Luna de hiel
Carlos Menem no podr¨¢ disfrutar en Siria la segunda luna de miel con su joven esposa chilena. El ex presidente argentino se encuentra desde ayer bajo arresto domiciliario (haber cumplido 70 a?os le libra de la c¨¢rcel), impuesto por el juez que investiga la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador durante su mandato. El magistrado le considera jefe de una organizaci¨®n ilegal de la que tambi¨¦n formaban parte su cu?ado, Emir Yoma, el ex ministro de Defensa Antonio Erman y el ex jefe del Ej¨¦rcito general Mart¨ªn Balza. Todos est¨¢n detenidos a la espera de juicio por un sumario de 20.000 folios que se instruye desde 1995, en el que tambi¨¦n figuran otros dos ex ministros.
El l¨ªder justicialista ha sido acusado de autorizar la venta de 6.500 toneladas de armamento a Zagreb, en 1991 y 1993, y a Ecuador, en 1995. Sobre ambos pa¨ªses reg¨ªa un embargo internacional decretado por la ONU. En Croacia, por las guerras de descomposici¨®n yugoslavas. En Ecuador, por su enfrentamiento fronterizo con Per¨². A la vez que vend¨ªa armas a una de las partes, el Gobierno de Menem mediaba en el conflicto entre Lima y Quito, que no finaliz¨® hasta 1998, y desplegaba a sus cascos azules en Croacia. Un solvente semanario de Zagreb asegura que los negocios se hac¨ªan a trav¨¦s de un argentino-croata condenado por cr¨ªmenes durante la Segunda Guerra Mundial y con el encubrimiento de Miroslav Tudjman, hijo del dictador y por entonces jefe de los servicios secretos de su pa¨ªs.
Menem ha sido uno de los pol¨ªticos latinoamericanos m¨¢s carism¨¢ticos de los a?os noventa, pero la ¨¦tica nunca ha sido el fuerte de este peronismo heterodoxo y modernizador del Estado. El contrabando de armas fue uno de los m¨¢s graves esc¨¢ndalos de dos mandatos (1989-1999) llenos de ellos. Como en otros casos recientes de dirigentes que han cre¨ªdo estar por encima de la ley, su suerte ha acabado quebr¨¢ndose.
Menem comenz¨® a preparar su regreso al poder antes incluso de traspasar la banda presidencial a Fernando de la R¨²a. Si resulta culpable de un delito que puede acarrear hasta 10 a?os de c¨¢rcel, sus posibilidades de volver a escena son nulas. Pero su detenci¨®n tampoco es una buena noticia para De la R¨²a. El justicialismo controla el Senado y la mayor¨ªa de los gobiernos regionales, y lo que menos necesita Argentina en su tercer a?o de recesi¨®n, y con un clima social encendido, es la movilizaci¨®n opositora en torno a la causa a?adida de un martirologio.
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