El D¨ªa de las Fuerzas Armadas se convierte en un espect¨¢culo de masas

Si el espect¨¢culo que ayer contempl¨® en Alicante el alcalde de Barcelona, Joan Clos, se hubiera celebrado en su ciudad hace un a?o, probablemente se habr¨ªan ahorrado gran parte de los problemas que gener¨® el pol¨¦mico desfile. Pero seguramente sin aquella controversia no se habr¨ªa convencido el Ej¨¦rcito de la necesidad de renovar su forma tradicional de presentarse en sociedad.

Los alicantinos salieron ganando. Y tambi¨¦n las Fuerzas Armadas, que aunque faltas de soldados y escasas de medios pudieron demostrar que algunos de los que tienen soportan la comparaci¨®n con los mejores. Por ejemplo, la Patrulla ?guila del Ej¨¦rcito del Aire, cuyos siete C-101 dibujaron en el cielo una sucesi¨®n de filigranas entre la acrobacia y la coreograf¨ªa; o el helic¨®ptero Chinook del Ej¨¦rcito de Tierra que casi se pos¨® sobre el agua para depositar una lancha de desembarco; o los aviones Harrier de la Armada, que permanecieron suspendidos durante largos minutos a unos pocos metros de la arena en medio de un ruido ensordecedor y un fuerte olor a queroseno.

Un paracaidista fue arrastrado por el viento hasta el casco urbano, donde se golpe¨® contra un muro

El espect¨¢culo funcion¨® como un reloj. El ¨²nico desajuste se produjo cuando uno de los 15 saltadores de la Brigada Paracaidista fue arrastrado por el viento hasta el casco urbano, donde se golpe¨® contra un muro, por lo que tuvo que ser evacuado en ambulancia a un sanatorio, del que ser¨ªa dado de alta pocas horas despu¨¦s tras comprobarse que la contusi¨®n no ten¨ªa consecuencias.

Un mando del Ej¨¦rcito reconoc¨ªa, y ah¨ª volv¨ªan a aflorar las deficiencias, que los paracaidistas no se entrenan todo lo que debieran debido a la restricci¨®n del combustible para los aviones.

El espect¨¢culo pudo ser seguida en directo a trav¨¦s del segundo canal de TVE, que si el a?o pasado ignor¨® el desfile de Barcelona ayer despleg¨® m¨¢s de 20 c¨¢maras, algunas en el portaviones Pr¨ªncipe de Asturias, fondeado frente a la playa.

La primera parte del acto, mucho menos novedosa, se celebr¨® en la c¨¦ntrica plaza Puerta del Mar, presidido por los Reyes. El Rey, con uniforme de capit¨¢n general del Aire, y el Pr¨ªncipe, de capit¨¢n de corbeta. Las medidas de seguridad y las escasas dimensiones del lugar dejaron al p¨²blico a una considerable distancia, lo que motiv¨® algunas airadas protestas.

Al Ej¨¦rcito le cuesta renunciar a los desfiles, y aunque oficialmente no hubo tal, casi 500 militares marcharon ante la tribuna, algunos con vistosos uniformes de ¨¦poca y estandartes pertenecientes a los ¨²ltimos 200 a?os, los que tiene el servicio militar obligatorio, al que ayer se desped¨ªa solemnemente.

El ¨²nico ministro presente fue el de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, no por casualidad diputado por Alicante. En cambio asistieron, adem¨¢s del presidente de la Generalitat Valenciana, Eduardo Zaplana, altos cargos procedentes de su comunidad, como el secretario de Estado de la Seguridad Social, Gerardo Camps, y el director de la Polic¨ªa, Juan Cotino, quien se asegur¨® de que la concentraci¨®n antimilitarista, a la que acudieron 500 personas, compart¨ªa el car¨¢cter festivo de la exhibici¨®n militar.