Manifestaciones
El Festival de Cannes es eso com¨²nmente conocido como una 'manifestaci¨®n cinematogr¨¢fica', pero en sus m¨¢s de 50 a?os de historia ha conocido otras muchas clases de manifestaciones. La edici¨®n de 2001 ha sido muy innovadora al respecto. Un sindicato de polic¨ªas se manifest¨® hace tres d¨ªas contra el filme Roberto Succo. Ninguno lo hab¨ªa visto, pero protestaban 'contra la mitificaci¨®n de un serial-killer'. Esos mismos agentes, o ese mismo cuerpo de polic¨ªa, tuvo que desalojar luego un sal¨®n del hotel Noga-Hilton ocupado por los y las profesionales del cine porno. Cada a?o, adem¨¢s de una distribuci¨®n de palmas de oro, Cannes conoce una entrega de hots d'or, m¨¢xima recompensa para los virtuosos del sexo filmado.
En Eloge de l'amour, Jean-Luc Godard incluye otra forma de manifestar la protesta: dos ni?as acuden al domicilio de unos antiguos resistentes que discuten sobre el imperialismo para pedirles que pongan su firma en un documento solicitando poder ver Matrix doblada al bret¨®n. En definitiva, protestar para seguir obedeciendo. Isabelle Huppert, como Godard, tambi¨¦n opt¨® por la iron¨ªa y llen¨® su espalda desnuda -los trajes de gala festivaleros comportan escotes vertiginosos, es bien sabido- con un texto tatuado que hac¨ªa referencia a su personaje en La pianista. El texto dec¨ªa: 'Dios debe darle gracias a Bach porque Bach es la prueba de la existencia de Dios'. Ella, en la pel¨ªcula de Michael Haneke, no sabe si buscar a Dios en el piano, en un sex shop o en el sacrificio masoquista. Y, ya que hablamos de Dios, dejemos constancia de la irritaci¨®n de Steven Spielberg -y de su socio George Lucas- ante El se?or de los anillos. 'Los neozelandeses son incapaces de realizar los efectos especiales que nosotros efectuamos en Hollywood', han dicho dispuestos a desacreditar los esfuerzos del ant¨ªpoda Pete Jackson.
Babelia
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