho profesional que abre en la misma ciudad, donde su mujer, Berta, es una de las notarias de renombre.
Ferreras llega a la pol¨ªtica de la mano del clan Piqu¨¦, con el que toma contacto siendo secretario del consejo de Iniciatives, la sociedad de capital riesgo de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona. Con los ministros Piqu¨¦ y Birul¨¦s coincide tambi¨¦n en la Cerdanya, donde los tres compran -mediante leasing- sendos chal¨¦s. Y con Piqu¨¦ se viene al Ministerio de Industria para ser subsecretario. Elegido presidente de Teneo en junio de 1996, pr¨¢cticamente lo primero que hace al asumir el cargo es suprimir la estructura que hab¨ªa dise?ado el PSOE para el antiguo INI. Teneo -que agrupaba a las empresas p¨²blicas viables- y la Agencia Industrial del Estado -que reun¨ªa a las condenadas a vivir del presupuesto p¨²blico- desaparecen y en un totum revolutum, donde, seg¨²n el PSOE, ha dominado 'la falta de transparencia y el oscurantismo', todas las empresas se agrupan bajo el paraguas de SEPI. A partir de entonces, empieza la mayor andanada privatizadora de la empresa p¨²blica espa?ola.
Ferreras se deshace de lo f¨¢cil -como Endesa- o de algo m¨¢s complicado -como Inespal- aparentemente sin problemas. El buen entendimiento que siempre ha tenido con los sindicatos -a los que nunca se ha enfrentado- y el buen momento econ¨®mico le ayudan en un proceso para el que ha contado con parte del equipo t¨¦cnico tradicional del antiguo INI y con dos hombres de su confianza, ambos catalanes. Primero, Joaquim Clotet, que cae como viepresidente de SEPI tras el fiasco en la privatizaci¨®n de Babcock Wilcox -que se preadjudica a una empresa en quiebra- y ahora, con Jordi Dag¨¢, con quien coincidi¨® en Iniciatives.
Al terminar la primera legislatura del PP, Ferreras hab¨ªa cumplido sus objetivos fundamentales, y todo parec¨ªa indicar, porque as¨ª lo hab¨ªa dejado entrever, que 'volv¨ªa a casa'. Como dicen algunos que le conocen, 'ya hab¨ªa hecho curr¨ªculum', y con el nuevo bagaje empresarial, volver¨ªa a reincorporarse al bufete. Seg¨²n las mismas fuentes, el ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato, le convenci¨® para que permaneciera en el cargo. A cambio, SEPI, despojada ya de casi todos sus activos, acoger¨ªa en la nueva fase todas las empresas p¨²blicas, desde RTVE hasta Paradores, la agencia Efe o Trasmediterr¨¢nea.
Nunca segundas partes fueron buenas, y Pedro Ferreras se encuentra ahora en uno de sus momentos m¨¢s bajos. No ha conseguido reunir todav¨ªa a todas las empresas p¨²blicas apetecidas; ha sacado a trancas y barrancas la privatizaci¨®n de la Empresa Nacional Santa B¨¢rbara, y la venta de Iberia -a la que m¨¢s horas ha dedicado- ha dejado mal sabor. Adem¨¢s, SEPI ni siquiera est¨¢ en la ¨®rbita de Rodrigo Rato, y depende ahora del Ministerio de Hacienda, cuyo titular es Crist¨®bal Montoro.
Seg¨²n palabras del propio Ferreras, Iberia ha sido la operaci¨®n que m¨¢s le ha 'apasionado' y que m¨¢s paciencia le ha hecho perder. Es tambi¨¦n la que m¨¢s ha castigado su imagen p¨²blica. Y, pese a ello, afirma que va a echar de menos la compa?¨ªa. Ahora, sus esfuerzos se centrar¨¢n en RTVE.
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