Juventud y grandeza
Cuando presenciamos una sesi¨®n de flamenco como la que abri¨® esta edici¨®n de Flamenco Pa?Tos nos reconciliamos con los sinsabores de tantas otras cargadas de mediocridad. Es un gozo ver a un pu?ado de artistas muy j¨®venes, con vocaci¨®n y entrega y oficiando sin fisuras un arte de gran calado.
Hubo momentos en que la emoci¨®n lleg¨® a cumbres ins¨®litas, como la siguiriya que Estrella y Arc¨¢ngel compartieron en recuerdo del cantaor Sordera, que acaba de fallecer; cantaron los dos con el coraz¨®n en la garganta, sin un respiro de alivio, sin ceder nada en la grandeza. Antes Arc¨¢ngel hab¨ªa cantado espl¨¦ndidamente, comenzando por esa versi¨®n ligada tan interesante de la trilla y la ton¨¢ que ¨¦l hace en creaci¨®n personal, y terminando con deliciosa versatilidad por los aires de Huelva que conoce tan bien, porque son los de su tierra. Siempre se ha dicho que para cantar bien por Huelva hay que tener el deje que s¨®lo los nacidos all¨ª son capaces de dominar, y Arc¨¢ngel desde luego lo maneja como quiere, haciendo adem¨¢s una variedad de registros admirable. Gran cante, sin duda.
Flamenco Pa?Tos
Cante: Arc¨¢ngel y Estrella Morente. Guitarra en concierto: Juan Carlos Romero. Baile: Eva la Yerbabuena. Colegio de M¨¦dicos. Madrid, 25 de junio.
Estrella, por su parte, hab¨ªa hecho otros dos temas dif¨ªciles y complejos, uno de ellos esa bell¨ªsima nana pastoril que siempre nos conmueve. La cantaora se nos muestra siempre m¨¢s segura y adaptada a las exigencias de una profesionalidad rigurosa, respaldada por una clase cantaora realmente fuera de lo com¨²n.
Yerbabuena, memorable
Juan Carlos Romero toc¨® con la sobriedad en ¨¦l acostumbrada, aunque no tuvo suerte porque la falta de megafon¨ªa rest¨® brillantez y relieve a su guitarra. En cambio Eva la Yerbabuena tuvo otra de sus noches memorables. Dos estilos de gran peso, soleares y alegr¨ªas, y bailados seguidos pr¨¢cticamente sin pausa -dos o tres minutos para cambiarse de vestido- es una prueba no s¨®lo de fortaleza f¨ªsica sino tambi¨¦n de concentraci¨®n absoluta en lo que est¨¢ haciendo. ?Hasta d¨®nde podr¨¢ llegar esta criatura? Cada vez que la vemos pensamos que ya no se puede hacer nada m¨¢s complejo ni mejor, y cuando la vemos de nuevo comprendemos que s¨ª, que ella se est¨¢ superando constantemente. Su baile por soleares fue antol¨®gico, de los que deben quedar en el recuerdo. Fuerza y dulzura, transiciones de una belleza sin paliativos, infinidad de recursos de la mejor ley, sentimienteo jondo sin l¨ªmites.
En el baile por alegr¨ªas Eva mantuvo el tono, pero lo que hab¨ªamos visto antes fue tan hermoso que dif¨ªcilmente pod¨ªa compararse. Y finalmente la bailaora pidi¨® a Arc¨¢ngel y Estrella que le cantaran un poquito por martinetes, que ella bail¨® de maravilla. Los tres cerraron as¨ª una noche de gloria, y fue altamente emotivo que este momento lo personificaran tres de nuestros m¨¢s j¨®venes artistas, que se hallan entre lo verdaderamente importante del flamenco actual. En tiempos en que el arte jondo no puede alardear precisamente de tener abundancia de nuevos valores, escenas como ¨¦sta nos reconfortan y devuelven esperanzas casi perdidas. Gloria para ellos y para el flamenco.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.