Palabra de presidente
Aznar ha legislado menos pero m¨¢s c¨®modo que en la anterior legislatura, marcada por la presi¨®n de los nacionalistas
La mayor¨ªa absoluta del PP ha permitido al Gobierno legislar menos, y m¨¢s a su gusto, en el primer a?o de esta segunda legislatura que hace cuatro, cuando, en mayor¨ªa minoritaria, se encontraba presionado por sus socios nacionalistas, de CiU y PNV. En estos doce meses el Gobierno ha aprobado 34 proyectos de ley frente a 62, y 19 decretos-leyes frente a 22 en el mismo per¨ªodo de la primera legislatura. No obstante, entre las leyes aprobadas figuran proyectos tan importantes como la Extranjer¨ªa, la Estabilidad Presupuestaria y el Plan Hidrol¨®gico Nacional. Tambi¨¦n ha cerrado el Pacto de la Justicia, pero no ha logrado consumar otros proyectos institucionales de calado como la financiaci¨®n auton¨®mica y de los partidos o la regulaci¨®n de televisiones, entre otros.
Se aprob¨® el Plan Hidrol¨®gico, pero levant¨® ronchas incluso en el PP
Es una evidencia que el Gobierno ha cambiado su comportamiento en esta segunda legislatura porque las reformas que valor¨® m¨¢s acuciantes las abord¨® en la primera, y, en segundo lugar, porque al carecer de la presi¨®n de sus socios nacionalistas ha podido administrar libremente los compromisos contra¨ªdos en su programa electoral y en el discurso de investidura de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.
De ah¨ª que el Gobierno, en el mismo per¨ªodo de tiempo -de primeros de mayo a 14 de junio en el primer a?o de ambas legisla-turas-, tambi¨¦n ha podido administrar a su gusto sus proyectos. As¨ª, leyes importantes para sus anteriores socios nacionalistas -como la financiaci¨®n auton¨®mica o la reforma del Senado- que las hubieran impuesto de ser decisivos, como hace cuatro a?os, se est¨¢n negociando a¨²n.
Esta actitud del Ejecutivo contrasta con el del inicio de su primera legislatura en la que estableci¨® como prioridad abordar leyes que afectaban al desarrollo auton¨®mico, como la LOFAGE (Ley Org¨¢nica de Funcionamiento de la Administraci¨®n General del Estado), la primera de todas y que supuso la supresi¨®n de los gobernadores civiles, o la financiaci¨®n auton¨®mica, que le sigui¨®, acuciado por la presi¨®n nacionalista.
En contraste, esta legislatura ha arrancado con un proyecto pol¨¦mico y de gran trascendencia social, la revisi¨®n de la Ley de Extranjer¨ªa, en la que ha fracasado en su pretensi¨®n de consensuarla con el PSOE, al reducir los derechos de los inmigrantes respecto al proyecto anterior, y que ha flexibilizado inmediatamente por v¨ªa reglamentaria en medio de la confusi¨®n por un fen¨®meno reciente en Espa?a.
Ha continuado con sus proyectos econ¨®micos. Si hace cuatro a?os la estrella para Aznar fue lograr que Espa?a cumpliera las condiciones para entrar en el euro, en esta ocasi¨®n ha legislado el objetivo del d¨¦ficit cero con la Ley de Estabilidad Presupuestaria que el presidente del Gobierno situ¨® en el frontispicio de su discurso de investidura hace 13 meses, acompa?ado de medidas liberalizadoras que tambi¨¦n anunci¨®.
Ha aprovechado el arranque de su legislatura con mayor¨ªa absoluta para abordar un proyecto hist¨®rico que el PSOE no culmin¨® en sus m¨¢s de 13 a?os de Gobierno: el Plan Hidrol¨®gico Nacional. Aznar plante¨® este proyecto como un reto del PP a la capacidad de cohesi¨®n territorial del PSOE. Al final, ha sido Aznar quien ha dejado m¨¢s plumas. No s¨®lo no lo ha pactado con el PSOE. Se ha encontrado, adem¨¢s, con una rebeli¨®n en Arag¨®n, que ha afectado al PP en esa comunidad y en la catalana.
Es en el ¨¢rea de Justicia donde Aznar ha legislado m¨¢s y donde ha culminado con ¨¦xito un pacto de Estado con el PSOE que le garantiza su desarrollo. Proyectos como la agilizaci¨®n de la Administraci¨®n de Justicia, la Ley del Menor o la regulaci¨®n del estatuto Org¨¢nico del Ministerio Fiscal figuran entre las primeras decisiones del Gobierno. A ellas hay que a?adir las nuevas regulaciones del derecho de petici¨®n y de asociaci¨®n.
Tambi¨¦n cerr¨® un Pacto Antiterrorista con el PSOE, pero fue m¨¢s el resultado del empe?o del secretario general socialista, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, que del propio Aznar.
Sin embargo, Aznar ha relegado reformas institucionales de envergadura, que implican un mayor control sobre el Gobierno y requieren pactos con la oposici¨®n como la regulaci¨®n electoral, la de financiaci¨®n de los partidos, la de televisiones y radios, la reforma de los reglamentos del Congreso y Senado, que siguen empantanadas un a?o despu¨¦s de la investidura. Lo mismo sucede con la financiaci¨®n auton¨®mica, donde encara la negociaci¨®n con el PSOE a s¨®lo tres meses de cerrarse el plazo para su renovaci¨®n.
Ha cumplido con el adelanto de la supresi¨®n de la mili, pero ha reabierto un c¨²mulo de problemas a causa de su imprevisi¨®n. Ha creado el Consejo de Pol¨ªtica Exterior, pero a s¨®lo seis meses de su presidencia de la Uni¨®n Europea la encara con un distanciamiento con sus principales socios europeos y con una crisis a?adida al recaer sombras de sospecha sobre su ministro de Exteriores, Josep Piqu¨¦, en un asunto como el de Ercros, reavivado en los tribunales.
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