Los derechos de los animales
Quiero recordar que Catalu?a fue la primera comunidad aut¨®noma que, dando prueba de gran civismo, aprob¨® la Ley de Derechos y Defensa de los Animales, pero desgraciadamente estamos hartos de constatar que, cuando llega el momento de ponerla en pr¨¢ctica, los pol¨ªticos encargados de defender esa parcela se la pasan alegremente por el forro y, con descarado pasotismo, consienten los m¨¦todos tan terribles que nos ha mostrado la televisi¨®n para matar a los cerdos afectados por la peste. Los ejemplares adultos mueren a tiro limpio, y los peque?os, a golpe de mazo. Es completamente imposible que acierten cada vez que disparan o golpean, teniendo en cuenta que van a saco al tener que eliminar a m¨¢s de 3.000 animales en un solo d¨ªa. No s¨¦ si es m¨¢s s¨¢dico el que acepta tan terrible menester o el que, teniendo la obligaci¨®n evitarlo, se abstiene.
Qu¨¦ pena y qu¨¦ verg¨¹enza. A los que estamos en total desacuerdo con esos m¨¦todos s¨®lo nos queda una gran rabia provocada por la impotencia.
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