El Papa proclama cinco nuevos santos, incluida una religiosa ¨¢rabe
El ¨¢rabe, una lengua que se escucha poco en las ceremonias del Vaticano, se oy¨® ayer durante la canonizaci¨®n de Rafqa Choboq Al-Rayes, cristiana maronita, que se convierte en la primera santa ¨¢rabe de los tiempos modernos. Junto a la religiosa libanesa, a la que la Iglesia atribuye la curaci¨®n de una enferma de c¨¢ncer, el papa Juan Pablo II elev¨® a los altares en la misma ceremonia solemne a una monja y a tres religiosos italianos. Karol Wojtyla consolida as¨ª su primado absoluto en la creaci¨®n de h¨¦roes religiosos. En sus casi 23 a?os de pontificado ha proclamado 1.220 beatos en 124 ceremonias y 451 santos en 42 ritos de canonizaci¨®n.
El Papa declar¨® la jornada 'una fiesta de la santidad' al referirse a las biograf¨ªas de los nuevos santos, que vivieron en los siglos XVII, XIX y principios del XX. Uno de ellos, Luigi Scrosoppi, religioso que vivi¨® en el siglo XIX, ha merecido el honor de los altares, seg¨²n las actas del proceso de canonizaci¨®n, por la curaci¨®n en 1996 de Peter Changu Shitima, un fraile africano enfermo de sida. Tanto en el caso de Peter Changu como en el de Seline Rbeiz, curada por intercesi¨®n de Rafqa Choboq Al-Rayes, el poder curativo de los respectivos santos se manifest¨® a trav¨¦s de sus im¨¢genes, es decir, fue un milagro despu¨¦s de la muerte, preceptivo en los casos de canonizaci¨®n.
Vida piadosa
M¨¢s discreta, la influencia curativa de los otros tres nuevos santos, uno de los cuales, Bernardo de Corleone, fue un espadach¨ªn conocido en la Sicilia del siglo XVII por su habilidad con la espada. La religiosa Teresa Eustochio, que vivi¨® entre los siglos XIX y XX, y el confesor Agostino Roscelli, del XIX, se distinguieron, en camibo, por una vida piadosa pero sin especiales sobresaltos.
La canonizaci¨®n de la religiosa Rafqa Coboq Al-Rayes, nacida en Himalaya (L¨ªbano) en 1832, atrajo la presencia en Roma del patriarca maronita Sfier. La nueva santa, fallecida a causa de una terrible enfermedad en 1914, fue recordada por el Papa como ejemplo 'de amor a Dios y a los hermanos'.
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