Montenegro, un pa¨ªs partido en dos
Kolasin refleja la divisi¨®n entre independentistas y partidarios de conservar la actual Yugoslavia
Kolasin es una ciudad tan dividida como Montenegro. Como en el resto del pa¨ªs, la poblaci¨®n de este peque?o pueblo monta?¨¦s divide sus votos entre independentistas y partidarios de permanecer dentro de Yugoslavia.
En ninguna otra parte de Montenegro se constata de una forma tan clara la existencia de un pa¨ªs dividido como en Kolasin. A menos de dos horas de carretera al norte de Podgorica, en esta peque?a localidad de bellas monta?as montenegrinas tiempos no tan remotos hablan de tr¨¢gicas rivalidades. All¨¢ por 1918, cuando Montenegro fue anexionado a Serbia, ya se enfrentaron los blancos con los verdes. En t¨¦rminos de fronteras, los proserbios con los que defend¨ªan el derecho a seguir como un pa¨ªs independiente. No menos atroz fue la sangrienta lucha entre chetniks (ultraderecha nacionalista) y los partisanos de Tito durante la II Guerra Mundial. De aquel entonces, todav¨ªa hoy vive gente en Kolasin, que recuerda con pavor los escalofriantes cementerios de perros. Aquellos camposantos en los que los nacionalistas humillaban a sus vencidos crucificando un perro vivo en cada cruz de la tumba de los derrotados. 'Asesinaban al amigo del hombre y dejaban correr su sangre sobre la tumba de los partisanos', relata el anciano Ratko. 'Siempre hemos estado divididos', asevera como si nada Milena, una granjera entrada en a?os, mientras intenta hacer que se mueva su caballo de tiro entre el barro. Y sentencia: 'Quien quiera que separe a Montenegro de Serbia, que Dios le arrebate la vida'. Se le hiela entonces a Milena la sangre en las venas cuando su joven hija manifiesta su apoyo por las ideas secesionistas del presidente montenegrino, de 39 a?os, Milo Djukanovic. 'Compruebe usted misma lo que est¨¢ pasando en la pobre Yugoslavia', pide la mujer, 'incluso las familias estamos divididas'. Apenas 200 votos son los que han dado la victoria en Kolasin al bloque Juntos por Yugosalvia, del paneslavo Predrag Bulatovic, nacido en Kolasin, y se la han negado a la coalici¨®n Victoria de Montenegro, del presidente Djukanovic, en las elecciones parlamentarias del pasado domingo en esta peque?a rep¨²blica adri¨¢tica.
'?Quien quiera que separe a Montenegro de Serbia, que Dios le arrebate la vida!'
Como en el resto del pa¨ªs. En ninguna localidad la diferencia entre independentistas y partidarios de permanecer dentro de la Rep¨²blica Federal de Yugoslavia (Serbia y Montenegro) ha superado los 5.000 votos. Por eso, en este pueblo de una sola calle que es Kolasin existen dos puntos de encuentro que representan este pa¨ªs dividido. En el bar Independencia, un grupo de j¨®venes en paro o con salarios de miseria (m¨¢s del 60% de desempleo y sueldos de 100 marcos mensuales, 8.500 pesetas) debaten sobre qu¨¦ pasar¨¢ de ahora en adelante. 'Convocaremos el refer¨¦ndum', estiman los m¨¢s optimistas frente a los que todav¨ªa andan con caras tristes y prefieren concentrarse en su cerveza tras la ajustada victoria de la coalici¨®n pro independencia del pasado domingo. Aunque todos coinciden en algo: 'No habr¨¢ violencia, todo acabar¨¢ de forma pac¨ªfica'.
Ni siquiera a 100 metros del bar Independencia tal aseveraci¨®n se pone en entredicho. Ya el nombre del local tiene tintes de limpieza ¨¦tnica: 'Sarajevo serbio'. Alrededor de una mesa de billar, unos j¨®venes con un sospechoso bulto en la chaqueta se muestran reacios a hablar. Pero la rakija (el aguardiente local) les envalentona y les suelta la lengua. Apoyado sobre el taco, para no perder el equilibrio, uno de ellos expone con un golpe seco su pistola como todo argumento sobre el verde de la mesa: '?Cree que no vamos a luchar si pretenden arrebatarnos nuestro pa¨ªs?'. 'Aqu¨ª todos somos lo mismo', a?ade, y al mismo tiempo alza los tres dedos de la mano derecha, el signo de identidad de los serbios.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.