Tint¨ªn en Euskadi
La batalla de Bergara ha ejercido efectos decisivos sobre la percepci¨®n de la kale borroka por parte del Gobierno vasco. Las solemnes declaraciones de su portavoz, Josu Jon Imaz, suponen un giro copernicano: aquellos que en Bergara el pasado domingo, como antes en otros lugares, crearon una noche de terror en el pueblo, no eran j¨®venes rom¨¢nticos, ebrios de aventura y de fuego, sino que 'podr¨ªan' pertenecer a ETA. Sus investigaciones van por ese lado y como siempre s¨®lo los aguafiestas de Erne y los partidos 'espa?olistas' ensombrecen tan agudas reflexiones.
Poco a poco, episodios como el mencionado, o las declaraciones de Anasagasti en M¨¦xico y de Arzalluz en este mismo diario, invitan a quienes estamos felizmente aquejados de 'fundamentalismo democr¨¢tico' a preocuparnos cada vez m¨¢s ante una marcha de las cosas que va apart¨¢ndose de los buenos prop¨®sitos enunciados por Ibarretxe. Y a discrepar de quienes ahora arrojan un d¨ªa tras otro la pol¨ªtica seguida por el PSE de Nicol¨¢s Redondo al basurero de la historia. Para quien asuma el terrible riesgo de leer lo que se dice y ver lo que pasa resulta evidente que el PNV no enfila una ampliaci¨®n del autogobierno, sino el camino de la independencia vaciando desde dentro las instituciones para quedarse en Europa, y que los objetivos de la aut¨¦ntica cruzada, la nacionalista, son los mismos: periodistas y asociaciones pacifistas. Por encima de todo, el estatutismo ya no cabe en el PNV, sentencia Arzalluz.
Para ello, los nacionalistas cuentan con un inesperado apoyo ajeno a su campo: la Ezker Batua de Javier Madrazo. Con su sonrisa de Buda feliz, Madrazo ha cumplido su objetivo: no s¨®lo sobrevivir, sino ascender al Gobierno invirtiendo los t¨¦rminos de anta?o, en calidad de compa?ero de viaje del PNV hegem¨®nico. Es un pol¨ªtico que no duda en refugiarse cuando es preciso en la mentira, no s¨®lo en la manipulaci¨®n. 'Somos oposici¨®n al PNV', me replic¨® con firmeza en un debate al iniciarse la campa?a. Ya se vio entonces y ya se ha visto luego. El ex firmante de Lizarra no desarroll¨® en campa?a proyecto social alguno para Euskadi: plante¨® desde el inicio de la campa?a un '¨®rdago a Mayor'. Ataques constantes, en aplicaci¨®n caricaturesca del viejo 'clase contra clase' para el frente antiterrorista. Acusaciones insistentes dirigidas al PSE por seguidismo. Y hacia el campo nacionalista, s¨®lo la denuncia de la satanizaci¨®n de que supuestamente era objeto. Tint¨ªn estaba seguro de poseer la f¨®rmula para resolver el problema vasco, luchaba contra los malandrines espa?olistas y, por encima de todo, serv¨ªa a su se?or. Hasta en el lema de la campa?a, Un pa¨ªs para todos, reprodujo Madrazo la f¨®rmula de los folletos de propaganda del PNV. Un anticipo de la recompensa fue el 3%, y ahora vendr¨¢ lo m¨¢s sustancioso, la consejer¨ªa social .
En un futuro pr¨®ximo, la aportaci¨®n de EB-IU para el proyecto soberanista puede revestir gran inter¨¦s. La f¨®rmula m¨¢gica de Madrazo para resolver el problema vasco funde el culto a San Vladimiro Lenin, con su consigna de autodeterminaci¨®n sin atender a las circunstancias, con el exitoso antecedente del cantonalismo de 1873. Es el 'federalismo de libre adhesi¨®n': todas las comunidades aut¨®nomas ejercen la autodeterminaci¨®n y se re¨²nen en una Espa?a republicana y federal. As¨ª puede proclamar Madrazo que IU es contraria a la independencia vasca, cuando va a hacer todo lo posible para que la misma sea un hecho, ya que nadie con buen juicio puede pensar que los abertzales, una vez lograda la soberan¨ªa, acepten federaci¨®n espa?ola alguna. La trampa, sin embargo, puede servir para que el PNV deje en manos de IU la iniciativa de la propuesta de autodeterminaci¨®n, con lo cual ¨¦sta aparecer¨ªa como un postulado democr¨¢tico y no como una obsesi¨®n nacionalista. Fuera de Euskadi, la propuesta tendr¨¢ sin duda muchos seguidores, desde una amplia izquierda, leninista por ignorancia en este tema, hasta los equidistantes aquejados del s¨ªndrome de Estocolmo y quienes mantienen ante todo el fundamentalismo capitalista, esto es, hacer negocios pase lo que pase con aquel que detenta el poder. Lo malo es que este estilo se convierta en receta para que Llamazares intente la recuperaci¨®n general de IU.
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