Cuaderno de Bit¨¢cora
Dicen los listos que no hay quien aguante quinientas palabras sobre un mismo tema. La moda es hablar y escribir de continuo sobre muchas cosas pero con poco volumen y menos tiempo. Ahora queremos lanzar al espacio intergal¨¢ctico de la Red nuestros diarios personales, abarrotados de peque?os sucesos que se cruzan con los diarios de unos y otros. Todos en contacto con todos, el nuevo pante¨ªsmo del yo compartido. Libros, peri¨®dicos y telediarios descargan noticias con tal rapidez que m¨¢s parece una asociaci¨®n libre de palabras que el panorama actual de nuestra realidad. Pero de todo hay que probar con tal de espantar el miedo a quedarse anticuado, atrapados en recuerdos y h¨¢bitos que nos alejan de los que est¨¢n ahora aqu¨ª.
Para empezar estoy harto de que la pol¨ªtica entera est¨¦ agazapada en las elecciones vascas, aunque supongo que tendr¨¢ que ser as¨ª. Muchos tenemos dudas de que el problema sea ganar o perder, porque casi nadie cree en los t¨¦rminos absolutos sino en las posiciones relativas para negociar soluciones que tengan buena perspectiva de futuro. Hoy ya es muy tarde para ganar o perder. Mientras tanto nos entretenemos con el perfil matrimonial de los herederos que muchos exigen con educaci¨®n y valores similares, al mismo tiempo que se declaran creyentes del mestizaje social para los ciudadanos de a pie. Menos mal que las parejas de hecho parecen menos exigentes en cuanto a principios y or¨ªgenes comunes, porque as¨ª pueden ir juntos populares y socialistas durante per¨ªodos cortos de convivencia en beneficio de muchos, aunque todos sabemos que llegar¨¢ el momento de la inevitable ruptura. Mientras tanto, que sean felices.
Tambi¨¦n los pol¨ªticos est¨¢n preocupados por su herencia y sucesi¨®n, que no consiguen decidirse con qui¨¦n hacer pareja de ambiciones similares para fabricar primog¨¦nito. Por mucho que lo niegan, Aznar, Zaplana, Gallard¨®n y muchos otros no hacen m¨¢s que deshojar la margarita del me quiere y no me quiere, para terminar saboreando la posibilidad de sucederse a s¨ª mismos y heredar los votos ya usados como si fueran un legado familiar.
Y junto a todo esto, el ruido creciente del choque de culturas que no s¨®lo provoca la absurda y tr¨¢gica ablaci¨®n de ¨®rganos femeninos sino que tambi¨¦n circuncida los masculinos, sin olvidar la extirpaci¨®n de idiomas maternos y la imposici¨®n de lenguas imperiales. Me refiero al lat¨ªn, sin duda, que hizo posible el catal¨¢n, el franc¨¦s, el castellano, el italiano y hasta el mismo gallego, entre otros varios. Un idioma imperial que se impone junto a una religi¨®n, extirpando a otras que ya nadie recuerda y mucho menos pretende a estas alturas defender como propias.
Lo ¨²nico cierto es que este ritmo es insoportable, opinar a esta velocidad produce v¨¦rtigo, exige dosis de Primperan en cantidad suficiente. Para ser pante¨ªsta hay que educarse desde muy peque?o. Sin duda estoy anticuado, por eso prefiero quinientas palabras sobre un solo tema en lugar de acompasar el pensamiento con la aguja de marear. El cuaderno de bit¨¢cora est¨¢ bien para el navegante, pero los que estamos anclados disfrutamos m¨¢s con el simple argumento.
jseoane@netaserv.com
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