Berlusconi, el socio inc¨®modo
Excepto Aznar, los l¨ªderes de la UE acogen con aprensi¨®n el regreso del magnate al Gobierno de Italia
Silvio Berlusconi regresar¨¢ dentro de un mes, en Gotemburgo (Suecia), al restringido club de los l¨ªderes de la UE. Han pasado siete a?os desde que hiciera en Corf¨² (Grecia) una fugaz y ¨²nica aparici¨®n en un Consejo Europeo. La prensa italiana dijo entonces que centr¨® m¨¢s atenci¨®n en adquirir un chalet en la isla que en las negociaciones para la sucesi¨®n de Jacques Delors en la Comisi¨®n. 'Despierta m¨¢s dudas que certezas', afirma una alta fuente diplom¨¢tica al opinar sobre el retorno del l¨ªder de Forza Italia. Su victoria ha sido recibida mayoritariamente con aprensi¨®n si se except¨²a la calurosa felicitaci¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Sin embargo, se descarta que la UE act¨²e con Italia de igual modo que con Austria el a?o pasado.
Los europeos excluyen por el momento la aplicaci¨®n de sanciones incluso si hay miembros de la Liga Norte en el Gabinete. El primer ministro sueco, y presidente de turno de la UE, G?ran Persson, reaccion¨® con gran cautela el lunes al referirse a las elecciones italianas e indicar que los Quince se dotaron el pasado diciembre en Niza de un mecanismo de salvaguardia para actuar en casos de violaci¨®n a los principios y valores de la Uni¨®n.
En realidad, ese mecanismo es muy tibio. El art¨ªculo 7 del Tratado prev¨¦ la imposici¨®n de sanciones, por ejemplo, eliminar el derecho de voto a pa¨ªses de la UE que violen de forma grave y reiterada derechos fundamentales de la Uni¨®n. El mecanismo de prevenci¨®n implica la apertura de consultas con el pa¨ªs sospechoso antes de imponer sanciones, siempre que haya el apoyo de cuatro quintas partes del Consejo de Ministros y el consentimiento del Parlamento.
El ¨¦xito de Berlusconi ha sido recibido de manera g¨¦lida en Alemania, Francia (el Gobierno, no el presidente, Jacques Chirac), B¨¦lgica y los pa¨ªses escandinavos. 'No es una buena noticia para gente que tiene una cierta sensibilidad', afirm¨® el secretario de Asuntos Europeos franc¨¦s, Pierre Moscovici. Berlusconi no comparte para nada las veleidades germanas a favor de un Gobierno federal europeo, pero s¨ª respalda la ampliaci¨®n y el ingreso de Turqu¨ªa como una v¨ªa para frenar la amenaza del extremismo isl¨¢mico.
La sensibilidad de Moscovici se refiere, entre otras cosas, a la participaci¨®n en la Casa de las Libertades de un partido xen¨®fobo y poco europe¨ªsta como la Liga Norte, de Umberto Bossi, y un grupo de origen neofascista como la Alianza Nacional, de Gianfranco Fini, as¨ª como los problemas que comporta la entramada red de negocios y el omn¨ªmodo poder en medios de comunicaci¨®n del que goza el nuevo primer ministro italiano, sin olvidar sus cuentas pendientes con la justicia. La UE estar¨¢ atenta a la formaci¨®n del nuevo Gobierno, 'y si es necesario, vigilante', ha se?alado el ministro de Exteriores franc¨¦s, Hubert V¨¦drine.
El hecho que la Liga Norte haya obtenido pobres resultados calma algo las inquietudes de los europeos, pero no es garant¨ªa suficiente. En Bruselas, la figura de Bossi suscita p¨¢nico e inquietan sus pretensiones de lograr para su partido alguna poltrona importante o la presidencia de alguna de las C¨¢maras. Pero se reconoce que Berlusconi dispone de un mayor margen de maniobra que cuando gobern¨® en 1994 y no est¨¢ obligado a plegarse a las exigencias del dirigente padano.
'Nunca he ocultado mi opini¨®n sobre la participaci¨®n de un partido de extrema derecha en un gobierno europeo, lo cual constituye un peligro para una sociedad democr¨¢tica', afirma a trav¨¦s de un portavoz el liberal Louis Michel, vicepresidente y ministro de Exteriores belga, cuyo pa¨ªs asumir¨¢ el pr¨®ximo julio la presidencia de los Quince. Michel fue uno de los m¨¢s f¨¦rreos defensores de las sanciones contra Austria.
El presidente de la Comisi¨®n, Romano Prodi, felicit¨® el martes a su rival pol¨ªtico, al que derrot¨® en las urnas en 1996. Fuentes pr¨®ximas a Prodi admiten que, obviamente, hubiera preferido la victoria de Francesco Rutelli, pero que entre Prodi y Berlusconi ha habido siempre respeto. 'Prodi odia infinitamente m¨¢s a Massimo D'Alema ', comenta un colaborador del jefe del Ejecutivo comunitario.
Enrique Bar¨®n, presidente del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, cree que 'Berlusconi representa un factor de preocupaci¨®n para la integraci¨®n europea, como lo representaba Margaret Thatcher'. Bar¨®n pide a la Comisi¨®n que vigile los problemas de competencia que supone el control de tres canales de televisi¨®n privados en manos del magnate italiano.
Alejandro Agag, secretario general del Partido Popular Europeo (PPE) y gran valedor de Berlusconi para la incorporaci¨®n de Forza Italia en el PPE, valora su triunfo en clave espa?ola: 'Ante todo, significa un reequilibrio de fuerzas dentro de la UE. Aznar va a tener en Berlusconi su gran aliado a la hora de defender los fondos de ayuda regional'.
En un momento de dif¨ªcil sinton¨ªa entre Europa y EE UU, Italia ser¨¢ el mejor amigo de los norteamericanos, se?alan fuentes atl¨¢nticas. 'Berlusconi apoya sin reservas la pol¨ªtica de defensa antimisiles del presidente Bush', dice un diplom¨¢tico de la OTAN.
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