Tiempo de divorcios
El Gobierno rompi¨® su idilio con los sindicatos, y sus l¨ªderes critican el cambio de talante. Pero las centrales tambi¨¦n se separaron despu¨¦s de 13 a?os
Tras cuatro a?os de idilio con los sindicatos, con la mayor¨ªa absoluta del PP lleg¨® la ruptura. El detonante fue la reforma laboral impuesta desde el Ejecutivo sin que los agentes sociales llegaran a un acuerdo. Pero la estrategia del Gobierno consigui¨® lo que nadie esperaba: tens¨® tanto la cuerda que acab¨® logrando al poco tiempo que, por primera vez en 13 a?os, se rompiera la unidad sindical. La reforma de las pensiones que sigui¨® a la reforma laboral cont¨® s¨®lo con el apoyo de Comisiones Obreras. Por eso, y tambi¨¦n por primera vez, la valoraci¨®n de los dos grandes sindicatos de este ¨²ltimo a?o no es s¨®lo muy distinta a la de la patronal, sino casi opuesta.
C¨¢ndido M¨¦ndez, secretario general de la UGT, asegura que 'el Gobierno ha actuado con prepotencia' y que definitivamente se ha colocado 'en total sinton¨ªa con los intereses de la patronal'. El cambio fundamental que ha visto M¨¦ndez es que el di¨¢logo social, lema de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en la anterior legislatura, se trata de utilizar ahora s¨®lo como 'aval de las decisiones del Gobierno'. Es decir, que el Ejecutivo ya no negocia, decide qu¨¦ reforma quiere hacer y trata de imponerla, por la buenas -con las pensiones lo ha logrado con CC OO- o por las malas -como la reforma laboral-.
Mientras, la valoraci¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Fidalgo, secretario general de Comisiones Obreras, tiende a buscar m¨¢s luces, adem¨¢s de las sombras, en la gesti¨®n del Gobierno. ?l tambi¨¦n ha visto un claro cambio de talante en el Ejecutivo, pero no lo achaca a la mayor¨ªa absoluta, sino a las 'prioridades' que ha establecido. Y la m¨¢s importante de ellas es la de la inflaci¨®n, uno de los grandes protagonistas de esta legislatura. 'La liberalizaci¨®n que prometi¨® el Gobierno ha sido un aut¨¦ntico fracaso', dice Fidalgo, que ve este problema como la verdadera causa del desboqueo de los precios. En lo que s¨ª coinciden los dos sindicatos es en echar la culpa a la patronal de casi todo lo que ha ido mal en el ¨²ltimo a?o. Primero porque no quisieron pactar la reforma laboral, y luego porque no se aplican el cuento y no reinvierten los beneficios en las empresas, con lo que contribuyen a la 'ineficiencia' de la econom¨ªa y al aumento de la inflaci¨®n.
Los empresarios se defienden y se muestran muy satisfechos con la gesti¨®n del primer Gobierno del Partido Popular con mayor¨ªa absoluta. Juan Jim¨¦nez Aguilar, secretario general de la Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales (CEOE), cree que durante el ¨²ltimo a?o 'se han dado pasos en la buena direcci¨®n'. Y se refiere especialmente a la reforma laboral, que sirvi¨® para flexibilizar el mercado y, seg¨²n los empresarios, para 'crear m¨¢s empleo y m¨¢s estable'.
Los sindicatos est¨¢n b¨¢sicamente de acuerdo en el an¨¢lisis de la situaci¨®n: la econom¨ªa comienza a dar s¨ªntomas de debilidad, y vienen tiempos duros porque el Gobierno ha decidido que para mejorar la competitividad espa?ola y parar la inflaci¨®n hay que atacar a la parte m¨¢s debil: los salarios de los trabajadores. Y ello, sumado a la 'flexibilidad al m¨¢ximo sin contrapartidas' del mercado laboral. Y adem¨¢s, el Ejecutivo ha demostrado que todas esas reformas se har¨¢n con o sin la aprobaci¨®n de los sindicatos, lo que implica un cambio de tendencia radical. Los sindicatos tambi¨¦n coinciden en se?alar que el mayor problema de los trabajadores ahora mismo es la precariedad, ya que Espa?a siga ocupando un lugar privilegiado en el r¨¦cord de la UE respecto a la temporalidad.
Pero lo que crea el conflicto entre los dos sindicatos es la forma de enfrentarse a estos tiempos duros. Mientras la UGT defiende que la ¨²nica salida es la huelga general, Fidalgo dice que no ha llegado a¨²n el momento de usar esa medida extrema.
Dentro de muy poco, los sindicatos tendr¨¢n una nueva prueba de fuego. El Gobierno pretende reformar los convenios colectivos para reducir su poder. Y ah¨ª, en principio, las centrales est¨¢n de acuerdo. No s¨®lo por la importancia que tienen para los trabajadores -'Con ellos se deciden los ingresos de 10 millones de familias, tienen m¨¢s importancia que la pol¨ªtica fiscal, se gestiona el 40% del PIB', explica M¨¦ndez- sino porque la negociaci¨®n de los convenios es la base del trabajo de los sindicatos. M¨¦ndez conf¨ªa en que, si el Ejecutivo mantiene el mismo talante, se olvide el a?o de la ruptura sindical para entrar en el de la huelga general. Fidalgo prefiere esperar a la negociaci¨®n.
Inmigraci¨®n
Adem¨¢s de la ruptura con los sindicatos, el otro gran problema social que marcar¨¢ el primer a?o de la mayor¨ªa absoluta del PP es la explosi¨®n de la inmigraci¨®n. S¨®lo a partir de la nueva Ley de Extranjer¨ªa, este asunto comenz¨® a aparecer citado en las encuestas del CIS como uno de los problemas que m¨¢s afectan a los espa?oles. Las asociaciones que defienden a los extranjeros creen que eso obedece a una estrategia claramente dise?ada desde el Ejecutivo.
Nuria Vives, portavoz de SOS Racismo, asegura que durante esta legislatura el Gobierno ha mantenido un 'discurso alarmista' con la intenci¨®n de convertir a los inmigrantes en un 'problema de orden p¨²blico' que hay que solucionar con medidas policiales.
Esto significa un cambio radical con la l¨ªnea anterior. Y sobre todo una marcha atr¨¢s. Porque, seg¨²n Vives, se ha logrado que la opini¨®n p¨²blica asocie inmigrantes a 'ilegales' y por tanto algo negativo, olvidando la contribuci¨®n de todos los que ya trabajan en Espa?a desde hace a?os. Por eso ya han quedado descartadas otras reivindicaciones, como el derecho al voto o la reagrupaci¨®n familiar. La nueva ley, adem¨¢s, s¨®lo logra 'crear m¨¢s ilegales y contribuir al negocio de las mafias'.
Desde que el responsable de Interior pas¨® a ser Mariano Rajoy, la situaci¨®n, para SOS Racismo, ha empeorado. Porque se dedica a establecer 'parches' y soluciones muy concretas a los 'defectos' de la Ley de Extranjer¨ªa que s¨®lo sirven para 'crear confusi¨®n' entre la ciudadan¨ªa. La consecuencia inmediata es la 'desmovilizaci¨®n' de la opini¨®n p¨²blica que se solidariza con los inmigrantes, que est¨¢n cada vez m¨¢s solos.
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