Los manjares de la abuela

Eran a?os de posguerra y ?ngeles Bueno ten¨ªa que sacar su casa adelante. Su marido estaba enfermo y deb¨ªa procurarse alg¨²n ingreso como fuera. Por aquella ¨¦poca, una mujer no ten¨ªa muchas salidas laborales, as¨ª que no tuvo m¨¢s remedio que echar mano de sus conocimientos culinarios y ponerse a hacer dulces para vender.

No pod¨ªa imaginar que aquellas masas nacidas de las penurias econ¨®micas ser¨ªan el pilar de una empresa familiar que en la actualidad factura alrededor de 200 millones anuales y da empleo a una treintena de trabajadores.

La abuela ?ngeles ten¨ªa un gran aliado: su hijo Jos¨¦, que repart¨ªa los dulces por el vecindario. Con apenas 14 a?os, Pepe se cargaba el tablero en la cabeza y sal¨ªa a tentar a los golosos. Ahora Pepe est¨¢ jubilado, pero el negocio sigue marchando gracias a su mujer, Mar¨ªa Jes¨²s Fern¨¢ndez, y a sus hijos Manuel y Eduardo.

El obrador ha creado la tarta malague?a, en cuya elaboraci¨®n utiliza productos t¨ªpicos de la provincia

Cada d¨ªa salen del obrador Tejeros unos 25.000 pasteles y se gastan en torno a 500 kilos de az¨²car. Los productos son elaborados con mimo, como los hac¨ªa la abuela. '?Secreto? No hay secreto. Son productos artesanos, hechos sin m¨¢quinas, sin conservantes, ni colorantes. No ocultamos la f¨®rmula, aqu¨ª todo el que entra la aprende. Es la ¨²nica forma de que pasen los a?os y esto siga funcionando. De lo contrario, nos morir¨ªamos con la f¨®rmula', comenta Manolo.

Dentro de un par de meses, el obrador se trasladar¨¢ a una nave industrial con unos 600 metros cuadrados, el doble de los que tiene en la actualidad. Manuel lamenta que la abuela no pueda ver hasta d¨®nde ha llegado la empresa.

?ngeles s¨ª lleg¨® a conocer las instalaciones de la calle Tejeros, inauguradas en 1975 y a la que debe su nombre la empresa. En aquella zona de la ciudad se concentraban las f¨¢bricas de tejas y el callej¨®n tomaba su nombre de sus habitantes: los tejeros.

El obrador sigue elaborando casi los mismos productos que preparaba la abuela: borrachuelos, roscos de vino y mantecados por Navidad. Torrijas en Semana Santa; adem¨¢s de hojaldres y pasteles variados. Pero nada de pan. Tejeros adem¨¢s ha introducido en el mercado la tarta malague?a, una invenci¨®n propia hecha con productos del terreno: pasas, vino moscatel y almendras. Demasiado dulce para unos, exquisita para otros.

Manolo recuerda las historias que le contaba su padre de las ¨¦pocas del racionamiento, cuando ten¨ªa que salir huyendo de la Guardia Civil. Pero esos tiempos han quedado muy lejos. Ahora son una empresa moderna, aunque familiar, que comercializa sus productos en toda la provincia y tambi¨¦n en C¨¢diz y Madrid.

El tir¨®n de la demanda ha sido lo que los ha llevado a plantearse el traslado a la nave del pol¨ªgono Centro-Olletas. 'Ya no tenemos espacio suficiente donde estamos', explica Manolo. En las nuevas instalaciones, que ya est¨¢n pr¨¢cticamente acabadas, no s¨®lo dispondr¨¢n del doble de metros cuadrados, sino que podr¨¢n incorporar m¨¢s personal y por lo tanto ampliar la producci¨®n.

La familia se plantea incluso automatizar parte del proceso productivo, aunque, eso s¨ª, conservando el car¨¢cter artesanal que ha hecho famoso al obrador malague?o. La finalidad es atender la creciente demanda de sus clientes.

La empresa naci¨® hace 26 a?os, en 1975, cuando comenzaron a funcionar las instalaciones de la calle Tejeros. Pero, de hecho, la familia tiene el aval de casi 60 a?os de trabajo al servicio del paladar, ya que las primeras hornadas de dulces salieron del horno de la abuela ?ngeles all¨¢ por los a?os cuarenta. 'Por suerte, ella pudo ver el obrador de la calle Tejeros y c¨®mo su hijo montaba y un peque?o imperio comercial', cuenta Manolo sin ocultar su satisfacci¨®n.

Su madre es el alma mater de la empresa. Mar¨ªa Jes¨²s organiza el trabajo, los pedidos y distribuye las faenas del obrador. Todos los miembros de la familia se confiesan orgullosos de la empresa que han logrado consolidar sobre los cimientos que puso la abuela.

Manuel y Eduardo son la tercera generaci¨®n a cargo de la empresa. 'Me da p¨¢nico de la cuarta', bromea Manolo. Pero sabe que el prestigio y el hueco que se ha ganado el obrador gracias a la calidad de sus productos es la mejor garant¨ªa de continuidad.