Los socialistas pactaron con los sindicatos en 1992 una norma sobre paros pero decay¨® al convocarse elecciones

Si el Gobierno hiciera caso a la propuesta del PSOE y remitiera una ley de huelga al Congreso de los Diputados, ese proyecto ser¨ªa el segundo que debatir¨ªa el Parlamento. A principios de 1992, el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez envi¨®, sin antes pactarlo con los agentes sociales, un proyecto de ley de huelga que anim¨® un poco m¨¢s las dif¨ªciles relaciones del Ejecutivo socialista con las centrales sindicales. Le hicieron la segunda huelga general el 28 de mayo de aquel a?o. Fue s¨®lo de media jornada y tuvo un seguimiento menos masivo que la huelga general del 14 de diciembre de 1988.

Al d¨ªa siguiente, el Grupo Parlamentario Socialista, controlado entonces por el sector guerrista del partido, decidi¨® recuperar las relaciones con los sindicatos y pactar la ley de huelga. El PSOE pretendi¨® que si el 14-D hab¨ªa supuesto el divorcio entre el partido y el sindicato UGT, el 28-M era un buen momento para recomponer las relaciones, en ese momento con ambas centrales, pues las dos segu¨ªan a pies juntillas la unidad de acci¨®n sindical.

El Grupo Socialista y las centrales pactaron, por la v¨ªa de las enmiendas, una nueva ley de huelga que levant¨® las m¨¢s airadas protestas de la patronal CEOE, de la banca y del minoritario sector del PSOE que entonces encabezaba el ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Carlos Solchaga, quien s¨ª ten¨ªa mucha influencia en el Ejecutivo.

Los protagonistas de aquellas negociaciones fueron los diputados socialistas Eduardo Mart¨ªn Toval, Jos¨¦ Mar¨ªa Benegas, Jos¨¦ Barrionuevo y Francisco Fern¨¢ndez Marug¨¢n, los sindicalistas de UGT Jos¨¦ Mar¨ªa Zufiaur y Apolinar Rodr¨ªguez y los de CC OO Agust¨ªn Moreno y Jos¨¦ Mar¨ªa Fidalgo. Por parte del Gobierno particip¨® el entonces ministro de Trabajo, Luis Mart¨ªnez Noval, a quien se alineaba con las tesis del guerrismo.

Felipe Gonz¨¢lez, seg¨²n los testimonios que recoge la hemeroteca, intent¨® evitar declaraciones p¨²blicas a favor del nuevo texto del proyecto de ley de huelga. S¨ª se felicit¨® porque hubiera un acuerdo con los sindicatos.

La ley pactada pas¨® al Senado, donde el PSOE s¨®lo incorpor¨® peque?as enmiendas t¨¦cnicas y rechaz¨® las presentadas por la oposici¨®n. Volvi¨® al Congreso y s¨®lo faltaba que, a finales de abril, fuera ratificada por el pleno para convertirse en ley.

No dio tiempo. El 12 de abril de 1993, Felipe Gonz¨¢lez disolvi¨® las C¨¢maras y convoc¨® elecciones para el 6 de junio. Despu¨¦s de las elecciones, y con una mayor¨ªa que requer¨ªa del apoyo de los nacionalistas catalanes, m¨¢s proclives a comprender los argumentos de los empresarios, ni el Gobierno, ni los sindicatos, ni el Grupo Parlamentario Socialista, en el que empezaron a o¨ªrse voces distintas a las del guerrismo, desempolvaron aquel proyecto de ley.

Despu¨¦s de aqu¨¦llo, el ¨²nico intento de regulaci¨®n del derecho de huelga fue el acuerdo alcanzado en 1996 entre sindicatos y patronal, apadrinado por el ¨²ltimo Ejecutivo del PSOE, para incorporar la mediaci¨®n obligatoria antes de declarar una huelga. Ese arbitraje no lo han asumido los sindicatos corporativos y ahora lo reclama el PSOE.