El millonario triatleta
Sam Robson Walton (Bentonville, Arkansas, 1948) no es el hombre m¨¢s rico del mundo. Individualmente, todav¨ªa le supera Bill Gates. Pero Walton, m¨¢s conocido como Rob, controla las acciones familiares (las de su madre y sus cuatro hermanos) en Wal-Mart, la mayor cadena de almacenes de Estados Unidos y del planeta. Y en ese sentido s¨ª es seriamente acaudalado: dispone de 65.200 millones de d¨®lares, casi 12 billones de pesetas, de los que unos 3,6 billones est¨¢n a su nombre.
El viejo Sam Walton, el patriarca fundador de Wal-Mart, era un hombre at¨ªpico. Cre¨® el negocio en 1962 y nunca permiti¨® que su creciente riqueza afectara su proverbial taca?er¨ªa y su mayor afici¨®n: acampar en la monta?a con sus amigos (obreros y agricultures) y cazar perdices; en 1984, cuando Wal-Mart super¨® en beneficios a Sears, cumpli¨® su promesa y se present¨® en Wall Street para bailar un hula-hoop. Rob, el primog¨¦nito, es menos taca?o y menos simp¨¢tico que el viejo, muerto de leucemia en 1992, pero igualmente at¨ªpico. ?Cu¨¢ntos grandes empresarios son capaces de tomarse un a?o sab¨¢tico para prepararse para un triatl¨®n? Se prepar¨® y lo consigui¨®: nad¨® 3,8 kil¨®metros, rod¨® otros 180 kil¨®metros en bicicleta y termin¨® con un marat¨®n de 42 kil¨®metros; qued¨® entre los 10 primeros.
A diferencia de su padre, tiene estudios, los de Derecho; a diferencia de su padre, se divorci¨® de su primera esposa y se cas¨® con su secretaria. El viejo Walton desconfiaba de las inversiones internacionales; Rob, en cambio, ha iniciado un proceso de expansi¨®n fuera del mercado norteamericano y ha abierto almacenes, bajo el nombre Wal-Mart o bajo denominaciones locales, en el Reino Unido, Argentina, Brasil, China, Corea del Sur y Alemania. Rob ha querido mantener algunos de los ritos paternos: ¨¦l tambi¨¦n recorre en autom¨®vil Estados Unidos, de almac¨¦n en almac¨¦n y aloj¨¢ndose en hoteles econ¨®micos, y se precia de haber saludado personalmente a los m¨¢s de 40.000 empleados de Wal-Mart. Y mantiene la residencia en Bentonville, el pueblecito familiar de Arkansas, 'para no perder de vista el mundo real'.
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