El uso del Estadio de La Cartuja resucita las diferencias entre los portavoces socialistas en Sevilla

El pleno del 29 de marzo registr¨® la ruptura de la unidad de voto entre socialistas y andalucistas, los socios de gobierno en el Ayuntamiento de Sevilla. La raz¨®n, una propuesta del PP a la que se sum¨® el PSOE y que pon¨ªa en duda la dedicaci¨®n exclusiva del edificio del Hogar de San Fernando a centro c¨ªvico, como ten¨ªa previsto el PA.

La l¨®gica reacci¨®n de enfado de los andalucistas, que amenazaron con dejar el gobierno municipal, fue contestada por el portavoz adjunto socialista, Carmelo G¨®mez, art¨ªfice del acuerdo con el PP. 'La direcci¨®n provincial del partido ha cogido las riendas. El PSOE no va a tragar ni una m¨¢s', dijo G¨®mez, vicesecretario de la ejecutiva socialista de Sevilla, para explicar el giro pol¨ªtico de su grupo, al que los militantes le exig¨ªan poner 'pie en pared' ante la actitud entregada a los andalucistas.

Poco dur¨® la estrategia pol¨ªtica de G¨®mez. Al d¨ªa siguiente de sus pol¨¦micas declaraciones, 2 de abril, el portavoz socialista, Emilio Carrillo, que hab¨ªa sido ignorado en la negociaci¨®n con el PP (lo que no le hizo ninguna gracia), amenaz¨® con dimitir. Los vertiginosos sucesos provocaron una reuni¨®n de urgencia de la ejecutiva provincial de los socialistas sevillanos de la que, s¨ª o s¨ª, ten¨ªa que salir un acuerdo que cerrara el enfrentamiento interno que tan mala imagen estaba dando del partido socialista en la capital de la comunidad.

Cuando la direcci¨®n provincial ya hab¨ªa decidido sacrificar a Carrillo, la intervenci¨®n de ¨²ltima hora de Alfredo S¨¢nchez-Monteseir¨ªn, para el que su portavoz es el principal aval pol¨ªtico e intelectual en el equipo de gobierno, cambi¨® las tornas. Al final, el que sali¨® trasquilado fue Carmelo G¨®mez, pese al respaldo que tiene de la ejecutiva y a que, al menos en apariencia, la mayor¨ªa de concejales socialistas le apoya.

Ese desigual reparto de apoyos hac¨ªa pensar que la crisis hab¨ªa sido cerrada en falso y que mucho trabajo le costar¨ªa al alcalde recuperar la armon¨ªa de trabajo cotidiano en un grupo municipal muy variopinto.

La primera excusa ha servido para evidenciar que G¨®mez ard¨ªa en deseos de volver a marcar diferencias con los socios andalucistas y, de paso, con su compa?ero Carrillo. La ocasi¨®n se la ha brindado Rafael Carmona, el delegado de Urbanismo, el mejor capital actual del PA en el Consistorio hispalense.

Carmona ofreci¨® el 7 de junio a los equipos de f¨²tbol sevillanos, Betis y Sevilla, que dejen sus actuales campos para trasladarse al estadio de La Cartuja a cambio de una lucrativa recalificaci¨®n de sus instalaciones. G¨®mez aprovech¨® su afici¨®n sevillista -fue consejero y portavoz del club de Nervi¨®n- para desmarcarse del proyecto, del que dijo que es 'una barbaridad' ya que incluye el derribo del S¨¢nchez Pizju¨¢n, 'un orgullo del sevillismo'.

Carrillo respald¨® como portavoz socialista la oferta de Urbanismo a los clubes y achac¨® las manifestaciones de G¨®mez, definidas como 'una salida de tono', a 'su inexperiencia pol¨ªtica'. El vicesecretario provincial aleg¨® en su defensa que su opini¨®n era 'a t¨ªtulo personal', pero se neg¨® a dar marcha atr¨¢s en sus declaraciones.

Diferentes estilos

Una vez m¨¢s se ha librado una batalla declarativa que muestra dos ideas distintas de hacer pol¨ªtica. Mientras G¨®mez representa a las bases del partido, con un estilo m¨¢s agresivo y menos elegante de enfrentarse al adversario pol¨ªtico; Carrillo, profesor universitario y ejemplo de las ¨¦lites ideol¨®gicas del PSOE, apuesta siempre, a veces demasiado, por la diplomacia.

El reciente encontronazo entre los dos portavoces socialistas desbarataba de nuevo la propuesta del alcalde Monteseir¨ªn de hablar menos y dejar que hablen los hechos, la gesti¨®n del Ayuntamiento, en lugar de sus gestores.

El martes, tras dos a?os al frente de la ciudad, S¨¢nchez Monteseir¨ªn reconoci¨® que en el Ayuntamiento 'hay demasiada pol¨ªtica de declaraciones' y lament¨® que se d¨¦ la imagen de que 'se discute mucho y no se trabaja nada'.

Como cada vez que el alcalde trata de poner orden en su corral, se hizo el silencio entre sus concejales. Lo que ni Monteseir¨ªn puede garantizar es cu¨¢nto durar¨¢ la aparente paz. Quiz¨¢s busca solucionar definitivamente esas desavenencias p¨²blicas con la remodelaci¨®n de gobierno que medita hace semanas.