'Arafat no ha dado orden de parar la Intifada'

Imad Faluji, de 36 a?os, es un ministro clave en el Gobierno palestino de Yasir Arafat. Es el responsable de la cartera de Correos y Comunicaci¨®n, pero es, sobre todo, el canal de comunicaci¨®n fiel y constante entre la Autoridad Palestina y el movimiento fundamentalista Ham¨¢s, la fuerza de oposici¨®n m¨¢s importante en los territorios aut¨®nomos, a la que este ministro se encuentra vinculado desde hace m¨¢s de una d¨¦cada.

La misi¨®n pol¨ªtica asumida por Fajuli no es f¨¢cil, pero su capacidad de maniobra se ve avalada por su ecl¨¦ctica formaci¨®n profesional, adquirida en las universidades de Harvard, en EE UU, y en la de Mosc¨², en la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica, y afianzada sobre el terreno en Gaza durante la primera Intifada, cuando se convirti¨® a pesar de su juventud en el portavoz de la revuelta.

Como hombre de gobierno y de Estado, Faluji ve esta segunda Intifada de manera diferente a la anterior, aunque asegura que est¨¢ dispuesto, si llega el momento, a empu?ar el arma para combatir contra la ocupaci¨®n israel¨ª.

Pregunta. Dicen que hay desavenencias entre Yasir Arafat y Ham¨¢s como consecuencia de la Intifada.

Respuesta. No es cierto. Todos los palestinos estamos unidos ante la violencia israel¨ª. Es una decisi¨®n clara adoptada por todas las organizaciones y partidos pol¨ªticos palestinos por primera vez en la historia. Le puedo asegurar que no hay fisuras.

P. Pero en los ¨²ltimos d¨ªas se habla de desavenencias de la direcci¨®n de Ham¨¢s con Arafat, porque el presidente trata de frenar la Intifada para favorecer el di¨¢logo pol¨ªtico.

R. Arafat no ha dado orden de parar la Intifada, de ninguna manera. Lo ¨²nico que ha hecho es pedir que se dejen de disparar obuses de mortero para que el Ej¨¦rcito israel¨ª no tenga excusas para adoptar represalias contra la poblaci¨®n civil, en la mayor¨ªa de las ocasiones muy costosas y dolorosas.

P. Si las relaciones de Yasir Arafat con Ham¨¢s son buenas, ?c¨®mo explica que la Autoridad Palestina detuviese hace pocos d¨ªas a Abdelaziz Rantisi, uno de los m¨¢ximos dirigentes de la organizaci¨®n fundamentalista?

R. Entre Arafat y Ham¨¢s hay firmado un pacto de no agresi¨®n. Hay trazada de com¨²n acuerdo una l¨ªnea roja que Rantisi traspas¨® hace poco, cuando en una concentraci¨®n en el campo de refugiados de Jabalia, en Gaza, habl¨® mal de Arafat. Rantisi rompi¨® el acuerdo y fue detenido. No es que est¨¦ de acuerdo con la detenci¨®n de Rantisi, de ninguna manera, pero tampoco estoy de acuerdo con las cosas que dijo del presidente Yasir Arafat.

P. Pero no s¨®lo fue Rantisi; los militantes de Ham¨¢s han salido a la calle para dar gritos contra el presidente Yasir Arafat.

R. Mire, ¨¦sta es una prueba de la democracia palestina. Tenemos derecho a hablar de lo que se quiera y a hacerlo en voz alta. Lo importante es que al hacerlo no se traspase la l¨ªnea impuesta por Arafat y no se rompa la unidad contra la violencia de los ocupantes. Pero le dir¨¦ m¨¢s: no s¨®lo hay manifestaciones criticando a Arafat, hay tambi¨¦n actos culturales, reuniones c¨ªvicas donde se discuten de manera abierta las opiniones del presidente. Pero ya le digo, esto es la democracia.

P. El presidente egipcio, Hosni Mubarak, ha dicho que la Intifada se le ha escapado de las manos a Arafat. ?Est¨¢ de acuerdo? ?Controla efectivamente el presidente lo que pasa sobre el terreno?

R. La Intifada est¨¢ relacionada con la ocupaci¨®n israel¨ª. El presidente Arafat quiere la tranquilidad y la seguridad de la poblaci¨®n palestina. La Intifada parar¨¢ cuando Ariel Sharon deje de bombardearnos. S¨®lo entonces se interrumpir¨¢ y despu¨¦s podr¨¢ establecerse alg¨²n tipo de negociaci¨®n. Lo m¨¢s importante no es lo que diga o haga el presidente Arafat, sino que Sharon pare de atacar al pueblo palestino. Eso es lo verdaderamente importante.

P. ?Pero es consciente de que la situaci¨®n puede ser peor? Por ejemplo, los israel¨ªes pueden destruir las red de comunicaciones telef¨®nicas, que suponen un nexo vital entre los territorios palestinos.

R. Claro que pueden hacerlo. Pero no los creo tan est¨²pidos, porque ello supondr¨ªa volver a la situaci¨®n anterior al r¨¦gimen de autonom¨ªa y el que saldr¨ªa perdiendo ser¨ªa Israel. Entonces yo no tendr¨ªa ningun problema en dejar el traje, la corbata y vestirme con el uniforme de combatiente para empu?ar el arma e ir hasta la trinchera para combatir contra la ocupaci¨®n israel¨ª. Y como yo todos los palestinos.