EE UU se enfrenta al resto del mundo por su rechazo al Protocolo de Kioto

Estados Unidos ha decidido acabar con el Protocolo de Kioto, sobre reducci¨®n de emisiones de di¨®xido de carbono, aunque eso le suponga enfrentarse a todos los dem¨¢s pa¨ªses del mundo. Una reuni¨®n informal de ministros celebrada el s¨¢bado en Nueva York, a la que asistieron representantes de m¨¢s de 40 pa¨ªses, demostr¨® que la posici¨®n de George W. Bush carece de apoyos y, adem¨¢s, resulta incomprensible para el resto de la comunidad internacional.

La reuni¨®n de Nueva York sirvi¨® para constatar el extra?o papel que asume Estados Unidos como villano en las negociaciones mundiales sobre cambio clim¨¢tico y poco m¨¢s. El holand¨¦s Jan Pronk, presidente de la ronda negociadora que deber¨ªa concluir el a?o pr¨®ximo con la ratificaci¨®n del Protocolo de Kioto por parte de los pa¨ªses firmantes, convoc¨® una nueva cita el mes pr¨®ximo, en Estocolmo (Suecia), con el fin de tratar de alcanzar un consenso antes de la decisiva reuni¨®n que se celebrar¨¢ en Bonn (Alemania) entre el 16 y el 27 de julio.

'Todas las delegaciones participantes han pedido a Estados Unidos que reconsidere su postura', explic¨® Pronk tras el encuentro. 'El anuncio efectuado por el presidente Bush en marzo, en el sentido de que su pa¨ªs se desvinculaba del Protocolo de Kioto y romp¨ªa un trabajoso acuerdo multilateral, nos pareci¨® incomprensible. Y hoy seguimos sin entender la posici¨®n estadounidense', a?adi¨®.

Cuando Bush rompi¨® con Kioto, argument¨® que el compromiso para reducir las emisiones de gases que provocan un cambio clim¨¢tico estaba 'condenado al fracaso' porque los pa¨ªses en desarrollo no iban a poder sumarse al mismo. El s¨¢bado, representantes de esos pa¨ªses, encabezados por la delegaci¨®n china, se declararon conformes con los compromisos de Kioto y satisfechos con las ayudas financieras que, de acuerdo con el documento redactado por Jan Pronk, iban a recibir para ser capaces de ponerlos en pr¨¢ctica.

Sin explicaciones

La delegaci¨®n estadounidense se encontr¨® en una situaci¨®n inc¨®moda, porque se vio obligada a encerrarse en el no sin poder ofrecer m¨¢s explicaciones. Los razonamientos de George W. Bush, ex empresario del petr¨®leo, no son comprendidos ni dentro ni fuera de EE UU. El nuevo inquilino de la Casa Blanca dice hablar en nombre de los pa¨ªses m¨¢s pobres [el s¨¢bado se demostr¨® que no era as¨ª] y propone una ecuaci¨®n distinta a la de Kioto: no desea que se establezcan objetivos internacionales para reducir la emisi¨®n de CO2, y sostiene que ser¨ªa mejor fomentar la reconversi¨®n de las industrias m¨¢s contaminantes y favorecer el uso de combustibles limpios. Pero en su primer presupuesto no destina apenas dinero a esos fines.

La Uni¨®n Europea, convertida en la m¨¢s firme defensora de los objetivos de Kioto, ratific¨® ayer que estaba dispuesta a ratificar el tratado el a?o pr¨®ximo, con o sin Estados Unidos. Pero otros pa¨ªses creen que ser¨ªa in¨²til ir adelante sin contar con la mayor potencia, que resulta ser adem¨¢s el pa¨ªs m¨¢s contaminante del planeta.