Nervios, velocidad y ca¨ªdas
El belga Wauters se pone l¨ªder en B¨¦lgica, donde sufren Zubeldia, Beloki, Sevilla y Mancebo
El Tour fue una fiesta para Paul van Hyfte, un belga que llegaba a su pueblo y que se adelant¨® unos minutos para recibir, con los brazos en alto y tan feliz como si hubiera ganado el Mundial, el aplauso feliz de los miles de belgas que llenaban las cunetas. Pero una vez terminadas las festividades (de forma abrupta, cuando el mismo Van Hyfte, h¨¢bil el chico, aprovech¨® su ventaja concedida para infiltrarse en la escapada que acabar¨ªa enfilando al pelot¨®n hasta Amberes), el Tour volvi¨® a ser el Tour serio. El Tour del llano, en B¨¦lgica y con viento, adem¨¢s: nervios, velocidad y ca¨ªdas. Un escenario en el que los espa?oles, siguiendo una de las pocas tradiciones a¨²n en vigor, sufrieron m¨¢s de la cuenta. Gan¨® Marc Wauters, un belga que culmin¨® con extraordinaria fortaleza la estrategia tremenda del Rabobank y que adem¨¢s, ante los reyes Alberto y Paola, se visti¨® de amarillo.
Hace 18 a?os las primeras palabras de Perico Delgado y ?ngel Arroyo, desbordados en la primera etapa de su primer Tour, fueron: 'Pero si ya iban lanzados en los kil¨®metros neutralizados, antes de la salida real. Si esto sigue as¨ª, no terminamos el Tour'. Ayer, Haimar Zubeldia, debutante, antes de salir, repet¨ªa sin saberlo: 'Esto es terrible. Qu¨¦ nervios. Si hasta en la zona neutralizada la gente mete el manillar para colocarse mejor. Si esto sigue as¨ª...' Un estado inestable del que ya ha huido definitivamente su compa?ero Iker Flores, el ganador del Tour del Porvenir, que abandon¨® ayer con el tend¨®n de Aquiles vendado e inflamado.
Aprendizaje de Tour para el joven ciclista vasco, Zubeldia, el del gran futuro. Aprendizaje acelerado. Al final, a unos 25 kil¨®metros de la meta, con la carrera ya acelerada irremediablemente (casi 48 de media para toda la etapa, a casi 60 se corri¨® las ¨²ltimas dos horas por la llanura), en una inevitable ca¨ªda se vio implicado Zubeldia. Codo sangrante, hinchaz¨®n y calent¨®n para alcanzar al pelot¨®n que cazaba, con seis Telekom en cabeza, a los fugados. Con Zubeldia, a su lado, se cay¨® Beloki, la gran esperanza espa?ola. Golpe en la pierna y dolor muscular para el vasco que hab¨ªa elegido ir en las zonas retrasadas del pelot¨®n. 'Soy un in¨²til para ir delante', dijo Beloki, que forz¨® a su equipo a marcarse una contrarreloj de supervivencia tres d¨ªas antes de la verdadera. Y ?scar Sevilla, el manchego que juega mejor en monta?a que en llano, tambi¨¦n se cay¨®.
Lo de Paco Mancebo ocurri¨® antes, antes incluso de la fiesta de Van Hyfte y del intento de fuga en que particip¨® su compa?ero Txente Garc¨ªa Acosta. 'Cuidado, que despu¨¦s de la meta volante giramos a la derecha y el viento entrar¨¢ de lado', dijo Eusebio Unzue a los de su equipo, como todos los directores a todos sus corredores, que para eso est¨¢n las emisoras internas. Mancebo oy¨® y se coloc¨® a rueda de Zabel, pensando que era un lugar ideal. El pelot¨®n se cort¨® y Zabel se qued¨® detr¨¢s. Tambi¨¦n Casagrande. Y Mancebo, que estaba con ellos. Todo el iBanesto.com se par¨® para trabajar y llevar al abulense delante. Otra contrarreloj por equipos inesperada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.