Un brindis con AZT
Un orfanato empuja al Parlamento de Kenia a legalizar los gen¨¦ricos antisida
Un jesuita, con perfecto golpe de mano, precipit¨® ayer al Parlamento de Kenia a aprobar por unanimidad el proyecto de ley de Propiedad Industrial que permite fabricar e importar gen¨¦ricos pese a las patentes de las multinacionales. Mientras los diputados abr¨ªan su debate, el peque?o orfanato Nyumbani (Mi Casa, en swahili), de Nairobi (Kenia), dirigido por el padre Angelo D' Agostino, distribu¨ªa a sus ni?os por vez primera un antirretroviral gen¨¦rico, zidovudina (principio activo del AZT), donado por Brasil. La importaci¨®n hab¨ªa sido aprobada por el Gobierno de Kenia, pese a que la patente del AZT la posee all¨ª GlaxoSmithKline. Ya en febrero pasado, D' Agostino anunci¨® que aceptar¨ªa gen¨¦ricos antisida de la empresa india Cipla y tambi¨¦n el AZT de Brasil.
El peque?o Dickson, de cinco a?os, uno de los 76 hu¨¦rfanos del sida de Nyumbani, bebi¨® ayer su dosis de zidovudina ante los periodistas convocados por el orfanato, despu¨¦s de que el Parlamento empezase a examinar el proyecto de ley. De inmediato, D' Agostino inst¨® a los diputados a desafiar a la industria farmac¨¦utica, a la que calific¨® de 'cartel'. D' Agostino compar¨® el esperanzador futuro de Dickson con la reciente muerte por sida del hu¨¦rfano surafricano de 12 a?os Nkosi Johnson, todo un s¨ªmbolo en su pa¨ªs. 'Si Nkosi hubiese contado a tiempo con esta medicina, su muerte hubiera podido evitarse'.
La pasada semana grupos partidiarios del acceso universal a los f¨¢rmacos esenciales presentaron en el Parlamento 50.000 firmas. En Kenia hay 2,2 millones de seropositivos, es decir un 14% de la poblaci¨®n (200.000 ni?os, y s¨®lo 1.000 reciben tratamiento). La ONU estima en unos 730.000 el n¨²mero de hu¨¦rfanos del sida. La mitad de la poblaci¨®n gana menos de 200 pesetas al d¨ªa.
La donaci¨®n brasile?a permitir¨¢ tratar a 16 peque?os, que recibir¨¢n tambi¨¦n otros dos antirretrovirales comprados en Kenia. En una segunda fase se incorporar¨¢ a otros nueve ni?os. Hasta la fecha, el orfanato se ve¨ªa obligado a comprar AZT a unas 10.000 pesetas la dosis mensual. La donaci¨®n de la empresa brasile?a Lafepe cambia las cosas. 'Mi gobierno estar¨ªa dispuesto a hacer m¨¢s', dijo ayer el embajador brasile?o, Joaquim Salles.
Por su parte, Marsden Madoka, ministro de la Presidencia de Kenia y encargado de la seguridad interior, indic¨® sobre la importaci¨®n del gen¨¦rico brasile?o: 'Nos hemos asegurado de que no violamos ninguna norma internacional'. De hecho, la llegada del f¨¢rmaco ha sido posible merced a un agujero legal que permit¨ªa introducir en el pa¨ªs peque?as cantidades destinadas a investigaci¨®n.
El padre D' Agostino culmin¨® ayer su batalla particular. En febrero, a las dos semanas de que el laboratorio Cipla, de Bombay, anunciase que ofrec¨ªa gen¨¦ricos antirretrovirales a 63.000 pesetas al a?o (en Espa?a el tratamiento convencional es de aproximadamente 1,5 millones de pesetas), este jesuita, ex profesor del Hospital Universitario de Georgetown (Estados Unidos), ret¨® a la gran industria y se declar¨® dispuesto a adquirir y administrar gen¨¦ricos a sus peque?os pacientes. 'Estoy cansado y asqueado de oficiar funerales', dijo D' Agostino, expresando el sentir de infinidad de combatientes de primera l¨ªnea contra el sida, una pandemia que afecta a m¨¢s de 25 millones de africanos y que ha dejado ya 12 millones de hu¨¦rfanos en el continente.
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