CC OO denunciar¨¢ por amenazas a los dos empresarios que explotaban a 14 'sin papeles'
El Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero cuatro de Barakaldo instruye las diligencias previas
El asunto est¨¢ todav¨ªa en diligencias previas. El Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero cuatro de Barakaldo tendr¨¢ que decidir si hay indicios de delito en el comportamiento de los empresarios de la construcci¨®n, Jos¨¦ Antonio R.F., de 47 a?os, y su hijo, Jos¨¦ Antonio R.E., de 21 a?os, que contrataron a 14 inmigrantes colombianos sin papeles para realizar arreglos en tejados y fachadas. Ambos figuran como administradores ¨²nicos de Construcciones Rodr¨ªguez Freire y Rehabilitaciones y Reformas Freire, con sede en Sestao. Los empresarios obligaban a los extranjeros a trabajar en domingos y festivos sin contrato ni seguridad social y por sueldos muy inferiores a los del convenio.
CC OO, que se personar¨¢ el pr¨®ximo martes en el caso, ha acompa?ado a estos inmigrantes desde que los propios afectados denunciaron su situaci¨®n en el Centro de atenci¨®n a inmigrantes (CITE) de este sindicato. Comisiones acusa a los empresarios de atentar contra los derechos de los trabajadores, entre otros delitos. La denuncia tambi¨¦n incide en que los empresarios han incumplido la Ley de prevenci¨®n de riesgos laborales, ya que los colombianos trabajaban en la rehabilitaci¨®n de fachadas y tejados 'sin arneses, cascos ni ninguna medida de seguridad y han llegado a trabajar hasta en un duod¨¦cimo piso de altura', asegura Andoni Basterra, de Comisiones.
Problemas judiciales
Los dos empresarios, que fueron detenidos y permanecieron dos noches en la Jefatura superior de polic¨ªa de Bilbao, han quedado en libertad sin fianza tras prestar declaraci¨®n ante la juez de Barakaldo. ?ste no es el primer problema que tiene con la Justicia Jos¨¦ Antonio R.F., un empresario de la construcci¨®n contra el que pesan varias denuncias de trabajadores locales por condiciones salariales y laborales.
En opini¨®n de CC OO, que se personar¨¢ el martes en el caso y que tiene previsto a?adir a la denuncia una nueva por las amenazas que aseguran haber recibido dos de los extranjeros, los empresarios han violado cinco art¨ªculos del C¨®digo Penal, entre los que se encuentran la situaci¨®n de superioridad del empresario para imponer condiciones gravosas y el tr¨¢fico ilegal de trabajadores. 'Entendemos que hay responsabilidades penales; el problema es que la judicatura es muy reacia a admitir delitos penales relacionados con el ¨¢mbito laboral', dicen en Comisiones. 'Queremos que haya sentencias ejemplificadoras', a?aden.
En este sindicato conocen bien las reticencias de los jueces a la v¨ªa penal porque el de los 14 indocumentados colombianos no es el primer caso de explotaci¨®n laboral de inmigrantes que han denunciado. CC OO y C¨¢ritas ayudaron a desmantelar en mayo del a?o pasado una red empresarial que explotaba a 16 ecuatorianos en varios tajos en Basauri. Como en este caso, la Inspecci¨®n de Trabajo y la polic¨ªa detuvieron al responsable, titular de las empresas Covar y Urivex, con sede en Bilbao, que introduc¨ªa ilegalmente a mano de obra ecuatoriana. Seg¨²n aseguraron los propios afectados, en Ecuador se les promet¨ªa un contrato en regla y un sueldo de 180.000 pesetas mensuales, unas condiciones que al llegar aqu¨ª se desvanec¨ªan en el aire.
En ese proceso judicial, la denuncia laboral prosper¨® y el empresario acab¨® pagando una jugosa indemnizaci¨®n a los trabajadores ecuatorianos. Sin embargo, la denuncia penal por tr¨¢fico ilegal de mano de obra fue sobrese¨ªda, algo que CC OO no quiere que ocurra con los trabajadores colombianos.
Este sindicato y C¨¢ritas aseguran que son una minor¨ªa los casos de explotaci¨®n laboral de extranjeros que llegan a los tribunales y que los sectores donde m¨¢s se dan estos abusos son la construcci¨®n, el servicio dom¨¦stico y el forestal. 'Hay internas cobrando 10.000 pesetas al mes en casas donde el frigor¨ªfico est¨¢ candado y donde les recriminan que se duchen', cuenta Miguel ?ngel Val, de C¨¢ritas, como ejemplo de la 'tremenda explotaci¨®n' que existe.
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