Tiene gracia la cosa
Un conocido (y excelente) tenor teoriz¨® cierto d¨ªa sobre los duendes del Teatro Real. Dec¨ªa, metaf¨®ricamente, que se hab¨ªan marchado porque era un teatro con demasiado orden y limpieza, casi como un hospital, y los artistas estaban all¨ª como atenazados. Escuchando ayer La Cenerentola, de Rossini, divagu¨¦ sobre qu¨¦ pensar¨ªa el tenor si estuviese en el patio de butacas, sobre todo en el sexteto Questo ¨¦ un nodo avviluppato (Este es un nudo bien enredado), momento m¨¢gico, central y esencial de la noche, donde se fusion¨® lo mejor del planteamiento teatral de Savary y lo mejor del estilo rossiniano de los cantantes, al servicio de una situaci¨®n de locura organizada, de esas que dejaban boquiabierto a Stendhal.
Era l¨®gico pensar que los duendes hab¨ªan regresado a la llamada de Rossini. Quiz¨¢ se hab¨ªan ido, adem¨¢s de por la apariencia de hospital, porque no se hab¨ªa programado al genial compositor de Pesaro. Y un teatro sin su buen humor es un teatro poco acogedor para los duendes.
La representaci¨®n de La Cenerentola ayer fue entretenida. Desprendi¨® un suave no s¨¦ qu¨¦, un cierto encanto, aunque sin llegar a ser arrebatadora. No es poco en un t¨ªtulo m¨¢s complicado de lo que parece a primera vista en su combinaci¨®n de drama jocoso, f¨¢bula moral y comedia sentimental.
Ritmo vivo
Tuvo en Carlo Rizzi un concertador estupendo. Llev¨® la obra a un ritmo vivo, extrajo de la Orquesta Sinf¨®nica de Madrid un sonido ligero y flexible, y acompa?¨® a los cantantes siempre con primor, sabiendo muy bien el terreno que pisaba. J¨¦rome Sabary plante¨® esc¨¦nicamente la obra forzando el elemento grotesco y apoy¨¢ndose en la direcci¨®n de actores. En una escena como el sexteto citado funcion¨® a la perfecci¨®n. Pero a veces se perd¨ªa en la dispersi¨®n y el barroquismo, con un movimiento de coros recargado y algo excesivo, sin que el escaso inter¨¦s de la escenograf¨ªa ayudase demasiado. A los cantantes, sin embargo, les sac¨® todo el partido imaginable en su faceta teatral.
Adem¨¢s, cantaron, en conjunto, a un nivel ciertamente notable. El m¨¢s aplaudido fue Carlos Chausson, espl¨¦ndido en la construcci¨®n del personaje de Don Magn¨ªfico. El argentino Ra¨²l Gim¨¦nez volvi¨® a mostrar su gran clase de tenor belcantista a la antigua (el Espl¨¢ de la l¨ªrica, vamos). A Sonia Ganassi le falt¨® un puntito de arrebato en el rond¨® final; su Angelina fue, en cualquier caso, m¨¢s que correcta. Alessandro Corbelli exhibi¨® una gran desenvoltura de principio a fin como Dandini, y Marina Rodr¨ªguez Cus¨ª estuvo pizpireta e intencionada como Tisbe. Dejo para el final a Jeannette Fischer (Clorinda), una cantante atl¨¦tica con una comicidad irresistible; un papel¨®n el suyo, teatralmente hablando.
Volvieron con Rossini las sonrisas al Teatro Real. Volvieron los duendes y dejaron algunas gotitas de su inspiraci¨®n por los rincones. Ojal¨¢ se queden. Con lo pr¨®ximo que viene, su presencia va a ser muy necesaria.
La Cenerentola
De Rossini, sobre un libreto de Jacopo Ferretti. Edici¨®n cr¨ªtica de Alberto Zedda. Director musical: Carlo Rizzi. Director de escena: J¨¦rome Savary. Con Sonia Ganassi, Ra¨²l Gim¨¦nez, Alessandro Corbelli, Carlos Chausson, Jeanette Fischer, Marina Rodr¨ªguez Cus¨ª y Simon Orfila. Orquesta y Coro de la Sinf¨®nica de Madrid. Producci¨®n de la ?pera de Par¨ªs. Teatro Real, 11 de junio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.