Los testimonios que relacionan a Silvio Berlusconi con la Mafia
Los fiscales de Palermo acumulan testimonios sobre la conexi¨®n de 'Il Cavaliere' con Cosa Nostra
'Me encontr¨¦ nuevamente con (Marcello) Dell'Utri en Mil¨¢n. Si mal no recuerdo, a mediados de los setenta... Fuimos a comer Tanino Cina, Nino Grado, Mimmo Teresi y Stefano Bontate (miembro del triunvirato que reg¨ªa la Cosa Nostra en aquella ¨¦poca)', relata Francesco di Carlo, uno de los testigos que han comparecido ante la fiscal¨ªa. 'Vest¨ªan de forma particularmente elegante, y a preguntas m¨ªas me dijeron que ten¨ªan que encontrarse con un gran industrial milan¨¦s amigo de Tanino Cina y Marcello dell'Utri. Me pidieron ir con ellos y acept¨¦ de buen grado. Acudimos a una oficina c¨¦ntrica. A los quince minutos lleg¨® Silvio Berlusconi. Bontate invit¨® a Berlusconi a invertir en Sicilia. ?ste le replic¨® que tem¨ªa a los sicilianos, que en el norte no le dejaban tranquilo. Bontate ya me hab¨ªa anticipado en el coche que Berlusconi tem¨ªa ser secuestrado'. A principios de los a?os setenta la industria del secuestro florec¨ªa en Italia y todo aquel que mostraba signos de riqueza, como ya era el caso de Berlusconi, deb¨ªa temer por su seguridad y la de su familia. 'Bontate le dijo a Berlusconi que no ten¨ªa nada que temer habida su cercan¨ªa a Marcello Dell'Utri, pero que en todo caso le enviar¨ªa a uno de los suyos para que no volviera a tener problemas con los sicilianos. Posteriormente me dijo que quien hab¨ªa sido enviado junto a Berlusconi era Vittorio Mangano, entonces a las ¨®rdenes de Bontate, y que cualquier contacto con Berlusconi deb¨ªa pasar por Mangano. Recuerdo tambi¨¦n que Berlusconi, al t¨¦rmino de la entrevista, dijo textualmente que 'estaba a nuestra disposici¨®n para cualquier cosa'. Por su parte, Stefano Bontate le confirm¨® la misma cosa'.
Ri¨ªna, al que sus ex colaboradores definen como criminal cruel, tuvo durante mucho tiempo la certeza de ser un buen socio de Berlusconi
?ste es el feliz comienzo de una larga, fuct¨ªfera aunque finalmente truncada amistad entre Mangano, notorio oficial de la Mafia, y el hoy nuevo y flamante primer ministro italiano, Berlusconi, emperador de los medios de comunicaci¨®n, de la construcci¨®n y, seg¨²n muchos mafiosos que han declarado ante diversos tribunales, de otros negocios en las turbias, procelosas y violentas aguas italianas de las finanzas, la especulaci¨®n y el crimen. Lo relata en declaraciones a la fiscal¨ªa de Palermo el mafioso Di Carlo en un sumario que se instruye contra Dell'Utri. Il Cavaliere tiene un problema. En los procesos abiertos contra ¨¦l ha tenido y tiene el derecho a no autoinculparse. Como testigo en el proceso contra Dell'Utri no lo tiene. Los fiscales quieren que declare como testigo sobre su relaci¨®n con la Mafia.
Todos los nombres citados hasta ahora en esta historia, menos Berlusconi, por supuesto, que hoy goza de c¨®moda inmunidad y de la jefatura del Gobierno de un pa¨ªs miembro del G-7, son supuestos o confesos criminales de las mafias de Palermo y Corleone. Dell'Utri, eurodiputado por Forza Italia, est¨¢ procesado con Berlusconi por su gesti¨®n al frente de Tele 5. Est¨¢ acusado en otras causas por fraude y blanqueo de dinero.
Son muchos los mafiosos de aquella ¨¦poca que se han prestado a colaborar con la justicia, y adem¨¢s han sobrevivido pese a ello. Han testificado en diferentes momentos y lugares y sin posibilidad alguna de apalabrarse. Todos coinciden en sus datos. Es dif¨ªcil concebir aqu¨ª el montaje que, seg¨²n Berlusconi, son las acusaciones sobre sus v¨ªnculos con Cosa Nostra. Quien que dentro de dos semestres ostentar¨¢ la presidencia de la UE aparece una y otra vez en la instrucci¨®n de la Fiscal¨ªa antimafia de Palermo, y no como ejemplo de virtudes democr¨¢ticas y europe¨ªstas, sino como socio de Stefano Bontate, uno de los miembros del triunvirato que dirig¨ªa la Mafia en los a?os setenta. Pero no s¨®lo entonces. Despu¨¦s de la guerra entre las familias de la que salieron triunfantes los 'corleoneses', Berlusconi continu¨® cultivando sus amistades, entonces ya con el jefe ¨²nico, el sanguinario Tot¨® Ri¨ªna. Detenido en 1993, ¨¦ste est¨¢ condenado a varias cadenas perpetuas. Est¨¢ probada su participaci¨®n en los asesinatos de varios mafiosos y de los jueces Rocco Chinichi, Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, del general Carlos Alberto della Chiesa, del jefe de la polic¨ªa Boris Giuliano, de los pol¨ªticos Salvo Lima y P¨ªo de la Torre y del presidente de Sicilia, Pirsanti Matarella.
Ri¨ªna, un hombre de trayectoria evidentemente poco com¨²n, y, seg¨²n ex colaboradores, el criminal m¨¢s cruel que conocieron, tuvo durante mucho tiempo la certeza de ser un buen socio de Berlusconi a trav¨¦s de Dell'Utri. El nuevo primer ministro italiano asegura no haber sido nunca consciente de ello. Insiste en que nunca ha tenido nada que ver con la Mafia y en que todo lo que se dice al respecto son calumnias, que hubo una conspiraci¨®n por parte de los jueces para acabar con ¨¦l pol¨ªticamente. Esto lo ha desmentido ya este jueves un tribunal de Brescia, que archiv¨® la denuncia del l¨ªder de Forza Italia contra los jueces del movimiento de Manos Limpias.
Pero hay m¨¢s. Seg¨²n documentos de la Fiscal¨ªa de Palermo a los que ha tenido acceso EL PA?S, el mediador entre Berlusconi y sus sanguinarios socios se ve cada vez m¨¢s comprometido por declaraciones de miembros de Cosa Nostra arrepentidos. Dicho mediador era el ya citado siciliano Dell'Utri, mano derecha del magnate en Fininvest y tambi¨¦n en su partido, Forza Italia, al que ahora ha llevado al poder. Dell'Utri era ya entonces un hombre muy poderoso y temido. Pero alguno lo era m¨¢s: sin ir m¨¢s lejos, Berlusconi. El mafioso Gaspare Mutolo explica as¨ª que no reconociera en una primera declaraci¨®n sus contactos con el fiel escudero del magnate. 'Hablar de Dell'Utri me habr¨ªa llevado a hablar de Berlusconi, persona que me parec¨ªa todav¨ªa m¨¢s poderosa y potencialmente peligrosa para m¨ª... Por lo que sab¨ªa de este personaje, estaba en condiciones de apreciar la peligrosidad para quien, como yo, se hab¨ªa alejado de Cosa Nostra'. Dell'Utri es contratado por Berlusconi en la d¨¦cada de los setenta.
Por entonces ya hab¨ªa comenzado la aproximaci¨®n de Il Cavalliere a la Logia mas¨®nica P2 de Licio Gelli, a su vez pr¨®ximo a Tot¨® Ri¨ªna. Y Cosa Nostra, como el propio Berlusconi, busca el acercamiento a un pol¨ªtico que ser¨ªa clave para la expansi¨®n de sus influencias y para el salto definitivo de Silvio Berlusconi al olimpo medi¨¢tico: el socialista Bettino Craxi.
El mafioso Mangano, un hombre de honor de la familia de Porta Nueva se instala en aquellos a?os, despu¨¦s de la multitudinaria reuni¨®n con Berlusconi en Mil¨¢n citada antes, en Arcore, una lujosa villa del due?o de Fininvest. Seg¨²n la fiscal¨ªa, Mangano 'ya era entonces mucho m¨¢s que un simple soldado' de Cosa Nostra y operaba en el sector de las extorsiones y del racket (cobro por seguridad) de las carreras h¨ªpicas. 'Con intereses en el tr¨¢fico internacional de estupefacientes y en el blanqueo de dinero, Vittorio Mangano era un hombre clave en la llamada Milano Connection', asegura la acusaci¨®n en un sumario abierto contra Dell'Utri. Pues bien, Berlusconi asegura que Mangano trabajaba en su casa como cuidador de caballos, 'ya que ten¨ªa intenci¨®n de emprender una crianza de caballos, actividad despu¨¦s no realizada', seg¨²n asegur¨® a un juez en Mil¨¢n el 26 dejunio de 1997.
Pero pronto surgi¨® alguien a quien molestaba la presencia de Mangano en las cercan¨ªas de Berlusconi. As¨ª lo explicaba el mafioso Salvatore Cancemi a la Fiscal¨ªa de Caltanissetta el 18 de febrero de 1994. Cancemi, miembro de Cosa Nostra, se entreg¨® a la justicia en 1993 y confes¨® su participaci¨®n en el asesinato del juez Falcone. A principios de este a?o colabor¨® en el juicio por el asesinato del magistrado antimafia Paolo Borsellino y mantuvo su afirmaci¨®n de que aquella muerte fue ordenada por Berlusconi y Dell'Utri.
Pero resulta especialmente ilustrativo leer las palabras textuales de la declaraci¨®n de Cancemi respecto a las relaciones entre Fininvest y Ri¨ªna: 'En 1990 [Tot¨®], Ri¨ªna me dijo que indicase a Mangano que deb¨ªa dejar de interferir en las relaciones que el mismo hab¨ªa establecido con Dell'Utri, colaborador de Berlusconi. Fui a casa de Mangano y le inform¨¦ de lo ordenado por Ri¨ªna. Mangano intento justificarse diciendo que las relaciones con Dell'Utri las hab¨ªa mantenido siempre ¨¦l... Le cort¨¦ y le dije: 'quitate de en medio porque ahora las tiene Ri¨ªna'. (....) Le cort¨¦ dici¨¦ndole que era in¨²til que me convenciese porque deb¨ªa limitarse a respetar la voluntad de Ri¨ªna, ya que de otra forma lo pagar¨ªa con la vida. Pero debo retroceder para hacer entender lo que quiero decir. Cuando Ri¨ªna mencion¨® a Dell'Utri y me dijo que era persona de confianza de Berlusconi, dando por hecho que Dell'Utri estaba en contacto con nuestra organizaci¨®n, no me sorprendi¨®, porque yo sab¨ªa de antes por el propio Mangano de la existencia de estos contactos'.
La relaci¨®n de la mano derecha de Berlusconi y Mangano 'era estrech¨ªsima', asegura Cancemi, y a?ade: 'Mangano se serv¨ªa de Dell'Utri y pod¨ªa pedirle cualquier cosa. Por ejemplo, Mangano me cont¨® que en una finca muy grande y hermosa a las afueras de Mil¨¢n, si mal no recuerdo cerca de Monza, de propiedad o a disposici¨®n de Dell'Utri, fueron incluso escondidos fugitivos, entre ellos los hermanos Grado. En ese periodo, al comienzo de los setenta, la finca era frecuentada por personas involucradas en el tr¨¢fico de drogas, como los hermanos Grado'.
De la existencia de dicha finca tambi¨¦n han hablado otros mafiosos. Por ejemplo, Giachino Pennino. Su declaraci¨®n arroja cierta luz sobre qui¨¦n pod¨ªa haber puesto a disposici¨®n de Dell'Utri esta finca para esconder a mafiosos fugitivos y grandes traficantes de droga en tr¨¢nsito. 'Mangano ten¨ªa relaciones con Silvio Berlusconi. Estaba empleado, ficticiamente, como guarda de una villa cercana a Mil¨¢n o Monza en la que eran acogidos todos los fugitivos de la familia [mafiosa] de Santa Mar¨ªa de Ges¨² y puede que de otras... Mi interlocutor [el abogado Gaetano Zarcone, miembro de la misma familia] me precis¨® que los intereses de Berlusconi en Sicilia estaban al cuidado de Stefano Bontate, jefe de la familia hasta su asesinato'.
El dinero de tan lucrativas operaciones de tr¨¢fico de drogas ten¨ªa que ser invertido de forma discreta y fluida, dado el volumen constante del negocio. Como recuerda en las declaraciones a la Fiscal¨ªa de N¨¢poles el mafioso arrepentido Pietro Cozzolino, en ocasiones hab¨ªa problemas. 'En 1979 surgi¨® el problema de c¨®mo invertir cerca de 70.000 millones de liras (unos 7.000 millones de pesetas) procedentes del tr¨¢fico de morfina desde Italia a Estados Unidos. De ¨¦stos, 25.000 millones eran la cuota que nos correspond¨ªa a m¨ª y a mi hermano Riccardo. Riccardo lleg¨® a un acuerdo... para que los fondos fueran confiados a Vittorio Mangano y Marcello Dell'Utri, que era dirigente de Fininvest (...). Riccardo me dijo que era conveniente confiar ese dinero a los grupos mafiosos emergentes en Mil¨¢n...Ya en 1979-80, Riccardo me hab¨ªa dicho que Dell'Utri gestionaba el dinero de Stefano Bontate. En 1990, cuando consegu¨ª la libertad condicional, ten¨ªa la intenci¨®n de resolver de una vez por todas esta cuesti¨®n. Decid¨ª matar en Mil¨¢n a Marcello dell'Utri porque, ya que no pod¨ªa obtener lo que me correspond¨ªa, quer¨ªa hacer entender a los sicilianos que no pod¨ªan hacer lo que quer¨ªan, y quer¨ªa hacerlo eliminando a su punto de referencia para la gesti¨®n de los capitales il¨ªcitos'.
Eran muchos los que en Cosa Nostra vivieron durante a?os convencidos de que Mangano, que muri¨® el pasado a?o despu¨¦s de ser excarcelado por enfermedad terminal, y Marcello dell'Utri eran los hombres de contacto de Berlusconi con la Mafia. Il Cavaliere asegura que todos estaban equivocados y que ¨¦l jam¨¢s ha tenido otro contacto con la Mafia que el que supuso que, sin conocer el pasado de Mangano, lo contratara para un proyecto de cr¨ªa caballar que nunca se llev¨® a cabo.
La gran aventura que lanz¨® al empresario constructor de poco escr¨²pulo a la categor¨ªa de magnate medi¨¢tico primero, pol¨ªtico de ¨¦xito y hoy primer ministro con mayor¨ªa absoluta en ambas C¨¢maras parlamentarias de la Rep¨²blica de Italia fue, nadie lo duda, la televisi¨®n. Filippo Alberto Rapisarda, banquero ligado tanto a las familias como a Berlusconi desde sus principios en el sector de la construcci¨®n, explica en un interrogatorio del d¨ªa 1 de agosto de 1996 algunos pormenores de los principios de la ascensi¨®n de Berlusconi al trono del zar televisivo.
Declaraba Rapisarda: 'En 1979 me encontr¨¦ con Stefano Bontate (jefe mafioso despu¨¦s asesinado) y Mimmo Teresi (jefe mafioso no asesinado) cerca de la sede de Edilnord (empresa de Berlusconi) en Piazza Castello. Me dijeron que iban a ver a Marcello dell'Utri, que les hab¨ªa propuesto entrar en la sociedad televisiva que iba a constituir Silvio Berlusconi. (...) Yo qued¨¦ muy contrariado, aunque procur¨¦ que no se me notara porque en ese periodo Dell'Utri formalmente trabajaba solo para m¨ª. Esto me dio la prueba de que Dell'Utri hac¨ªa de esp¨ªa para Berlusconi. Tales declaraciones ya las hice en 1987, pero no tengo noticia de que se haya hecho ninguna investigaci¨®n sobre la procedencia de los capitales de Canale 5. Doy por hecho que hoy [por 1996], claramente tal investigaci¨®n ya no ser¨ªa posible. Recuerdo que cuando le dije a Dell'Utri que podr¨ªa denunciarle me respondi¨® textualmente que es in¨²til que hagas la denuncia porque a m¨ª no me hacen nada. Si me denuncias, se volver¨¢ contra ti. Es, en efecto, lo que ha ocurrido'.
Los intereses de Berlusconi en el sector de la construcci¨®n y 'varios' se concentraron en la televisi¨®n privada. Contaba en 1996 el mafioso Giochimo Pennino que (Mimmo) 'Teresi, conocido como constructor y tambi¨¦n como hombre de honor de relevancia de la familia de Santa Maria di Ges¨² (la de Mangano), como tal se ocupaba de los intereses de Bontate y de su grupo en el sector de la construcci¨®n. (...) Tambi¨¦n de los de Berlusconi y los hermanos Dell' Utri. Tengo entendido que despu¨¦s de la muerte de Teresi el proyecto del mismo destinado a la adquisici¨®n de algunas cadenas de televisi¨®n ha sido realizado por Berlusconi y por Dell'Utri.
El l¨ªder de Forza Italia surge en todas las declaraciones de los mafiosos como el gran funambulista emergente en los a?os sesenta y setenta con el que conven¨ªa contactar. Nadie ha sabido -ni ¨¦l- explicar c¨®mo financi¨® su primera gran operaci¨®n inmobiliaria en 1963, con la que construy¨® un complejo residencial en Brughero para 4.000 habitantes. S¨®lo se sabe que el dinero lleg¨® a trav¨¦s de Suiza movido por un oscuro abogado de Lugano. Cuatro d¨¦cadas despu¨¦s, Berlusconi es pr¨¢cticamente el due?o, adem¨¢s del jefe, de Italia.
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