El dilema de IU-EB
El apoyo a un Gobierno de nacionalistas puede provocar la ruptura de la coalici¨®n en Euskadi
El 12 de septiembre de 1998, mientras posaban para la hist¨®rica foto de la Declaraci¨®n de Lizarra, el portavoz del PNV, Joseba Egibar, dijo al dirigente de IU-EB (Ezker Batua), Antton Carrera: 'De esto no os vais a arrepentir'. Pocas veces un vaticinio pol¨ªtico se ha visto tan descalificado en tan poco tiempo, porque s¨®lo un mes despu¨¦s, en las elecciones auton¨®micas del 25 de octubre, IU-EB bajaba de los 93.291 votos y seis esca?os de 1994 a los 71.064 votos y dos parlamentarios.
Heredera de la tradici¨®n del PCE en Euskadi, que s¨®lo obtuvo un esca?o en las auton¨®micas de 1980 que no revalid¨®, IU subi¨® espectacularmente de la nada a seis esca?os en 1994. Recogi¨® en esas elecciones votos de la extinta Euskadiko Ezkerra -partido de izquierdas y vasquista que presidi¨® Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s y que tuvo nueve esca?os y 125.000 votos en 1986 y desapareci¨® en 1991-, tambi¨¦n votaron a IU muchos simpatizantes socialistas descontentos por los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n y tambi¨¦n recogi¨® el apoyo de algunos sectores de HB que rechazaban la violencia.
Cuando ETA rompi¨® la tregua, IU se distanci¨® de EH y en la pr¨¢ctica se ali¨® al Gobierno vasco
Fue un voto heterog¨¦neo que empez¨® a resquebrajarse en 1998 por la adhesi¨®n de IU-EB al Pacto de Lizarra, con lo que Madrazo comprometi¨® a la ¨²nica fuerza no nacionalista en un pacto soberanista. El m¨¢ximo dirigente de IU-EB atribuy¨® el fracaso a la polarizaci¨®n del voto en las elecciones de 1998.
Consecuente con este an¨¢lisis, Madrazo sigui¨® apostando por Lizarra, de modo que no rompi¨® con ¨¦l cuando ETA rompi¨® la tregua en noviembre de 1999. Pese a las grandes tensiones con la direcci¨®n federal de IU, Madrazo aguant¨® en Lizarra hasta que ETA consum¨® su amenaza con un asesinato en enero de 2000.
Con todo, Madrazo no ha renunciado a la estrategia de alineamiento nacionalista y hasta que el lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, convoc¨® las elecciones vascas, en febrero, mantuvo una equidistancia entre el PP y EH y una aproximaci¨®n pr¨¢ctica a Ibarretxe. Vot¨® con el PNV y EA en el Parlamento contra la propuesta de crear una Comisi¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo. Logr¨® del PNV una reforma de la Ley electoral que favorece las esperanzas de obtener esca?o de IU-EB, con la rebaja del list¨®n del 5% al 3% de los votos para conseguir actas de parlamentario. Madrazo fue el ¨²nico l¨ªder de la oposici¨®n que no pidi¨® a Ibarretxe el adelanto electoral. S¨®lo lo hizo unos d¨ªas antes, cuando ya estaba cantado.
Su actitud ha contado con intervenciones laudatorias de Ibarretxe y del l¨ªder de Eusko Alkartasuna (EA), Carlos Garaikoetxea. Desde el PP y PSE se le ve como un pol¨ªtico 'oportunista' que 'no ha querido enterarse de que en Euskadi hay una raya divisoria, a trav¨¦s del Pacto de Lizarra, entre los violentos y quienes les legitiman, por un lado, y los dem¨®cratas, por otro'.
Esta pol¨ªtica tambi¨¦n le ha creado problemas internos. Madrazo se presenta a estas elecciones con el apoyo de s¨®lo el 57% de IU-EB frente a un 43% que ha quedado fuera de las listas. A escala nacional cuenta con el respaldo del coordinador de IU, Gaspar Llamazares, que le corresponde por el decisivo apoyo que Madrazo le dio en el Congreso de IU, pero con una fuerte oposici¨®n del secretario general del PCE, Francisco Frutos.
Ha pactado con ellos que defender¨¢ un Gobierno PNV-PSOE. En la pr¨¢ctica hace campa?a contra el PP y asegura que si su voto es decisivo no se pronunciar¨¢ por ninguno de los dos bloques. 'No debe caer sobre IU-EB esa responsabilidad', dice. Si opta por los nacionalistas, IU se romper¨¢ en Euskadi.
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