Los inmigrantes encerrados radicalizar¨¢n su posici¨®n en Valencia si no hay acuerdo el d¨ªa 18
Alrededor de 40 personas cumplen tres meses de encierro en la parroquia de la Malva-rosa
Desde que iniciaron su encierro el pasado 17 de enero en la parroquia de La Inmaculada, en la Malva-rosa, los cerca de 40 inmigrantes han trasladado su protesta a los campus universitarios de Blasco Ib¨¢?ez y Los Naranjos, las iglesias del Pilar y Santo Tom¨¢s y la asociaci¨®n de vecinos de Benimaclet. Ayer cumplieron su d¨ªa 87, nuevamente en la Malva-rosa, donde mantuvieron una reuni¨®n con la Coordinadora de Entidades de Solidaridad con los Inmigrantes y recibieron las visitas solidarias de los vecinos, que les proporcionan alimentos, ¨²tiles de aseo y ropa para mantener su encierro.
Marcia, portavoz de la coordinadora y de la asociaci¨®n ecuatoriana Rumi?aui, explic¨® que conf¨ªan en que la Delegaci¨®n del Gobierno d¨¦ luz verde el pr¨®ximo mi¨¦rcoles a un acuerdo similar al alcanzado en otras autonom¨ªas, que permitir¨ªa a los inmigrantes lograr un permiso de residencia con exenci¨®n de visado por motivos humanitarios y familiares. 'Si no hay respuesta, el pr¨®ximo mi¨¦rcoles se radicalizar¨¢n las medidas de lucha', dijo Marcia -que s¨ª cuenta con sus papeles en regla- 'porque la situaci¨®n de las familias es dram¨¢tica y ya llevamos tres meses de encierro'.
Eduardo, el portavoz del colectivo de bolivianos, asegura que los encerrados se han convertido en una gran familia que se entiende en castellano y franc¨¦s.
'La comunicaci¨®n ha mejorado, adem¨¢s, gracias a las clases que nos imparten unos profesores de estas lenguas', asegura Eduardo, aunque Abel matiza que la convivencia de un grupo de personas con or¨ªgenes tan diferentes no ha sido f¨¢cil y han tenido que aprender a convivir con culturas, religiones y h¨¢bitos diferentes.
A ello ha contribuido la solidaridad de los ciudadanos, que han aportado cerca de 11.000 firmas de apoyo a las reivindicaciones de los inmigrantes que no disponen de papeles, as¨ª como la presencia continuada de vecinos que acuden diariamente a verles, conversar con ellos y proveerles de los art¨ªculos de primera necesidad que requieren.
El viernes regresaron con su encierro a cuestas a la parroquia de La Inmaculada y algunos de ellos -cat¨®licos- desfilaron en las procesiones de la Semana Santa Marinera del barrio en espera de una pronta soluci¨®n. Que cada uno a su manera, musulmanes, cat¨®licos y paganos, reclama a su Dios y a la Administraci¨®n espa?ola.
En el recinto de la parroquia ayer les toc¨® la intendencia al colectivo de nigerianos que a media tarde se aprestaba a preparar la cena para todos los inmigrantes, mientras ecuatorianos y bolivianos aprovechaban la cercan¨ªa de la playa para jugar un partidillo de f¨²tbol y desentumedecer m¨²sculos.
El ruego de todos los encerrados lo expres¨® Eduardo, cuya mirada no ocultaba su cansancio: 'Hemos venido a pagarles con progreso a la sociedad espa?ola. S¨®lo pedimos permiso para trabajar para sacar adelante a nuestras familias.
El representante boliviano, que tuvo que dejar la recolecci¨®n de c¨ªtricos en Vila-real por falta de papeles, tiene claro que en la Comunidad Valenciana espera una soluci¨®n al problema que dej¨® en su pa¨ªs: 'Los 35.000 d¨®lares de deuda con un banco participado por el Santander fruto de una hipoteca que no pude pagar y unos intereses que han ido subiendo aceleradamente'.
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