Wagner reabre viejas heridas en Israel

El director de orquesta y pianista argentino-israel¨ª Daniel Barenboim ha provocado un esc¨¢ndalo en Israel: dirigir una obra de un compositor maldito para la comunidad jud¨ªa, Richard Wagner, al que se le acusa de ser uno de los m¨¢ximos representantes del antisemitismo, preferido de Hitler y autor de un panfleto contra el sionismo titulado El juda¨ªsmo en la m¨²sica. La obra que ha provocado el tumulto, un fragmento de la ¨®pera Trist¨¢n e Isolda, fue interpretado por la orquesta Staastkapelle, bajo la direcci¨®n de Barenboim, en el marco del Festival de M¨²sica de Jerusal¨¦n. Los acordes de esta composici¨®n han reabierto las heridas de los supervivientes del holocausto, que deseaban mantener a toda costa a Wagner en el '¨ªndice de los compositores prohibidos'.

El director argentino- israel¨ª logra romper la censura que pesaba sobre el compositor favorito de Hitler

La direcci¨®n del Festival de M¨²sica de Israel, que todos los a?os se celebra en Jerusal¨¦n, hab¨ªa optado meses atr¨¢s por suspender la representaci¨®n de la ¨®pera Trist¨¢n e Isolda, que deb¨ªa ser interpretada por el cantante espa?ol Pl¨¢cido Domingo, bajo la direcci¨®n de Daniel Barenboim. La decisi¨®n se hab¨ªa adoptado despu¨¦s de un largo y agrio debate pol¨ªtico-cultural animado por el Centro Wiesenthal, que investiga desde Viena los cr¨ªmenes cometidos por el nazismo, en el que se hab¨ªa visto implicado el Parlamento de Jerusal¨¦n, el Tribunal Supremo, el Ayuntamiento de la ciudad y el propio presidente de Israel, Moshe Katsav, y en el que se hab¨ªa propugnado un¨¢nimemente anular la representaci¨®n por una ¨²nica raz¨®n: 'Wagner es nazismo'.

El temor de que se armara un alboroto el d¨ªa de la representaci¨®n de Trist¨¢n e Isolda hab¨ªa obligado a los responsables del festival a pedir a Daniel Barenboim que suspendiera el espect¨¢culo y que buscara una obra alternativa. A rega?adientes, Barenboim escogi¨® en su lugar una sinfon¨ªa de Schumann y el Rito de la primavera, de Stravinski. Sin embargo, el esp¨ªritu rebelde del director jud¨ªo-argentino-israel¨ª le llev¨® el pasado s¨¢bado, al finalizar su actuaci¨®n, a hacer un ¨²ltimo intento por levantar la censura que pesaba sobre Wagner.

'?Quieren ustedes escuchar a Wagner?', pregunt¨® Barenboim respetuosamente, batuta en mano, dirigi¨¦ndose en voz alta a los 3.000 espectadores que llenaban el International Convention Center de Jerusal¨¦n.

La pregunta del director de orquesta internacional provoc¨® unos momentos de confusi¨®n en la sala; los gritos de 'fascista' o 'vete a casa' se mezclaron con otros m¨¢s elocuentes y did¨¢cticos que le recordaron que 'esta m¨²sica fue interpretada cuando millones de ni?os jud¨ªos eran enviados a las c¨¢maras de gas'. En medio de este tumulto, tres cuartas partes del p¨²blico optaron por permanecer en silencio, para finalmente ponerse en pie, irrumpir en aplausos y respaldar la petici¨®n de Barenboim.

Los sectores m¨¢s recalcitrantes del p¨²blico decidieron abandonar la sala al sentirse en minor¨ªa, pero aun as¨ª intentaron, desde las mismas puertas, boicotear con aullidos y gritos los primeros acordes de Trist¨¢n e Isolda. Luego, una vez hecho el silencio, oficialmente, Israel escuch¨® por primera vez en su historia a su compositor prohibido.

No ha sido la primera vez que los israel¨ªes han escuchado a Wagner en medio de los gritos. En 1981, el director indio Zubin Mehta se vio sumido en una pol¨¦mica similar cuando en un concierto en Jerusal¨¦n trat¨® de dirigir la misma obra de Wagner, pero se vio obligado a interrumpirla cuando un superviviente del holocausto subi¨® al escenario.

Ayer, tras el concierto improvisado de Barenboim, los sectores pol¨ªticos y culturales m¨¢s intransigentes de Israel se han puesto de nuevo a vociferar. El primero en hacerlo ha sido el alcalde de Jerusal¨¦n, el bar¨®n del partido nacionalista Likud Ehud Olmert, quien ha sugerido que se revisen los contratos y los v¨ªnculos del pa¨ªs con este director de orquesta, al que ha acusado de prepotente y pretencioso.

En medio de la pol¨¦mica han empezado a escucharse tambi¨¦n voces m¨¢s tolerantes, como la del director art¨ªstico Michael Levinson, quien ha recalcado el 'car¨¢cter absurdo' de este 'boicoteo a un compositor gigante'.