El Consejo de Patrimonio condena que los futbolistas del Real Madrid se subieran a la Cibeles para festejar la Liga

El Consejo Regional de Patrimonio, dependiente de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n, conden¨® ayer, por unanimidad, el modo en el que los futbolistas del Real Madrid celebraron su 28? t¨ªtulo de Liga el pasado 27 de mayo. Todos los miembros del equipo -y no s¨®lo dos, como se hab¨ªa pactado previamente con la Delegaci¨®n del Gobierno- se subieron a la estatua de la Cibeles para saludar a su hinchada. Esta vez no se produjeron destrozos en la fuente, pero s¨ª en la vegetaci¨®n de la zona: los aficionados causaron da?os por valor de 6,6 millones de pesetas, que el Real Madrid tendr¨¢ que pagar al Ayuntamiento.

En el comunicado firmado ayer por todos los integrantes del Consejo (incluidos los representantes del Consistorio madrile?o) se condena la actitud de los futbolistas y se recuerda que 'el respeto e integridad de los monumentos prima sobre cualquier celebraci¨®n deportiva o de otra ¨ªndole'. Uno de los miembros permanentes del ¨®rgano, el diputado regional de IU Franco Gonz¨¢lez, tild¨® al alcalde de Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, de 'permisivo' con el Real Madrid y le record¨® que 'no puede tranquilizar su conciencia permitiendo el pago de una multa' por parte del club a cambio del uso 'imperdonable' de los monumentos hist¨®ricos de la ciudad.

El Consejo Regional de Patrimonio est¨¢ formado por representantes de la Comunidad, del Ayuntamiento de la capital y del Ministerio de Cultura, as¨ª como de los grupos parlamentarios en la Asamblea, la Federaci¨®n de Municipios de Madrid, las seis universidades p¨²blicas y las Reales Academias.

'Los destrozos en el patrimonio no los puede pagar nadie, y, adem¨¢s, suponen un mal ejemplo para los ni?os y para la sociedad en general', continu¨® el diputado de IU. Las celebraciones deportivas y, en concreto, el cerco a la Cibeles por parte de los hinchas del Real Madrid cuando este equipo consigue un ¨¦xito han sido ampliamente criticadas por diversos colectivos que temen las consecuencias de tales festejos en los monumentos y que recuerdan que, la mayor parte de las veces, los da?os se reparan con dinero p¨²blico.