El gui¨®n m¨¢s duro de Hollywood
Los escritores de la industria cinematogr¨¢fica de EE UU se rebelaron por dignidad y por dinero
Ben Hecht, uno de los mejores guionistas de los a?os dorados de Hollywood, autor entre otros cl¨¢sicos de Encadenados, que dirigi¨® Hitchcock, sol¨ªa contar: 'Lo que m¨¢s recuerdo de mi paso por la meca del cine era entrar en la oficina de un productor y preguntarle por qu¨¦ ten¨ªa que cambiar, destripar, mutilar y vaciar el gui¨®n. Por qu¨¦ ten¨ªa que dejar a mi h¨¦roe sin comentarios inteligentes y escribir un final cursi que me revolv¨ªa las tripas. La mitad de los escritores protestan por estas cosas. La otra mitad sufre en silencio. Los psicoanalistas y la bebida acaban con los dos'.
Medio siglo despu¨¦s, las cosas no han cambiado mucho, salvo quiz¨¢ lo del acohol, que ya no se estila en la sana y soleada California. 'Los problemas siguen siendo los mismos, nos tratan como a una subespecie humana. Esta gente (por los productores) siempre se olvida de que sin nosotros, nadie tendr¨ªa trabajo en Hollywood', asegura Joe Forristal. Despu¨¦s de colaborar en el show m¨¢s conocido de la televisi¨®n estadounidense, Saturday Night Live, Forristal hace lo que todos los guionistas de Hollywood: tratar de vender sus historias al mejor postor.
'El poder en los estudios ha pasado por las manos de los productores, de los directores o de los actores, pero nunca de los escritores. Comparado con todos los millones que se manejan en esta ciudad, somos obscenamente pobres', se queja Forristal, bromeando pese a las ¨²ltimas semanas de tensi¨®n.
Pobres y pobres
Pero hay pobres y pobres. El Writers Guild of America (WGA), que ha llevado las negociaciones con los estudios, cuenta con 11.500 miembros en situaciones muy dispares. Su presidente, John Wells, productor, entre otras, de la serie Urgencias, gana unos 35 millones de d¨®lares al a?o (unos 6.500 millones de pesetas). Pero el salario medio de un guionista, seg¨²n las cifras del sindicato, ronda los 7.500 d¨®lares al mes (1.400.000 pesetas). Eso cuando tienen trabajo, porque la mitad suele estar regularmente en paro.
El convenio firmado el viernes supondr¨¢, seg¨²n el sindicato, un aumento econ¨®mico para los guionistas de 41 millones de d¨®lares (unos 7.600 millones de pesetas) en los pr¨®ximos tres a?os y de 90 millones (16.650 millones de pesetas) en seis a?os.
De ah¨ª que los derechos residuales -el porcentaje que los autores cobran cada vez que sus obras se venden en DVD, a las televisiones o al extranjero- hayan supuesto hasta ahora un salario complementario o ¨²nico para muchos de ellos. Estos derechos datan de los d¨ªas gloriosos de la radio, en los a?os veinte y treinta, cuando las estrellas de entonces empezaron a pedir parte de las ganancias cuando se repet¨ªa la emisi¨®n de sus programas. En los a?os cincuenta se aplic¨® el mismo sistema a la televisi¨®n y en los setenta al v¨ªdeo.
Una buena historia de un autor cotizado puede alcanzar los dos millones de d¨®lares (372 millones de pesetas), pero por norma general un gran estudio paga una media de 100.000 d¨®lares por un primer gui¨®n. El proceso es lento y laborioso. El escritor recibe un primer adelanto de 35.000 d¨®lares por escribir un borrador y otros 35.000 cuando lo entrega acabado. Se le devuelve anotado y cobra otros 15.000 d¨®lares por corregirlo. Pulirlo cuesta 15.000 m¨¢s. El proceso habr¨¢ tardado un a?o. Luego est¨¢ la comisi¨®n del agente y del abogado -un 25%-, y por ¨²ltimo el bocado de Hacienda, la mitad de lo que quede. 'Al final cobro menos que un obrero', calcula Forristal.
'Por eso vivimos siempre pendientes del pr¨®ximo trabajo e intentamos sumar proyectos. Yo tengo dos con Warner Brothers y estoy loco por acabarlos para cobrar lo antes posible'. Forristal se prepar¨® como pudo para la huelga esperando 'no terminar vendiendo hamburguesas en McDonald's'.
'Lo dif¨ªcil no es escribir, sino tener ¨¦xito. Las probabilidades son casi nulas. Los productores se quedan con uno de cada mil guiones que reciben. Tambi¨¦n es cierto que les env¨ªan de todo. ?sta es una de las pocas profesiones en las que no se necesita ninguna cualificaci¨®n. Puede meterse a guionista desde la ni?era hasta mi abuela', a?ade Forristal. Apenas el 1% de los guiones acaban convirti¨¦ndose en pel¨ªcula.
'Lo m¨¢s ir¨®nico es que uno puede ganarse la vida relativamente bien escribiendo cosas que nunca salen en pantalla'. Forristal lleva cinco a?os trabajando con un amigo en un gui¨®n para la 20th Century Fox. 'Lo hemos escrito ya cinco veces. Al principio era una historia entre un chico joven negro y un anticuario gay. Pero hemos tenido que cambiar los personajes y ahora es la relaci¨®n entre una chica blanca y un chico blanco'.
Los escritores no suelen tener ning¨²n control sobre lo que han escrito una vez que el texto llega a manos de las productoras. 'Siempre tienes la impresi¨®n de que no toman las decisiones que realmente querr¨ªan porque hay mucha gente y mucho dinero de por medio. Es un proceso incre¨ªblemente largo', comenta Sebastian Junger, autor de Tormenta perfecta. Exigencias de audiencia, esperanzas de taquilla, los guiones se escriben y se reescriben hasta la saciedad. Muchos en Hollywood se ganan la vida retocando las obras de otros. 'Mi vecina, que escribe peor que yo, gana 150.000 d¨®lares por semana corrigiendo el trabajo de los dem¨¢s. Y si eres realmente famoso puede pasar de los 200.000', dice Forristal.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.