?Qu¨¦ pasa con los ni?os?

Ay, los ni?os. Ayer, en la sesi¨®n de preguntas de la Asamblea, los ni?os, los ni?os pobres de la regi¨®n fueron tra¨ªdos y llevados por Gobierno y oposici¨®n como armas arrojadizas. Escrib¨ªa el poeta chileno Pablo Neruda: 'Desde el fondo de ti, y arrodillado, / un ni?o triste como yo nos mira. / Por esa vida que arder¨¢ en sus venas / tendr¨ªan que amarrarse nuestras vidas'. Pero la vida de esos 160.000 ni?os madrile?os no amarr¨® las vidas de sus se?or¨ªas.

Hab¨ªa preguntado la presidenta del grupo PSOE-Progresistas, Cristina Almeida, por las medidas que pensaba adoptar el Gobierno para resolver la grave situaci¨®n de esos 160.000 ni?os que, seg¨²n un informe solicitado por el Defensor del Menor, viven 'en la pobreza' (esto es, en sus casas entran cada mes menos de 50.000 pesetas para cada uno de los miembros de la familia). El presidente regional, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, respondi¨® con cifras: 1.454 familias realojadas en los ¨²ltimos seis a?os, 20.000 millones de pesetas destinados a erradicar el chabolismo, desmantelamiento de nueve poblados de infraviviendas, 23.000 millones dedicados al ingreso madrile?o de integraci¨®n (IMI),... Y as¨ª. Y todo para demostrar que su Gobierno hab¨ªa hecho cinco veces m¨¢s de lo que hicieron los socialistas por las familias pobres.

Almeida, en su respuesta, reproch¨® al presidente su arrogancia -hasta entonces no la hab¨ªa mostrado- y que se preocupara m¨¢s del Madrid financiero, el de las inmobiliarias, que del Madrid de esos miles de ni?os que pasaban hambre y necesidades. Pero Ruiz-Gallard¨®n guardaba, otra vez, una bala de plata en la rec¨¢mara. Muy tranquilo, sac¨® una p¨¢gina del informe y dijo a la diputada que a ver si se le¨ªa los documentos y no utilizaba como base de oposici¨®n lo que sacaban los peri¨®dicos. Y ech¨® abajo las acusaciones de Almeida con un solo dato: ley¨® la parte del informe en la que se advert¨ªa de que las cifras utilizadas eran de 1995. Los ni?os pobres, esos 160.000 ni?os pobres, los hab¨ªa heredado, afirm¨® el presidente, de la Administraci¨®n socialista.

Luego, lo de siempre. Que si uno tergiversaba, que si la otra no preparaba sus intervenciones. Y en los pasillos, los ni?os (de 1995 y de 2000, qu¨¦ m¨¢s da) miraban -tristes, arrodillados, como escrib¨ªa Neruda- a sus se?or¨ªas. Fueron ayer los ni?os un argumento, una lanza pol¨ªtica, una cifra, unas palabras. El debate, al final, se redujo a si los datos eran de 1995 (fin de la etapa socialista) o a si era v¨¢lido proyectar esa cifra a 2000.

Es lo que tienen las estad¨ªsticas, que no piden pan. As¨ª que la soluci¨®n, a lo mejor, es ¨¦sa: meter a los ni?os en una base de datos. Pero no. Porque la vida y el futuro que arde en los ni?os s¨ª uni¨® a sus se?or¨ªas en una iniciativa que present¨® Mar¨ªa Luisa S¨¢nchez Peral, de IU, instando al Gobierno a desarrollar la Ley de Garant¨ªa de los Derechos de la Infancia. Elena V¨¢zquez (PSOE) y Blanca de la Cierva (PP) se sumaron a S¨¢nchez para conquistar y defender lo que otro poeta espa?ol, Manuel Rico, llam¨® 'la regi¨®n perdida que llamamos infancia'.