'Tratan de satanizarnos porque saben que nuestra victoria ser¨¢ amplia'
En el recargado edificio del siglo XVIII que constituye su sede central en Roma, Silvio Berlusconi aparece fotografiado con su habitual traje cruzado de color azul oscuro, hecho a medida, y su camisa azul pastel. No tiene un cabello fuera de sitio, los zapatos y los calcetines est¨¢n inmaculados. ?sta es la imagen que el hombre m¨¢s rico de Italia quiere presentar al electorado: un l¨ªder elegante, bien acicalado y dispuesto a bajar los impuestos, luchar contra la delincuencia, eliminar la burocracia y crear puestos de trabajo. Acompa?ado de dos asesores de prensa, Berlusconi escucha atentamente y contesta con energ¨ªa, a menudo inclin¨¢ndose hacia delante para manifestar una opini¨®n.
Pregunta. Se ha dicho que su alianza con Umberto Bossi, presidente de la Liga Norte, que est¨¢ en contra de la inmigraci¨®n, constituye un peligro para la democracia italiana.
Respuesta. Es la izquierda la que se queja, y ni siquiera todos sus componentes, sino s¨®lo una parte. Es la fuerza de la desesperaci¨®n. Saben que nuestro margen de victoria ser¨¢ amplio, y est¨¢n intentando satanizarnos. ?Sabe cu¨¢l es el porcentaje de italianos que conf¨ªan en m¨ª como l¨ªder? El 73%. El doble que mi adversario.
P. Bossi le ayud¨® a ganar en 1994, pero tambi¨¦n ech¨® abajo su Gobierno. ?Cu¨¢l es el precio que tienen que pagar ahora por su apoyo?
R. Hay un programa en el que todos los l¨ªderes de mi coalici¨®n, la Alianza por la Libertad, se han puesto de acuerdo. ?l se atendr¨¢ a ese programa. No es un precio, sino una devoluci¨®n. Ni siquiera nos hemos planteado hablar de federalismo en cuestiones fiscales. Bossi ha sido muy razonable.
P. El acuerdo de Alianza por la Libertad en Sicilia con candidatos de Flamme Tricolore, heredero del Partido Fascista Italiano, ha causado gran revuelo.
R. Es de risa. La izquierda ayud¨® a esta gente a reunir firmas para que pudiesen utilizarlas contra nosotros. Algunos de la izquierda lo reconocen. No hay un acuerdo pol¨ªtico. Hay un acuerdo local establecido por razones pr¨¢cticas con un candidato que ya ha estado en el Parlamento. Esto es rid¨ªculo, si se fija en nuestros adversarios. Hace tiempo que establecen acuerdos estrat¨¦gicos con los comunistas.
P. ?Por qu¨¦ su campa?a ha producido una hagiograf¨ªa, Una storia italiana, sobre usted?
R. Era una forma de contrarrestar los libelos escritos contra m¨ª. La enviaremos a los votantes de algunos de los distritos electorales indecisos. Nuestros abogados van a demandar a los autores de L'Odore del soldi . Podr¨ªan haber hecho un libro ense?ando la basura de la izquierda, pero decidimos presentar un programa para cambiar Italia.
P. Desde hace tiempo tiene problemas con los jueces italianos, tanto fuera como dentro de los tribunales. ?Por qu¨¦?
R. La izquierda se ha infiltrado en las magistraturas, y los magistrados utilizan sus investigaciones para fines pol¨ªticos. S¨®lo 10 de cada 100 italianos conf¨ªan en los magistrados, pero m¨¢s de 70 de cada 100 conf¨ªan en Silvio Berlusconi. ?Quiere creer que me han acusado de ordenar asesinatos de la Mafia?
P. Afirma usted que la izquierda dej¨® deliberadamente de aprobar una ley de conflicto de intereses para poder utilizar contra usted sus intereses empresariales en la campa?a, como han hecho. ?Redactar¨ªa el Gobierno de Berlusconi una legislaci¨®n sobre el conflicto de intereses?
R. Haremos la ley y nos regiremos por ella. Sin embargo, debe usted recordar que el primer ministro no es muy fuerte en Italia. ?sta es una rep¨²blica parlamentaria. Podemos emitir un decreto, pero si el Parlamento no lo ratifica dejar¨¢ de estar en vigor.
P. Muchos italianos admiran sus habilidades empresariales, pero otros se preguntan c¨®mo se ha hecho rico tan r¨¢pido.
R. Mi evoluci¨®n ha sido siempre transparente. Lo que he hecho es visible para todos. Incluso el f¨²tbol. Es sangre, sudor y l¨¢grimas en el campo.
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