Noticias de mi t¨ªo V¨ªctor

Mi t¨ªo V¨ªctor, V¨ªctor Alba, acaba de publicar un libro: Diccionari (abreujat) de les ximpleries, les bajanades, les badoqueries i les trapalleries (Editorial Laertes). Es, si no ando equivocado, el libro que hace el 126 de los publicados por mi t¨ªo desde que en 1946 ('des que vaig fotre el camp d'Espanya', dice ¨¦l, o sea, de la c¨¢rcel Modelo), en Par¨ªs (?ditions Franc-Tireur), apareci¨® Insomnie espagnole, el primer libro que se publicaba -?en el mundo!- sobre la Espa?a franquista, con un pr¨®logo de Jean Cassou. La Coubbet Press, de Londres, lo sacaba en ingl¨¦s al a?o siguiente con el t¨ªtulo de Sleepless Spain.

Huelga decir que mi t¨ªo V¨ªctor Alba no es mi t¨ªo, ni por l¨ªnea sangu¨ªnea ni pol¨ªtica. V¨ªctor Alba es un seud¨®nimo, un nom de guerre, tras el que se oculta Pere Pag¨¨s (Barcelona, 1916), el cual tampoco es mi t¨ªo, ni por la sangre ni por las convenciones religiosas, civiles, jur¨ªdicas en cualquier caso. Mi t¨ªo es mi t¨ªo porque es un tipo, tanto como V¨ªctor Alba como Pere Pag¨¨s, que me cae la mar de bien, aunque eso no servir¨ªa de nada si mi t¨ªo V¨ªctor/Pere y su familia, Loute, la mujer, y Cristina, la hija, no me hubiesen aceptado como sobrino. Y me aceptaron. Vamos, que nos caemos bien.

V¨ªctor Alba acaba de publicar el libro que hace 126 desde que, en 1946, public¨® en Par¨ªs 'Insomnie espagnole'

Mi t¨ªo V¨ªctor viene a sustituir en mi familia posible -la de verdad, salvo mis padres, era del todo imposible- a otro t¨ªo, el t¨ªo Xammar, Eugeni Xammar -que tambi¨¦n me reconoci¨® como sobrino-, nacido en Barcelona en 1888 y muerto en L'Ametlla del Vall¨¨s el a?o 1973 (el d¨ªa de su entierro ¨¦ramos poco m¨¢s de dos docenas de personas en el cementerio; el ata¨²d era demasiado largo y no entraba en el nicho. El se?or de Puerto Rico, mi acompa?ante, se cagaba en la madre del sepulturero mientras encend¨ªa un porro). Cuando muri¨®, Eugeni Xammar ten¨ªa 85 a?os, la misma edad que tiene hoy V¨ªctor Alba.

Si se os ocurre hojear el Nou Diccionari 62 de la Literatura Catalana y busc¨¢is V¨ªctor Alba, no hallar¨¦is nada. En cambio, si busc¨¢is X¨¨nius o Pere Quart, os remitir¨¢n a Eugeni d'Ors o a Joan Oliver, respectivamente. El periodista V¨ªctor Alba, al igual que el periodista Gaziel, director que fue de La Vanguardia, no tienen entrada en el diccionario de la 62. Hay que saber que tras el seud¨®nimo de Gaziel se oculta Agust¨ª Calvet y que tras el de V¨ªctor Alba se oculta Pere Pag¨¨s para poder dar con ellos (lo cual resulta harto dif¨ªcil, sobre todo en lo referente a mi t¨ªo V¨ªctor, porque en ninguno de sus libros recientes se menciona su verdadero nombre).

El Nou Diccionari 62 de la Literatura Catalana dedica 32 l¨ªneas a mi t¨ªo Eugeni Xammar y 25 a mi t¨ªo V¨ªctor Alba. Las 32 dedicadas al t¨ªo Eugeni no me convencen, pero las 25 dedicadas al t¨ªo V¨ªctor claman justicia. ?Por qu¨¦? Por lo siguiente. Porque le niegan la condici¨®n de periodista: para ellos es, ante todo, un assagista. Porque dicen que 'durant la postguerra, va ser empresonat per les seves activitats clandestines'. Fue juzgado y encarcelado dos veces: la primera por sus 'actividades revolucionarias' durante la guerra, la civil. Es decir, por ejercer de periodista, en un papel anarquista. Dicen que 'va ser col.laborador a la premsa llatinoamericana i europea, amb articles on es palesa el seu proamericanisme i anticomunisme'. Vamos, que era poco menos que un agente de la CIA. Y ahora viene lo m¨¢s gordo: 'Tamb¨¦ ¨¦s autor dels estudis molt personals yo hab¨ªa quedado con ¨¦l en que le llamar¨ªa a Sitges, donde reside, la pasada semana, para almorzar juntos y pedirle algunos datos, alguna an¨¦cdota divertida para hablar de su libro en esta p¨¢gina. Pero la pasada semana, am¨¦n del calor, por momentos agobiante, me doli¨® lo bastante la pierna como para no aventurarme m¨¢s all¨¢ de la terraza del Bauma. Total que le di plant¨®n a mi t¨ªo. Pero le escuch¨¦ en la radio. Creo que fue el pasado viernes, o tal vez el s¨¢bado, por la ma?ana. Hablaba mi t¨ªo de la mandra, de la pereza que le da afeitarse, anudarse la corbata. Hablaba del imperialismo, del colonialismo del cuerpo a partir de una cierta edad, la suya, 85 a?os. 'Quince o 10 a?os atr¨¢s', dec¨ªa, 'era otra cosa. Ahora soy un viejo'.

Mi t¨ªo V¨ªctor, un hombre que cada a?o, desde 1946, escribe, publica un libro. Libros que ¨²ltimamente parecen escritos 'de la banquette arri¨¨re', desde el asiento trasero, como dec¨ªa Claudel, mirando el paisaje que dej¨®, que hace tiempo dej¨® atr¨¢s. Y lo curioso es que ese paisaje, esos rostros, ese talante, esa mala leche, esas cabronadas, esas estupideces, regresan pimpantes d¨ªa tras d¨ªa. Y mi t¨ªo las busca -en los papeles, en la tele, en los libros, en las conversaciones de su pueblo-, y las anota, y las comenta, desde el asiento trasero, mezclando pasado, presente y futuro.

A m¨¢s de uno le encantar¨ªa que mi t¨ªo V¨ªctor se convirtiese en el t¨ªo Cicuta de un programa estrella de TV-3. Un t¨ªo Cicuta capaz de soltar una boutade sobre la imposici¨®n de Els segadors en las clases de m¨²sica de los infantes catalanes, del territorio catal¨¢n, o sobre la no concesi¨®n del Premi d'Honor de les Lletres Catalanes al Pulpo de Andratx. Una boutade 'molt personal'. Pero mi t¨ªo es un gato viejo. Sabe que para hacer de payaso en la tele auton¨®mica, de buf¨®n al servicio del poder, hacen falta unas virtudes que ¨¦l, afortunadamente, nunca tuvo. Por ellos, sin apenas hacer ruido -Alba es sordo y el ruido le cabrea, se le hace insoportable-, mi t¨ªo V¨ªctor suele frecuentar las editoriales honestas y modestas, editoriales de amigos (como Laertes), donde suele escribir, a sus 85 a?os, cosas como ¨¦stas: 'Mireu els partits pol¨ªtics que han perdut vots i eleccions aquest any a Catalunya i Espanya. No s'orientaven en la realitat social, no veieren com havia canviat, no recordaren qu¨¨ eren ni per qu¨¨ existien. Havien estat massa temps aferrats a una figura (Pujol, Gonz¨¢lez), pendents de les seves decisions, i aix¨° els havia fet perdre l'h¨¤bit de pensar pel seu compte; els militants s'havien convertit en ombres dels dirigents, i quant aquests, en envellir en el c¨¤rrecs -fossin alts o baixos, tant li fa-, donaren signes d'Alzheimer, els membres dels partits es trobaren desorientats, perderen l'oremus. ?s com si l'Alzheimer se'ls hagu¨¦s encomanat; no pas per un virus, evidentment, sin¨® per mimetisme. Ja no saben pensar pel seu compte'. (Diccionari de les ximpleries, article senectut).

Per molts anys, oncle V¨ªctor.