'No he dictado nada que fuera injusto ni he recibido dinero'
El juez de vigilancia penitenciaria de Valencia y Castell¨®n, Ernesto Alberola, recibi¨® ayer de manos del Presidente de la Sala de Civil y Penal del Tribunal Superior de Valencia el auto en el que constan los cargos de la causa abierta en su contra: revelaci¨®n de secretos y prevaricaci¨®n. 'No tengo ni idea de porqu¨¦ es esto. Yo no sab¨ªa que estaba siendo investigado. Me enter¨¦ por su peri¨®dico y no entiendo nada', afirm¨® Alberola.
La causa abierta a este juez, ante la que cabe un recurso de s¨²plica que el magistrado afirm¨® que no presentar¨¢, se abri¨® tras unas diligencias instruidas en el juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 2 de Valencia. El resultado de las mismas se remiti¨® al Tribunal Superior de Justicia el 21 de marzo y el origen est¨¢ en una denuncia contra Alberola por supuestas irregularidades en el ejercicio de sus funciones. Estas irregularidades consistir¨ªan en la concesi¨®n indebida de terceros grados a presos que despu¨¦s son revocados tras el recurso del fiscal.
'El fiscal sabr¨¢ por qu¨¦ recurre el 100% de los terceros grados penitenciarios. Entiendo que su filosof¨ªa es la del cumplimiento total de condena'
'?Qu¨¦ secretos voy a revelar? No s¨¦ a qu¨¦ se refieren. No pienso personarme en esta causa. Ir¨¦ a declarar cuando se me cite y que decidan lo que consideren. Yo no he cometido ning¨²n delito'.
Desde que el pasado s¨¢bado conociera, seg¨²n sus declaraciones, que estaba sido investigado, Ernesto Alberola acumula en varias carpetas toda la informaci¨®n que pueda servirle para defenderse. Entre otras cosas, el magistrado ha cursado comunicaciones a los juzgados hom¨®logos de otras provincias para conocer las estad¨ªsticas de recursos presentados por los fiscales de vigilancia penitenciaria a los reg¨ªmenes abiertos que se conceden.
'La Constituci¨®n considera las penas como retributivas o como reinserci¨®n. Eso s¨®lo se logra si el interno sale. ?Por qu¨¦ nadie se pregunta la raz¨®n que justifica que se recurran el 100% de los tercer grados que se conceden desde este juzgado?', se?al¨® Alberola. Las respuestas que hasta ahora le han llegado son favorables a su planteamiento. En la prisi¨®n de La Rioja, en 2000, progresaron a tercer grado 10 reclusos y no hubo ning¨²n recurso del fiscal de vigilancia penitenciaria. El balance de la c¨¢rcel de Zaragoza indica que el pasado a?o progresaron a tercer grado 176 reclusos y se interpusieron cinco recursos. Seg¨²n los datos del penal de Oca?a (Toledo), 130 reclusos pasaron a r¨¦gimen abierto en 2000, de los que 96 fueron desestimados tras interponerse recurso. En el caso de la c¨¢rcel de Oviedo, el pasado a?o progresaron a tercer grado 14 internos, 170 lograron permiso por recurso de los propios internos y el fiscal de vigilancia penitenciara present¨® un recurso. 'En ning¨²n caso se recurre el 100% de los progresos a tercer grado como ocurre aqu¨ª', dijo Alberola.
Alrededor de la actuaci¨®n de este juez hay muchas inc¨®gnitas: ?Por qu¨¦ le recurren todos los progresos a r¨¦gimen abierto? ?Por qu¨¦ muchos de los que han disfrutado del tercer grado, aunque haya sido por corto periodo de tiempo, coinciden en haber sido defendidos por un reducido grupo de abogados? ?Por qu¨¦ los clientes de esos abogados, y por extensi¨®n los que han conseguido provisionalmente salir de prisi¨®n, est¨¢n relacionados con delitos contra la salud p¨²blica?
'No tengo la respuesta. El fiscal sabr¨¢ porqu¨¦ recurre. Entiendo que su filosof¨ªa es la del cumplimiento total de condena. Y ¨¦sa, en la mayor¨ªa de los casos, no es la m¨ªa. Sobre los abogados... es cierto que la mayor¨ªa de los presos por grandes delitos de narcotr¨¢fico est¨¢n defendidos por Guillermo Forteza, por Colomer Signes, por Luz Estela Luna, por Milara y por Palanca. Deontol¨®gicamente estoy en contra de esas minutas archimillonarias. Hay presos que han pagado cinco y hasta 15 millones de pesetas por la tramitaci¨®n de la progresi¨®n al tercer grado. Pero no tengo nada que ver. La mayor¨ªa de los presos no son narcotraficantes. Por tanto, la mayor¨ªa de los recursos que se interponen y obligan al regreso a la c¨¢rcel son de delincuentes que han contado con asistencia de oficio. Nunca se me ha pagado por nada ni en dinero ni en especies. Soy juez, no he dictado nada sabiendo que era injusto', asever¨® Alberola.
En su favor explic¨®: 'Recibo a familiares de presos que me lo piden. Los martes visito a los preventivos de Picassent, los mi¨¦rcoles a los penados, y los jueves voy a la secci¨®n abierta de Valencia o de Castell¨®n. No evito las cr¨ªticas o los problemas. Estoy disgustado, s¨ª. Pero duermo tranquilo'.
Mientras se resuelve este caso, muchos reclusos est¨¢n pendientes de su progresi¨®n al tercer grado o su regresi¨®n. Uno de ellos, de 47 a?os, con una pena de 46 a?os -de la que ha cumplido 13 a?os y medio (24 con beneficios penitenciarios)- est¨¢ pendiente de que la secci¨®n primera de la Audiencia de Valencia se pronuncie sobre el recurso del fiscal de vigilancia. Este preso sali¨® a r¨¦gimen abierto el 27 de junio de 2000. Fue regresado, tras el recurso, el 5 de octubre de 2000. Volvi¨® salir el pasado 6 de marzo y ahora no sabe qu¨¦ ocurrir¨¢. El recurso del fiscal se basa en un informe de la junta de tratamiento de hace 9 a?os, en el que consta, entre otras cosas, que no va a clase. Pero sus acreditaciones demuestran que no lo hace porque est¨¢ estudiando Derecho por la UNED, carrera de la que le quedan seis asignaturas.
'Hay que tener cuidado, sabe. El 9 de marzo de 1999 fue regresado de tercer grado J. Morales. Horas despu¨¦s se suicid¨® colg¨¢ndose en su celda. Hay que valorar las cosas y que cada uno, todos, cumpla con sus reponsabilidades', sentenci¨® el juez.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.