El PNV, en horas decisivas
Abandone o no el Gobierno, el nacionalismo llega a un momento crucial
Ma?ana, a la noche, s¨®lo va a contar una cosa: si los resultados permiten una alternancia en el Gobierno vasco, tras 20 a?os de presencia ininterrumpida del PNV. Y si esa alternancia, representada por el PP y por los socialistas vascos, caso de producirse, se apoya en una mayor¨ªa absoluta o en una minor¨ªa suficiente.
Pero detr¨¢s de estas elecciones y tenga el PNV que abandonar o no Ajuria Enea, est¨¢ pasando otra cosa muy importante: la posici¨®n que adopte el nacionalismo vasco frente a los graves acontecimientos que vive Euskadi.
Por m¨¢s que Xabier Arzalluz lo niegue y por m¨¢s que haya recurrido en esta campa?a -hasta el ¨²ltimo mitin de ayer- al sentimiento aglutinador del victimismo, cada d¨ªa es m¨¢s patente que el PNV atraviesa un momento decisivo y que la imagen de roque?a unidad que transmiten sus dirigentes no responde a la realidad. Es cierto que pr¨¢cticamente todas las estructuras de poder responden a la sola voz de Arzalluz. Pero tambi¨¦n lo es que muchas personas que han tenido cargos en el PNV y que hasta ahora se negaban a formular cr¨ªticas est¨¢n preocupadas por el hecho de que su partido no haya hecho en toda la campa?a ninguna se?al de apaciguamiento a los no nacionalistas, especialmente al PSE.
Entre esas voces preocupadas figuran muchas personalidades que han representado honrosamente durante a?os el pensamiento nacionalista vasco en Euskadi y en ¨¢mbitos culturales, profesionales y empresariales de toda Espa?a.
Es dif¨ªcil saber si ese malestar, claramente arraigado en el nacionalismo vizca¨ªno y mucho menos en el guipuzcoano, se puede transformar en alguna acci¨®n concreta pasadas las elecciones, pero s¨ª es posible afirmar que la preocupaci¨®n est¨¢ muy extendida en esos ¨¢mbitos.
Las cr¨ªticas se basan fundamentalmente en dos puntos: la ruptura de la confianza entre nacionalistas y no nacionalistas, que parece haber llevado a la desaparici¨®n de un proyecto com¨²n de pa¨ªs. Y la ceguera de la direcci¨®n actual frente al acoso de los violentos.
Algunas de estas personalidades del PNV admiten que el acoso a que se han visto sometidos los no nacionalistas ha llegado a los terribles niveles actuales por la falta de reacci¨®n de los nacionalistas democr¨¢ticos, que han renunciado a su obligaci¨®n de liderar a las clases medias del Pa¨ªs Vasco en defensa de la libertad.
Otra de las preocupaciones de este grupo de personalidades nacionalistas es la aparente separaci¨®n que se ha producido entre el tejido social, hist¨®ricamente interclasista y flexible del PNV, y la oferta pol¨ªtica que se le presenta.
El problema no ser¨ªa tanto la opci¨®n por el soberanismo como la falta de explicaci¨®n de qu¨¦ significa esa palabra para el PNV. 'Estamos usando palabras de doble sentido, sin tener en cuenta que EH y ETA hacen una utilizaci¨®n distinta de la nuestra. Me temo que ETA y EH dedican m¨¢s tiempo a pensar lo que hacen que nosotros', explica un antiguo parlamentario del PNV, que actualmente no participa en la vida pol¨ªtica del partido pero que sigue teniendo una notable influencia intelectual en el nacionalismo. 'Estamos confundiendo ideolog¨ªa con proyecto pol¨ªtico', asegura.
La inquietud mayor la provoca el que no se haya escuchado ni una palabra de apaciguamiento de los no nacionalistas durante toda la campa?a del PNV. La idea b¨¢sica del mensaje nacionalista, sobre todo durante los ¨²ltimos d¨ªas, ha sido la de exacerbar la confrontaci¨®n con lo que 'viene de Madrid'.
Paralelamente a este mensaje, EH y folletos sin firma distribuidos por las calles de Bilbao y de otras ciudades en las ¨²ltimas horas, han presentado las elecciones como un ataque 'a los vascos', una pel¨ªcula en la que los espa?oles volv¨ªan a Euskadi para, entre otras cosas, eliminar el euskera, perseguir a la Iglesia vasca y acabar con el f¨²tbol vasco. La falta de reacci¨®n de los dirigentes del PNV para evitar que se mezclaran los mensajes nacionalistas con los violentamente antiespa?oles ha causado gran irritaci¨®n en esos medios moderados.
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