La Alhambra abre al p¨²blico el camino de ronda de su Alcazaba
La Alcazaba (literalmente fortaleza, en ¨¢rabe) fue lo primero que se construy¨® en la Alhambra y tuvo inicialmente s¨®lo un uso militar. En ella llegaron a vivir 1.500 soldados. En el interior del recinto a¨²n pueden contemplarse los cimientos sobre los que se construyeron viviendas, cuadras y mazmorras.
El recinto estaba rodeado por un camino que los guardias recorr¨ªan para evitar ataques y que era conocido como el camino de ronda. ?ste es el espacio que podr¨¢ visitarse ahora los martes, mi¨¦rcoles y jueves por aqu¨¦llos que est¨¦n interesados.
A partir del siglo XIII, los nazar¨ªes le dieron a la zona su actual fisonom¨ªa al a?adirse las grandes torres que conforman su estructura. Todo el recinto qued¨® resguardado dentro de otro exterior, que es lo que puede apreciarse en la actualidad.
El camino de ronda permite acceder a la conocida como Puerta de Armas y a una de las cuatro puertas exteriores por las que los habitantes de la ciudad entraban a la fortaleza. La Alcazaba qued¨® cerrada en parte al p¨²blico hace un a?o a ra¨ªz del descubrimiento de un silo de gran valor para los investigadores.
El visitante medio conoce la Alhambra por la belleza de sus palacios nazar¨ªes. La Alcazaba, sin embargo, aporta grandes conocimientos sobre los sistemas militares de defensa a trav¨¦s de diversas ¨¦pocas.
Mazmorras
As¨ª, por ejemplo, las mazmorras que existen en la Alcazaba y que resultan imponentes por sus m¨ªnimas dimensiones y su casi total oscuridad, aportan cierta informaci¨®n sobre el trato que recib¨ªan los prisioneros, que estaban permanentemente custodiados para ser canjeados en cualquier momento. La situaci¨®n de acoso que vivi¨® Granada en sus ¨²ltimos tiempos por parte de los cristianos hizo que los nazar¨ªes tuvieran que recurrir continuamente al trueque de prisioneros.
En la Alcazaba viv¨ªan los soldados m¨¢s leales a los sultanes, los que estaban dispuestos a estar a su lado y dar su vida por ellos en todo momento, de modo que el recinto militar fue, al mismo tiempo, el primer asentamiento humano de la Alhambra. El descubrimiento de los silos, en cuyo interior se llegaron a encontrar semillas, ha abierto un nuevo campo sobre el tipo de agricultura que entonces se practicaba en Granada en aquella ¨¦poca.
La visita por el camino de ronda permite vislumbrar las mazmorras y tambi¨¦n asomarse al exterior de la Alhambra. T¨²neles, pasadizos y vericuetos muestran un estilo arquitect¨®nico sobrio, utilitario, despojado de cualquier adorno, poderoso, muy diferenciado de lo que despu¨¦s ser¨ªa la principal caracter¨ªstica del recinto monumental: su exquisita elegancia revestida de una enorme fragilidad.
La zona de la Alcazaba es, por el contrario, abrupta y maciza, llena de luces y sombras, aunque con un sistema arquitect¨®nico que permite la existencia de temperaturas agradables.
Este espacio se une al recientemente abierto de Los Albercones, un curioso itinerario de la Alhambra que permite saber c¨®mo era todo su sistema de extracci¨®n de agua, del traslado de ¨¦sta a lo largo de toda la ciudadela nazar¨ª y del sistema de almacenamiento en grandes albercas de agua muy similares, aunque menos lujosas, a la que se encuentra en el Patio de los Arrayanes, patio que muestra el aprecio de los nazar¨ªes por el agua.
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