Prohibido fumar: un objetivo lejano
Pol¨ªticos y expertos se debaten entre limitar por ley el tabaco en las empresas o esperar a que ¨¦stas se autorregulen
A la altura del n¨²mero 55 de la calle de Serrano, en Madrid, si el paseante se fija puede ver una concentraci¨®n inusual de colillas apagadas en el suelo. Cada una fue un momento de placer de alg¨²n empleado del banco de inversi¨®n norteamericano Morgan Stanley, que ocupa todo el edificio. Su director de recursos humanos, Arturo Plat¨®n, explica que se trata de 'un non-smoking building [edificio sin humos]'. Los empleados fumadores salen a la puerta de la calle o a una escalera de incendios, externa al edificio y al aire libre, para echar un pitillo. Al entrar, los vigilantes de seguridad invitan 'a todo el mundo, sea quien sea', a apagar su cigarrillo.
La carrera para prohibir fumar en las empresas comenz¨® el pasado lunes en Pamplona. El Departameno de Salud del Gobierno Foral anunciaba su inteci¨®n de reducir el ¨ªndice de tabaquismo en la comunidad (parejo al del resto de Espa?a, un tercio aproximado de la poblaci¨®n). Entre las medidas propuestas, destacaba la 'promoci¨®n de los espacios sin humo' en las empresas.
'Necesitamos el apoyo de sindicatos, recursos humanos y empleados', dicen en el Ministerio
La experiencia sugiere que prohibir fumar en el trabajo reduce el n¨²mero de fumadores
'El coste de las medidas contra el tabaco afecta al rendimiento', afirma la patronal navarra
El banco Morgan Stanley, Coca-Cola o El Corte Ingl¨¦s son empresas que los profesionales de la medicina antitabaco ponen como ejemplo de haber erradicado con ¨¦xito el humo de sus espacios de trabajo. Pero lo han hecho como iniciativa interna, no obligados por una ley. 'En nuestro caso', explica Arturo Plat¨®n, 'es algo que no se discute'. 'Desde que AB Asesores fue comprado por Morgan Stanley (1999) las reglas vienen impuestas desde EE UU. En este asunto no hab¨ªa espacio para el conflicto ni la negociaci¨®n. Simplemente, aqu¨ª no se fuma'.
La mitad de los enfermos de c¨¢ncer de pulm¨®n han sido fumadores pasivos en la infancia o son ex fumadores que han seguido aspirando humo en casa o el trabajo, seg¨²n la Sociedad Espa?ola de Neumolog¨ªa. La directora general de Salud P¨²blica, Dolores Flores, present¨® por su parte el pasado jueves el Plan contra el Tabaco del Ministerio de Sanidad, en el que tambi¨¦n se contempla regular el tabaco en las empresas. Sin embargo, Flores reconoce que 'no basta con poner un cartel de no fumar. Esto es algo que tiene que aparecer en el convenio de las empresas, e ir acompa?ado de un programa para dejar de fumar'.
Seg¨²n Flores (ex fumadora desde hace siete a?os, que empez¨® 'por moderna y por progre'), este mismo a?o comenzar¨¢ una negociaci¨®n con sindicatos y empresarios para poner en marcha los espacios sin humo contemplados en el plan, que no estar¨¢ implantado al completo hasta 2007. 'No porque digas 'lo proh¨ªbo' se deja de hacer', concluye Flores, 'necesitamos el apoyo de sindicatos, jefes de recursos humanos y empleados. No queremos que esto sea motivo de conflicto'.
El presidente del Comit¨¦ Espa?ol para la prevenci¨®n del Tabaquismo, Joan Ram¨®n Villalb¨ª cree, sin embargo, en la urgencia de aprobar una limitaci¨®n sin m¨¢s miramientos, al estilo de Navarra: 'Son sitios donde han ido m¨¢s deprisa, con iniciativas m¨¢s claras que la del ministerio'.
'La autoridad tiene que regular. Primero se adopta la pol¨ªtica y despu¨¦s se aplica. Luego habr¨¢ que facilitar su cumplimiento y hacer campa?as de sensibilizaci¨®n. Pero invocar que es necesario esperar un clima favorable para hacer las cosas es posponerlo indefinidamente', sentencia Villalb¨ª, que particip¨® como asesor del Gobierno navarro en el Plan Foral. Como ejemplo, recuerda c¨®mo 'el Gobierno prohibi¨® circular en moto sin casco [una medida de salud p¨²blica], pero nadie lo cumpl¨ªa. Han sido necesarios a?os de campa?as de Tr¨¢fico para que se generalizara el uso del casco'.
Pero el hecho es que, desde 1988, en Espa?a est¨¢ prohibido fumar en los taxis, empresas donde haya una embarazada, centros de menores, colegios y universidades, oficinas de atenci¨®n al p¨²blico de la Administraci¨®n, locales donde se elaboren o vendan alimentos, salas de lectura o exposici¨®n, locales comerciales cerrados con frecuente congregaci¨®n de personas, espect¨¢culos p¨²blicos y deportivos en locales cerrados y ascensores. Adem¨¢s, hace 14 a?os que el tabaco fue considerado sustancia nociva para la salud, y se estableci¨® que el derecho del no fumador prevalece en cualquier caso sobre el del fumador. Hace 14 a?os. No hace falta poner muchos ejemplos sobre el grado de cumplimiento de muchos de estos puntos.
Legislar y luego poner las condiciones para que se cumpla, o crear el clima necesario y luego imponer la norma. Navarra ya ha tomado su decisi¨®n. Jos¨¦ Domingo Cabrera, coordinador del plan, cree que 'si la OMS, los cient¨ªficos y el Gobierno coinciden en que es una sustancia nociva, de ah¨ª hay que partir. En el trabajo es igual de nocivo, y adem¨¢s es un ¨¢mbito que no se puede elegir libremente. ?Que la prohibici¨®n es radical? Tan radical como la de conducir por la derecha. ?Y el coste? Pues el mismo que otra medida de prevenci¨®n de riesgos. S¨¦ que no acabaremos con esto ni en una generaci¨®n, pero siempre hay un punto de partida. Los principios de cortes¨ªa no funcionan'.
Pero, en l¨ªnea con el argumento de la directora de Salud P¨²blica del ministerio, el Gobierno Foral va a encontrar la oposici¨®n de patronal y sindicatos. Ambos participaron en las reuniones informativas del proyecto (que ha llevado un a?o y medio en su elaboraci¨®n), pero no ven viable su aplicaci¨®n. El presidente de la Confederaci¨®n de Empresarios de Navarra, Jos¨¦ Manuel Ayeso, explica: 'El tabaco debe tratarse en el ¨¢mbito de la negociaci¨®n colectiva. Estamos de acuerdo en la defensa de la salud de todos los navarros, pero habilitar ¨¢reas para fumar puede alterar toda la distribuci¨®n del trabajo en algunas empresas. Las inversiones que supone habilitar espacios sin humo son un problema muy serio para la peque?a y mediana empresa, hasta el punto de que afectar¨ªa al rendimiento'. La secretaria de Acci¨®n Sindical de CC OO en Navarra, Pilar Arriaga, ve en la ley un motivo de 'serias fricciones entre compa?eros, que llegar¨¢n a denuncias'.
Experiencias concretas de empresas espa?olas, sin embargo, no s¨®lo no han llegado a ese extremo sino que han reducido notablemente el tabaquismo entre sus empleados. Un tercio de los 300 fumadores de Reckitt Benckiser, la multinacional de productos de limpieza, dejaron el tabaco tras prohibir fumar en la empresa. Pere Plana, presidente de la Sociedad Espa?ola de Seguridad y Medicina en el Trabajo, realiz¨® el plan para erradicar el tabaco tanto de las f¨¢bricas como de las oficinas, que 'no afect¨® a las relaciones laborales'. 'Hubo un consenso entre los trabajadores y la empresa sobre la organizaci¨®n de los espacios sin humo'.
Estanislao Cabrero, jefe del servicio m¨¦dico de Renfe en la zona de Levante y autor de trabajos exhaustivos sobre el tabaquismo en el trabajo, se encarg¨® de eliminar el tabaco de una empresa con un 50% de fumadores en 1999. 'La ley ya prev¨¦ el derecho del no fumador', opina Cabrero, 'es la empresa la que debe ejercer esa obligaci¨®n'. 'La actitud fue conflictiva, pero hay que verlo siempre por el lado positivo: el fumador, quiera o no, acabar¨¢ fumando menos. De 1.350 entrevistas a fumadores, s¨®lo dos afirmaron no estar dispuestos a dejar de fumar'.
'El tabaco era un problema antes', concluye el director de recursos humanos de Morgan Stanley. 'Entonces era motivo de roces en el trabajo. Hoy, el tabaco ya no nos desgasta, ha dejado de ser motivo de discusi¨®n'.
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