Polonia recibe a los Reyes con fuerte pol¨¦mica por la demanda espa?ola sobre los fondos de la UE

Los diarios polacos de ayer, con una orientaci¨®n muy similar a la de los alemanes, afirmaban, en efecto, que Espa?a hab¨ªa impedido en el Consejo de Bruselas un acuerdo para fijar en siete a?os el periodo transitorio para que los trabajadores de los pa¨ªses candidatos puedan buscar empleo libremente en el territorio de los actuales socios. El ministro de Exteriores, Josep Piqu¨¦, se opuso a ese compromiso, deseado por Alemania, que, a su vez, rechaza la pretensi¨®n espa?ola de revisar los criterios que regulan la concesi¨®n de ayudas comunitarias a los pa¨ªses y regiones m¨¢s pobres a fin de que no sufran mermas porque entren m¨¢s socios.

"Espa?a defiende lo mismo que Polonia, porque entendemos que Polonia quiere la libre circulaci¨®n de los trabajadores desde el primer d¨ªa de su ingreso", afirm¨® anoche Piqu¨¦ -que acompa?a a los Reyes en su viaje- en una imprevista rueda de prensa convocada apenas media hora despu¨¦s de que la comitiva desembarcara en Varsovia. "En el caso de la pol¨ªtica regional, Espa?a est¨¢ defendiendo unos aspectos que implican que ¨¦sta contin¨²e en el futuro en beneficio de los pa¨ªses candidatos. Si Espa?a no hiciera eso, a partir de 2007 probablemente no habr¨ªa pol¨ªtica regional", a?adi¨® el ministro, que no se priv¨® de se?alar que as¨ª lo ha solicitado el canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der. "Me atrever¨ªa a pedir una reflexi¨®n a los medios de comunicaci¨®n y a la opini¨®n p¨²blica polaca, en el sentido de que valoren e identifiquen los problemas sin dejarse impresionar", dijo luego el ministro espa?ol de Exteriores.

Posible malentendido

El ministro espa?ol admiti¨® la posibilidad de que haya un malentendido y que Polonia quiera realmente el periodo transitorio de siete a?os para la mano de obra, a fin de limar problemas y conseguir el objetivo b¨¢sico de ingresar en la UE cuanto antes. "En ese caso, Espa?a har¨¢ lo que Polonia prefiera", dijo Piqu¨¦, que hoy tendr¨¢ la oportunidad de comprobar la realidad cuando se entreviste con su hom¨®logo, Wladyslav Bartoszewski. Si el ministro polaco pide que se deje de dificultar el acuerdo sobre la libertad de tr¨¢nsito, Espa?a perder¨ªa la ¨²nica baza que puede jugar frente Alemania para que se acepten sus demandas sobre los fondos regionales.

Don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa, que visitan Polonia por segunda vez, despu¨¦s de haberlo hecho en 1989 para favorecer la democratizaci¨®n del pa¨ªs, regido entonces por el general Wojciech Jaruzelski, se entrevistar¨¢n, por su parte, con un presidente de la rep¨²blica, Alexander Kwasniewski, cuya carrera pol¨ªtica tiene sus ra¨ªces en la disuelta (*CF13*)nomenklatura(*CF*) comunista y con un primer ministro, Jerzy Buzek, que templ¨® sus primeras armas en las luchas del sindicato Solidaridad.

La convivencia entre este primer ministro de derechas y un presidente promovido por la izquierda recuerda las tensiones de una transici¨®n que dej¨® una estela de manifestaciones asociadas con cada paso hacia la reforma y privatizaci¨®n de la econom¨ªa.

Cercano a los grandes

Resultado de ese proceso es un pa¨ªs miembro ya de la OTAN, desde el a?o 1999, con un PIB per c¨¢pita de 4.000 d¨®lares, que aglutina al 40% de la poblaci¨®n y el territorio de los pa¨ªses candidatos y que, a tenor de lo acordado en la cumbre europea de Niza, tendr¨¢ en la Uni¨®n Europea un peso muy parecido al de Espa?a y muy pr¨®ximo al de los grandes. Piqu¨¦ record¨® anoche a los polacos que, sin duda, deben a Espa?a una parte de ese futuro.