Algunas empresas ya trabajan 'sin humos'
El 80% de los empleados abandonan el tabaco en las compa?¨ªas que proh¨ªben fumar y pagan cursos para dejarlo
Si el real decreto de 1988 liber¨® de humos los espacios p¨²blicos y el ¨¢rea laboral donde trabajan embarazadas, y el de 1999, los medios de transporte, el aire limpio ganar¨¢ espacio, por las mismas, en las empresas. El Ministerio de Sanidad pretende poner en marcha un real decreto antes de finales de a?o que proh¨ªba fumar en los lugares de trabajo. Pero mientras sindicatos, empresarios y amantes del tabaco discuten la intromisi¨®n del Estado en terreno privado, muchas empresas en Espa?a han tomado por su cuenta la iniciativa.
Hace 11 a?os que el Comisariado Europeo del Autom¨®vil, una empresa madrile?a con 75 empleados que gestiona seguros del autom¨®vil y una agencia de viajes, prohibi¨® a sus empleados fumar en sus oficinas por 'imagen y salud' y releg¨® a los amantes del cigarro a la cafeter¨ªa, dividida a su vez en dos ¨¢reas, para fumadores y no fumadores. 'La gente est¨¢, en general, de acuerdo con la medida y no volver¨ªa atr¨¢s. Tenemos un 80% de mujeres y la mitad de los puestos directivos est¨¢ en sus manos. Siempre hay alguna embarazada', explica Antonio Lucas, director de comunicaci¨®n, que fuma medio paquete al d¨ªa. En cuanto a los numerosos clientes que frecuentan las oficinas 'no hay problemas, prohibimos fumar, pero si se ponen muy pesados les dejamos', afirma. Lucas tiene constancia de que muchos trabajadores se desengancharon del tabaco y los que siguen han bajado su dosis. Pero hay excepciones. Antonio, que entr¨® en la empresa sabiendo que no se pod¨ªa fumar, protesta: 'Nos criminalizan'.
En Oracle, una multinacional americana de tecnolog¨ªa inform¨¢tica con 560 empleados en Espa?a, la prohibici¨®n de fumar en sus oficinas di¨¢fanas con ventilaci¨®n com¨²n es m¨¢s reciente pero no menos satisfactoria: desde que, con el a?o 2000, comenzaron, el 80% de los fumadores lo ha dejado, en parte gracias a un curso de deshabituaci¨®n pagado por la empresa. 'Es nuestra pol¨ªtica cuidar la salud de los empleados', explica Juan Francisco San Andr¨¦s, responsable de recursos humanos, 'a los trabajadores que quieren les pagamos el 50% de la matr¨ªcula del gimnasio'. Las empresas no son indiferentes a las cifras negras que arroja el tabaquismo: 3.000 personas no fumadoras fallecen en Espa?a por causas relacionadas con el humo del tabaco ambiental y, seg¨²n la Asociaci¨®n Espa?ola contra el C¨¢ncer (AECC), trabajar durante cuatro horas con aire contaminado por humo de tabaco supone que las cantidades de nicotina en orina y saliva de un no fumador sean similares a las detectadas en un fumador de light.
Los que en Oracle no supieron o no quisieron aprovechar la oportunidad de dejar de fumar intercambian sus humos en una salita de nueve metros cuadrados, en compa?¨ªa de la m¨¢quina del caf¨¦. En Espa?a no quisieron llegar a los l¨ªmites de sus oficinas en el resto de Europa, donde hay que salir a la calle para fumar. Pero tanto lujo no les va a durar mucho tiempo a los fumadores: la empresa va a dedicarles salas especiales porque 'los que quieren tomar caf¨¦ no tienen por qu¨¦ respirar los malos humos de otros', se?ala San Andr¨¦s. A los reincidentes se les desalienta con vi?etas que cuelgan de las paredes de su refugio: un enorme cigarrillo parte de la boca de un fumador y se enrosca en torno a su cuerpo como un tromb¨®n. 'El control del entorno es decisivo para dejar de fumar', concluye.
Sin caf¨¦
La falta de una pol¨ªtica clara sobre el tabaco inquietaba en Amadeus, 'sobre todo entre las mujeres embarazadas', explica Carlos Zapata, director de recursos humanos de esta multinacional espa?ola de aplicaciones inform¨¢ticas. En noviembre pasado se decidieron a prohibir fumar en la empresa. El 30% de la plantilla (cuenta con 300 empleados) fumaba. Cuarenta fumadores se apuntaron a un curso que pag¨® la empresa para dejarlo. Seis meses despu¨¦s, el 80% ha abandonado el pitillo. Algunos han vuelto a hacer el cursillo. Los que persisten en fumar tienen donde hacerlo: una sala austera, 'con buenas vistas pero sin m¨¢quinas de comida y caf¨¦ para que no se convierta en un local social', explica Zapata.
En un medio de comunicaci¨®n como EL PA?S, una recogida de firmas demostr¨® que el 70% de los trabajadores de la redacci¨®n estaba a favor de realizar un estudio sobre el tema del tabaco. Sin embargo, hoy por hoy la medida no tiene posibilidades de progresar, seg¨²n Jos¨¦ Mar¨ªn, t¨¦cnico de prevenci¨®n de riesgos laborales de la empresa, si no hay por delante un decreto ley. 'Hay falta de espacio y es dif¨ªcil dividir las secciones. Tampoco es falta de iniciativa, sino de armas legales. Aunque el tema es muy dif¨ªcil y hay muchas discrepancias, entre este a?o y el que viene se pondr¨¢ en marcha alguna medida'.
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