'Las ni?as que nacen ahora no tendr¨¢n que preocuparse del c¨¢ncer de mama'
Las ni?as que nacen ahora, cuando lleguen a la edad de riesgo de sufrir un tumor mamario, ya no tendr¨¢n que preocuparse de este tipo de c¨¢ncer. Para ellas ser¨¢ entonces, por la prevenci¨®n o por las posibilidades de tratamiento, un problema equivalente a lo que ahora es la polio o el sarampi¨®n en los pa¨ªses desarrolllados'. El vaticinio es de Larry Norton, presidente de la Sociedad Americana de Oncolog¨ªa Cl¨ªnica, conocida con las siglas de ASCO, y jefe del Servicio de Tumores S¨®lidos en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York (Estados Unidos). Norton, considerado una autoridad mundial en oncolog¨ªa, ha participado recientemente en Madrid en una conferencia sobre c¨¢ncer de mama organizada por Hern¨¢n Cort¨¦s-Funes, jefe del servicio de Oncolog¨ªa del hospital Doce de Octubre.
'Los tumores no se abordar¨¢n seg¨²n su localizaci¨®n, sino seg¨²n las alteraciones gen¨¦ticas implicadas'
El especialista norteamericano considera que gracias a la biolog¨ªa molecular, en esta d¨¦cada se avanzar¨¢ m¨¢s en el conocimiento del c¨¢ncer que en el resto de la historia de la medicina. 'En poco tiempo', dijo, 'ya no abordaremos los tumores malignos seg¨²n su localizaci¨®n, sino seg¨²n las alteraciones gen¨¦ticas implicadas. Ocurrir¨¢ como con las enfermedades infecciosas. Ahora no hablamos s¨®lo de neumon¨ªa, sino de neumon¨ªa por estreptococos, y en funci¨®n del microorganismo responsable de la infecci¨®n, elegimos el tratamiento antibi¨®tico m¨¢s adecuado'.
El futuro del c¨¢ncer se basar¨¢, seg¨²n ¨¦l, en cuatro grandes pilares: diagn¨®stico molecular, clasificaci¨®n funcional de los tumores (seg¨²n las alteraciones gen¨¦ticas), tratamiento precoz y terapias m¨¢s eficaces y menos t¨®xicas. 'Sabemos que el c¨¢ncer est¨¢ producido por errores en el conjunto de sistemas en el interior de la c¨¦lula', explica, 'y ¨¦stos est¨¢n inscritos en los genes, cuyo principal material es el ADN. Unas personas pueden nacer con un ADN anormal, heredado del padre o de la madre, y otras pueden adquirirlo cuando exponen sus c¨¦lulas a agentes cancer¨ªgenos, como el tabaco. Por tanto, en el c¨¢ncer se produce una interacci¨®n entre la gen¨¦tica y el medio ambiente. Empezamos a disponer ya de m¨¦todos que nos van a ayudar a conocer pronto el porqu¨¦ se producen esas alteraciones en el ADN'.
Esto, a juicio de Norton, permitir¨¢ un diagn¨®stico cada vez m¨¢s afinado, que facilitar¨¢ la elecci¨®n del tratamieto adecuado, porque se dispondr¨¢ de dianas espec¨ªficas para unos agentes anticancerosos que s¨®lo atacar¨¢n la c¨¦lula alterada. Por ello la terapia ser¨¢ m¨¢s eficaz y mucho menos t¨®xica y adem¨¢s tambi¨¦n se avanzar¨¢ en las v¨ªas de administraci¨®n, que 'se dirigen a f¨¢rmacos por v¨ªa oral, mucho m¨¢s c¨®modos y, psicol¨®gicamente, m¨¢s llevaderos para el paciente'.Norton explica los avances en biolog¨ªa molecular del c¨¢ncer con esta analog¨ªa: 'Imaginemos que un coche va a gran velocidad y tenemos que detenerlo. ?C¨®mo lo har¨ªamos? Podr¨ªamos construir un muro para que chocara contra ¨¦l, pero esto tambi¨¦n nos causar¨ªa problemas. As¨ª ocurre con muchos tratamientos actuales contra el c¨¢ncer. Otra opci¨®n podr¨ªa ser el control remoto del acelerador o de los frenos. El acelerador ser¨ªa el oncog¨¦n y los frenos ser¨ªan los genes supresores de tumores. Si llegamos a saber d¨®nde hay que actuar en cada caso, dise?aremos estrategias terap¨¦uticas para dianas espec¨ªficas'.
El experto norteamericano puso el ejemplo del nuevo f¨¢rmaco STI-571, que act¨²a selectivamente sobre la diana ABL en el caso de la leucemia mieloide cr¨®nica, preservando las c¨¦lulas sanas. Los resultados de estas investigaciones, publicados en septiembre de 2000 en la revista Science, destacan que se trata de una terap¨¦utica molecular, ya que act¨²a de forma espec¨ªfica sobre las c¨¦lulas que sobreexpresan ABL.
El comportamiento de este f¨¢rmaco establece un patr¨®n que servir¨¢ de referencia para el desarrollo de medicamentos similares en otros tipos de c¨¢ncer. Aunque los progresos en c¨¢ncer suelen ser, seg¨²n Norton, peque?os pasos en una larga caminata, a veces 'se recorre un gran trecho en poco tiempo'. Es lo que ocurre con el diagn¨®stico molecular, que est¨¢ permitiendo grandes avances en leucemia, linfomas y tumores de vejiga, test¨ªculos, mama y pr¨®stata, y que 'pronto se extender¨¢n a otros tipos de c¨¢ncer'.
Pese a su abierto optimismo, no quiso hacer pron¨®sticos sobre la curaci¨®n del c¨¢ncer: 'Ahora, en los pa¨ªses desarrollados ya se est¨¢n curando la mitad de los tumores. ?Cu¨¢ndo podremos curar esa otra mitad y llegar a un punto en que la palabra c¨¢ncer no cause horror ni sea para algunos pacientes sin¨®nimo de muerte? Yo no lo s¨¦, pero s¨ª me atrevo a aventurar que cada vez estamos m¨¢s cerca'.
En lo que concierne a la importancia del diagn¨®stico precoz, el especialista del Sloan Kettering Cancer parte de un principio fundamental en medicina: cuanto m¨¢s da?ados est¨¦n los ¨®rganos y sistemas, m¨¢s dif¨ªcil es recuperar la salud. Por tanto, 'hay que intervenir terap¨¦uticamente antes de que haya m¨¢s da?o'. Norton destaca que ya se dispone de marcadores tumorales en sangre y orina, as¨ª como otras t¨¦cnicas de imagen no invasivas, como el PET, que detectan precozmente anomal¨ªas qu¨ªmicas en el interior de la c¨¦lulas: 'Hay marcadores tumorales en sangre para algunos c¨¢nceres de pr¨®stata y de mama'.
Los ni?os y los ancianos constituyen dos grupos de poblaci¨®n de gran inter¨¦s para la investigaci¨®n oncol¨®gica, seg¨²n Norton: 'En Estados Unidos se est¨¢ imponiendo la normativa de que de cada cuatro ni?os candidatos a entrar en un ensayo cl¨ªnico, al menos tres participen necesariamente. Aunque yo no trabajo en oncolog¨ªa infantil y s¨¦ por algunos colegas que a veces es muy duro, tambi¨¦n es muy gratificante porque hoy la mayor¨ªa de los ni?os con c¨¢ncer se cura'.
Los procesos malignos m¨¢s frecuentes en los primeros a?os de la vida son la leucemia, el neuroblastoma, el tumor de Willm (un tipo de c¨¢ncer que afecta al abdomen y al ri?¨®n) y el osteosarcoma o tumor ¨®seo. '?Las causas?', se pregunta Norton. 'Pues las mismas que en los adultos, anomal¨ªas en el ADN, cong¨¦nitas o adquiridas, y otras que todav¨ªa ignoramos'.
En los ancianos, que admite que hasta hace muy poco tiempo han sido los grandes marginados de la investigaci¨®n del c¨¢ncer, tambi¨¦n existen muchos falsos t¨®picos, como que la enfermedad progresa m¨¢s lentamente, que responden peor a los tratamientos o que sufren m¨¢s los efectos t¨®xicos.
'No podemos olvidar', ironiza Norton, 'que te¨®ricamente llegar¨¢ antes a los 100 a?os el que ahora tiene 90 que el que tiene 50, puesto que ¨¦ste tiene m¨¢s camino por recorrer. Y, en justicia, los ancianos se merecen la misma atenci¨®n sociosanitaria que cualquier otro grupo de poblaci¨®n'.
Norton considera, como otros muchos de sus colegas, que la competencia y actualizaci¨®n del m¨¦dico que atiende a un enfermo de c¨¢ncer, empezando por el de cabecera, constituye ya un primer factor pron¨®stico.
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