Dos mujeres mueren por violencia dom¨¦stica en Granada y Las Palmas
La cifra de v¨ªctimas este a?o dobla ya la del mismo periodo de 2000
El esposo de Rosa Ortega G¨®mez se declar¨® culpable ayer. Mat¨® a su mujer, de 72 a?os, el mi¨¦rcoles: la empuj¨® a la piscina de su casa y la golpe¨® en la cabeza con una tuber¨ªa cuando intentaba salir del agua. Despu¨¦s se ech¨® a la calle en busca de una coartada. Se dej¨® ver en varios establecimientos de Hu¨¦tor Vega, y en la capital, Granada, compr¨® pan y volvi¨® a su casa. ?l mismo, A. R. B., de 77 a?os, alert¨® a los vecinos cuando encontr¨® a la mujer y a su perro ahogados, dijo, en la piscina de casa.
Hab¨ªa limpiado los restos de sangre de la piscina y ocultado su ropa, pero la Guardia Civil localiz¨® la tuber¨ªa ensangrentada y la dentadura postiza de la v¨ªctima en el suelo. Confirmaban el veredicto del forense: fueron los golpes, y no el agua de la piscina, los que acabaron con la vida de la mujer. El hombre declar¨® que la hab¨ªa matado 'porque estaba harto de ella'. Ning¨²n motivo especial: acariciaba a su perro al borde de la piscina cuando ella pas¨® por all¨ª. 'S¨®lo pensaba en eliminarla'. Despu¨¦s escupi¨® varias veces sobre el cuerpo inerte que flotaba en el agua, informa Efe.
Algo parecido ocurri¨® el pasado jueves, a eso de las diez de la noche, en Las Palmas de Gran Canaria. Los motivos se desconocen todav¨ªa, pero el caso es que un hombre, S. G. A. F., de 47 a?os, mat¨® a su compa?era sentimental, de la misma edad, a pu?aladas. Ambos viv¨ªan en el apartamento 532 de un edificio de la calle Pelayo. La v¨ªctima, R. M. S., ten¨ªa nueve hijos de relaciones anteriores -ninguno conviv¨ªa con ellos-. La traslad¨® moribunda en un taxi hasta un centro de salud, pero los m¨¦dicos no pudieron salvarle la vida. Despu¨¦s, el presunto homicida, trabajador de la construcci¨®n, llam¨® a la polic¨ªa para relatar lo ocurrido y se entreg¨®.
El suceso provoc¨® una gran sorpresa en el edificio donde conviv¨ªa la pareja desde hace poco m¨¢s de seis meses. La mayor¨ªa de los inquilinos aseguran que el hombre era 'muy correcto y educado' con su compa?era. Nada que hiciera presagiar el lamentable desenlace. Sin embargo, una vecina dice que S. G. A. F. ya hab¨ªa amenazado de muerte anteriormente a la mujer poni¨¦ndole un casco de una botella rota sobre el cuello.
La vecina dice que nunca hab¨ªa o¨ªdo ni visto ninguna discusi¨®n entre ambos, pero asegura que 'ella lo quer¨ªa abandonar porque, seg¨²n dec¨ªa, le hab¨ªa dejado de gustar'. Otra persona del edificio dice que a ¨¦l 'se le ve¨ªa un poco celoso'.
La directora del Instituto Canario de la Mujer, Rosa D¨¢vila, propondr¨¢ la redacci¨®n de una ley de prevenci¨®n de malos tratos similar a la que se aprob¨® el jueves en Castilla-La Mancha.
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