Bruselas lanza el primer intento de regular y coordinar la entrada de inmigrantes en la UE
Cada pa¨ªs deber¨¢ fijar sus cupos anuales para gestionar mejor la llegada de los trabajadores
'La inmigraci¨®n no es un problema ni una soluci¨®n. Es un hecho'. El comisario de Justicia e Interior, el portugu¨¦s Ant¨®nio Vitorino, resumi¨® con esa frase la filosof¨ªa de la directiva que ayer puso sobre la mesa. Por eso, insisti¨® ante los periodistas en que cada d¨ªa hay m¨¢s puestos de trabajo en Europa que no pueden ser cubiertos por mano de obra nacional y que, por tanto, los empresarios se ven obligados a utilizar a extranjeros.
Pero ante tal realidad, la Comisi¨®n Europea persigue que existan normas comunes de obligado cumplimiento en todos los pa¨ªses, aunque sigan existiendo esferas de competencia nacional, como es la citada fijaci¨®n de cupos. En la directiva, denominada Condiciones de entrada y residencia de personas no comunitarias con fines de empleo, se reconoce que existe 'una necesidad econ¨®mica' de inmigrantes, pero se a?ade que ¨¦stos no pueden ser objeto de discriminaci¨®n alguna por parte de autoridades o empleadores. De hecho, prev¨¦ incluso la participaci¨®n de los inmigrantes en las elecciones locales.
La norma comunitaria, que ahora debe ser examinada por el Consejo de Ministros y el Parlamento, tambi¨¦n prev¨¦ que haya un 'procedimiento ¨²nico, simplificado y transparente' para la concesi¨®n de los permisos de residencia y trabajo. As¨ª se evitar¨ªan operaciones como la registrada en Espa?a este a?o con los miles de ecuatorianos a los que se les invit¨® a viajar a su pa¨ªs para tramitar los permisos legales de entrada y de trabajo.
La directiva sienta el principio de que los inmigrantes de pa¨ªses no comunitarios s¨®lo podr¨¢n acceder a puestos de trabajo en la UE cuando no puedan ser cubiertos por ciudadanos de la Uni¨®n. Para eso, fija un plazo de cuatro semanas para que los empresarios que necesiten un empleado comprueben que no existe mano de obra disponible en la UE. Ser¨¢ a partir de ese momento cuando pueda acudir al mercado laboral extranjero respetando las normas comunitarias establecidas.
Pero la directiva incluye tambi¨¦n varias opciones que pueden acometer unilateralmente los distintos Gobiernos de la UE. As¨ª, autoriza programas nacionales espec¨ªficos para pedir cupos concretos de trabajadores de determinado sector, como hizo Alemania o Italia en busca de t¨¦cnicos de nuevas tecnolog¨ªas. 'Hay un mercado mundial de cerebros', admiti¨® ayer Vitorino. Tambi¨¦n abre la posibilidad de que los empresarios, como ya se hace en alguna regi¨®n italiana, aporten fondos, en colaboraci¨®n con las autoridades locales, para programas de formaci¨®n e integraci¨®n para candidatos a ocupar puestos de trabajo en el futuro.
El comisario Vitorino cree que, a partir de normas comunitarias como la de ayer, ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil luchar contra la inmigraci¨®n clandestina, porque los empresarios ya no podr¨¢n acogerse al hecho de que, al no disponer de mano de obra ni de una pol¨ªtica realista de concesi¨®n de permisos, tienen que contratar inmigrantes ilegales. 'A partir de normas como la de hoy, los Gobiernos ya no tendr¨¢n excusa para sancionar con dureza ese tipo de pr¨¢cticas', asegura un portavoz de la Comisi¨®n Europea.
Vitorino reconoce que encontrar¨¢ 'reticencias' en los Quince para aprobar su directiva, pero conf¨ªa en los avances que se producir¨¢n en la conferencia especial sobre inmigraci¨®n que se celebrar¨¢ en B¨¦lgica en octubre pr¨®ximo, con participaci¨®n de los Gobiernos de la UE, ONG, expertos mundiales y representantes de organizaciones de inmigrantes.
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